Teenage Dirtbag

Capítulo #3

- Me alegra ver que estás bien.

- Pues... no lo estoy del todo. Mamá aún sigue sin dirigirme la palabra. Todavía no supera que te hayas ido. Y me odia por eso. –Bajé la cabeza.

No sé cómo sucede. Pero desde que Ely se fue, sueño constantemente con ella. Como si fuera una charla normal en un día normal.

- Sabes que lo que pasó aquel día no fue tu culpa. Tienes que insistir en tu inocencia.

- Ely, pero, si puedes visitarme, también puedes visitar a mamá, ¿Cierto? Dile que yo no soy culpable de que te hayas ido. Quizá viniendo de ti, ella por fin lo crea.

Ella rió amargamente.

- Quisiera hacerlo, Lucy. Pero no es tan fácil. El corazón de mamá guarda resentimiento contra ti y contra mí. No puedo acércame a ella si su corazón guarda resentimiento contra mí.

- ¿Contra ti? ¿Por qué crees que lo haga?

- Creo que al final, ella sabe que yo misma tomé la decisión de irme. Y quizá lo guarda contra ti, porque nunca se lo confirmaste.

- Odio cuando mamá se queda con su versión de la historia. Se aferra a ello, es como si de eso dependiera su vida. No deja que nadie se la quite.

- Lo sé, a mí tampoco me gusta.

Quería cambiar el tema, no me gusta que hablemos únicamente de mamá. Recordé que faltan algunos meses para su cumpleaños. Sólo quería distraerla de ese tema.

- ¿Sabes? Tengo planeado algo para tu cumpleaños.

- ¿En serio? –Se sorprendió.

- Sí, pero no te diré qué es.

Ella suspiró.

- ¿Qué pasa? Oh no, ya es hora, ¿Cierto? –Ella asintió.

- Me gusta que seas tan apegada a Karen –Soltó de repente.

- ¿En serio? –Ahora yo era la sorprendida.

- Sí, veo que ella te tiene un gran afecto, y te considera como su hermana. Disfruta ese papel en su vida. –Me sonrió triste. –Vuelve a tener la hermana que perdiste.

- Yo también la considero como mi hermana, pero no hay ninguna como tú.

- Ya es hora, Lucy. –Dijo en un susurro.

- No estés triste, Ely. No me gusta verte así. –La abracé.

*

- Bien, ¿Algo nuevo ésta semana? –Me preguntó Karen.

- No mucho, sólo que ahora Meason está más cerca de mí. También conocí a un chico, Louis, es de primer año. –Respondí indiferente.

Era por fin sábado, día en que Karen y yo solemos salir a dar un paseo a cualquier lugar. Es el único día de la semana en que podemos vernos y hablar de cualquier cosa. A veces la visito los viernes en su escuela, pero no es lo mismo.

- Oye, eso suena importante.

- ¿Lo es? No lo creo. –Rodé los ojos.- ¿Y tú? ¿Algo nuevo?

- Pues... Dan se fue de la escuela. Por lo que escuché, fue porque no soportaba estar en el mismo salón con la chica que no le correspondía. Me dolió mucho saber eso. Él era mi mejor amigo. –Dijo triste.