cap. 27

786 47 4
                                    

    Los nervios que se apoderaban de mi incrementaban con forme el beso se prolongaba, ¿esto era un sueño? no, no podía serlo, le propuse matrimonio y acepto ser mi esposa, ¡ACEPTO SER MI ESPOSA!

   Los días posteriores fueron mejores de vez en cuando tenia que salir para ver como quedaba la producción, pero no por eso la dejaba sola, ella me acompañaba a todos, siempre con una radiante sonrisa y se carisma que la caracteriza, su cabellera de colores llamaba mucho la atención entre los presentes, y cuando Dakota la conoció no podía dejar de tomar su cabello o separarme de ella para contarle cosas que no podía saber, de seguro lo hacia para hacerme quedar en ridículo ante la que ahora sera mi esposa.


-Te gusta este- dijo ella sacándome de mis pensamientos, ya había transcurrido un mes desde aquel día, su sonrisa tierna y sus manos calidad me llenaban de alegría.

-disculpa querida ¿que dijiste?- sabia que la pequeña risa que salio de su boca fue por la manera en la que me referí a ella, siempre reía por lo bajo cuando la llamaba cariño, amor, querida, o cualquier apodo tierno que se me ocurriera en ese momento.

-te pregunte que si te gustaba este pastel- dijo mostrándome la fotografía de una revista, se veía tan animada cuando se trataba de los preparativos para nuestra boda

-si, ese me gusta- conteste devolviendole la revistan, no sin antes besar su nariz.

-bueno este sera entonces.

-¿te emociona casarte?- pregunte, por un momento toda felicidad se fue remplazandolo con el recuerdo de aquella carta de su hermano fallecido

-si, ¿porque no lo estaría?

-no lo se- conteste riendo, haciendo a un lado todas las cosas que se encontraban en la mesita se sentó en ella quedando frente a mi, sus manos cálidas sujetaron las mías con tanta delicadez y suavidad como si fueran objetos frágiles.

-eres un tonto.- Su sonrisa tan llena de carillo me hizo estremecer por completo, ya tenia mucho tiempo que eso no me pasaba, me agradaba sentir de nuevo esa sensación de nerviosismo y felicidad que me llenaba con tan solo mirarla a los ojos -Estas nervioso- su voz tan tranquila con un toque de burla en ella me hizo preguntarme ¿que fue lo que paso que no me estremecía así desde ase tiempo? Seria la distancia, el tiempo que permanecimos separados, o quizás fue que al convertirse en mi novia ya dejaba de sentirme así porque sabia que no era inalcanzable para mi.

-un poco- conteste tomándola de la cintura para traerla a mi y besarle, pesarla como si jamas lo hubiera hecho en mi vida, con tanta pasión y desesperación que hacia mi cuerpo estremecer de deseo, de poder tocar su piel desnuda estremecerse y escuchar su voz repetir mi nombre una y otra vez.

El deseo que ambos transmitíamos en un simple beso paso a ser mas que eso, se convirtió en mas quesos, se convirtió en caricias, caricias por todo cu cuerpo, con pasos torpes y sus piernas envueltas en mi cuerpo llegamos a mi habitación donde la deje recostada con cuidado sobre mi cama, cerré la puerta y regrese a ese beso y a esas caricias, el deseo incrementaba cada vez mas en mi interior y las simples caricias ya no bastaban para controlarme, no, quería su cuerpo, sus rasguños en mi espalda y la manera en como tira delicadamente de mi cabello mientras dice mi nombre de una manera entrecortada, eso es lo que mas deseaba en este momento.

-Thomas- se escucho mi nombre en un suspiro al momento de pasar mis manos sobre sus piernas, ya no podía mantener mas tiempo la compostura, tenia que tener su cuerpo a cualquier precio, entre mas caricias y besos el calor aumentaba.-Thomas-dijo nuevamente tomando entre sus manos mi cabello para tirar de el.

Poco a poco comencé a desnuda, quedando totalmente expuesta ante mi, su suave piel..., ya extrañaba tanto esa cercanía, esas caricias, ese deseo, el calor proveniente de ambos, sus gemidos y rasguños no tardaron mas en aparecer, estaba entrando en ella con sumo cuidado, como si fuera la primera vez.

-Tho... Thomas- decía entre gemidos y jadeos, rasguñando mi espalda con cada envestida hasta caer en un placentero orgasmo.


te Quiero (thomas brodie sangster y tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora