Llegaste cuando ya en nadie creí, mostrándome que aún valía la pena sonreír sin motivo alguno. Sus ojos son dos espejos en los cuales pude ver sus inseguridades y la transparencia de tu alma.
Sonrisas como la suya están en extinción, su sarcasmo al hablar, me gusta cuando la brisa acaricia su cabello y su piel es de mi color favorito por ella sería capaz de cerrar los ojos y llevarmela a volar a donde solo su voz sea la música que armonisa el momento, que bien se siente de ti recibir las buenas noches, sin querer en mi ha despertado sentimientos que pensaba muertos por tantas decepciones.
Poco pensé en que llegaría a importarle a alguien tanto, sin importar lo que después pase quiero contigo vivir el presente y quizás podamos ser abuelos de los mismo nietos. Te necesito tanto como a un pintor su musa o a un corredor una meta, desde que nos conocimos hasta nuestros apellidos juntos bonito sonaron , pero como no si hasta cuando se enfada es hermosa.
