Mi Principe Azul Cambió De Color [EDITANDO]

Divinamente hermoso

Teníamos algunas semanas conociendonos, él llegaba y me saludaba muy caballerosamente cada día, y a mi cada día me gusta más y más.
Es que es tan jodidamente bello.

Ya era amiga de todos los chicos y chicas del salón. Bueno aunque soy bastante antisocial.

Bueno y desde que nos conocimos todos los días chateamos con Keyn. Una noche mientras chateabamos me dijo que le gustaba, que emoción por fin me había dicho que le gustaba, me lo  dijo por chat, pero le dije que si en verdad yo le gustaba me lo tenía que decir personalmente y me dijo que era timido.

Hoy me levanté muy alegre primera ves que me levanto sonriente, porque yo soy de las personas que cuando se levantan quieren asesinar a todo el mundo con solo la mirada.
Me di una ducha, me arreglé, me maquille, bueno hoy quiero verme hermosa para él.

Llegando al colegio, él ya estaba en el salón y me saludó como siempre, estábamos sentados hasta que:

-Zulybeth. Dice tocandome el brazo.

Lo miré, y mi corazón palpitaba a mil.

-Dime Keyn. Le respondí.

-Me gustas, me encantas. Dice con la voz caer.

Yo no sé que decirle, me he quedado sin palabras. Nunca me han hecho una declaración tal.

-Enserio ? Le respondo con timidez.

Él se siente avergonzado y me dijo:

-Olvidalo. Y fruncio su ceja y se coloca en su lugar.
Y en ese instante ingresa el docente.
Yo no puedo olvidar aquellas palabras, es tan hermoso.

*****

Así pasan los días, el continúa tratándome como una princesa, para él lo soy.
Yo ya le he dicho que nunca he tenido novio, y que tengo miedo ser herida.

Luego de conocernos han empezado nuestras charlas, al principio eras un poco seco al hablar y lo entendía era una desconocida que intenta usurpar su tranquilidad, con el trascurso de los días e incluso semanas iba expresando poco a poco su personalidad arrolladora de verdad y me encanta, luego han pasado muchas cosas, como cuando estamos juntos el quiere besarme, pero no le he permitido, porque no se hacerlo. Tengo miedo.

*****

Ya a pasado un mes desde que nos conocimos, y hoy estamos solos sentados en las gradas de un laboratorio.
Él no quita sus ojitos tan hermosos de mi, yo me siento nerviosa, hasta que simplemente siento la necesidad de darle un beso, y bueno mis labios rozan los suyos. Mi corazón palpita acelerado, siento muchas cosas en mí, siento vergüenza, no se, pero pasó.

-Enserio? Me dice. Y yo que tanta me he quedado anonada. No se que decirle, sólo lo miro y me voy.

Él se quedó inmuto, no sabía que decir, pero sé que se emocionó porque el si ha querido hacerlo desde hace mucho.