Mi Principe Azul Cambió De Color [EDITANDO]

Golpes

Seguimos juntos aunque se bien que ya no me ama, pero yo sigo creyendo en su amor. El ha cambiado por completo, ya no me trata con amor y cuando peleamos nuestras reconciliaciones son con sexo.
Todos los días peleamos, nuestra vida, mi vida se ha convertido en un verdadero desastre e infierno.
Yo siempre le estaba reclamando sobre aquel chat, que me había sido infiel y eso a el le molestaba tanto que incluso después de tanto amor llegaron los golpes.

-Keyn, porque me traicionaste si yo te di todo de mi, mi vida te la entregue por completo, porque demonios me has utilizado ? Porque no dijiste que no me amabas y punto?!, Y el sin responder me propicio una bofetada que me lanzo de viaje al piso. Mis ojos estaban llenos de lágrimas, mas de impotencia y corage que por el maldito golpe.

-Escuchame bien, Zulybeth. Dijo mientras me tomaba del cabello con fuerza. -Yo no tengo a nadie, maldita sea, solo contigo estoy.
-¡¿Entendiste?! Susito.

-Si... Keyn. Musite.

Sali de ahi al balcón y me sente en el piso, lleve mis manos al rostro y comenze a llorar, como siempre lo hacía... Odiaba mi vida, cada dia era una tortura. Solo queria desaparecer.

*****
Casi uma hora pase llorando, luego escuche unos pasos atras de mi, alze el rostro y puede observar a Keyn con el rostro caído, Dios yo amaba a ese hombre, aumque sus golpes me hicieran querer renunciar a el.

-Perdoname mi amor, solo que tu me haces enfadar. Le escucho decir mientras se acerca y me toma en sus brazos.

-No importa, yo soy la culpable. Le digo.

Luego ingresamos a la habitación y como siempre nos reconciliamos envolviendonos en pasión.
Acostada en su pecho lo miro con dulzura, me vuelve loca. Me levanto me doy una ducha y el sigue acostado observandome.

-Keyn, ¿Porqué me haces tanto daño? Le pregunto mientras seco mi cabello.

Regresa a su mascara de frialdad. Sin esperarlo se levanta de un solo brinco y estampó su mano contra mi mejilla con tal fuerza que me hace caer al suelo; llevo mis manos a mi mejilla, duele. Keyn me observa desde arriba, pero solo fue por un poco de tiempo; tira de mi cabello haciéndome poner de pies. Gemí sintiendo un cosquilleo en mi cuero cabelludo debido a la rudeza y fuerza con la que el tira de mi cabello con toda la intención de causarme daño.

-Suéltame por favor. Suplico aunque se que lo hago en vano.

-¿Porqué demonios me amargas tanto? Estamos tan bien hasta que se te ocurre joderme como siempre la vida. Grita mientras se coloca un jeans y sale enfurecido de la habitación.

Tirada en el suelo lagrimas caen inconcientemente como poder librarme de el, si contradictoriamente, es el mi enfermedad y al mismo tiempo, la cura a todos mis males, cómo seguir sin el, si en el mismo momento en que pretendo dejarlo, el recuerdo de sus besos me agrede, me invade.

Es para mí, casi como un vicio, sabiendo que me hace daño, sigo aferrándome a él, a pesar de que no sabe querer, a pesar de sus caricias tan frías, de sus palabras vacías, de su indiferencia que duele, que hiere, que lastima sigo aqui con el soportando cada dia este sufrimiento y su desamor.