Capitulo 6.

27 0 0
                                    

Entre lentamente, todo lo contrario a como había llegado. En los lavabos una chica castaña y alta, delgada y atractiva tenía la cara contra el lavabo. Lloraba suavemente y al ver su ropa supe que era alguien que yo conocía, aunque sea un poco.

Era Erika Cortes, la novia de Carlos. Me acerque a ella ¿Por qué lloraba? si fuera ella me sentiría seguramente todo lo contrario.

- ¿Que te ocurre?- hable como si estuviera cerca de un animal asustado, ella levanto el rostro y nuestros ojos se cruzaron en el espejo.

- ¿Qué quieres? -chillo, si hubiera tenido más fuerzas quizás hubiera intentado gritar, pero ella no las tenía por ahora.

- No deberías llorar...- mencione ignorando su pregunta. No tenía sus piercings en la nariz, pero si unos círculos oscuro bajo los ojos. Se veía triste y desmaquillada.

- ¡Tú que sabes! - ella grito, si me grito. Me sentí intimidada, pero de alguna forma mi curiosidad ganaba. "Ella está más asustada que tu" me susurre mentalmente.

- Puedes hablar conmigo - sonreí, intentando alguna forma de que se ablandara su corazón.

- Mi novio me dejo - su voz era un hilo cada vez más fino y las lágrimas se asomaban por sus ojos.

Oh eso era, Carlos termino con ella.

- No llores - dije calmadamente, ella me miro con furia.

- ¿Por qué? ¡Él era mi todo! - grito enmarcado la palabra "Todo".

- Porque...- oh Jesús, mi mente era en blanco, pero las palabras salieron disparadas de mi boca - al menos tuviste la oportunidad de estar con él y hacerlo feliz aunque sea por un momento.

Ella me miro como roca, una mueca que rosaba una sonrisa se posiciono en sus labios. Avergonzada, salí de allí tan pronto como pude.

*

Narrado en tercera persona.

Ya era alrededor de mediodía. Estaba nublado y una ráfaga de frio le recorrió el cuerpo <<El invierno ya viene>> pensó para sí mismo.

Sentado entre el pasto de los jardines de su escuela, confiado y serio. No quería darle más vueltas al asunto y acabaría con todos los problemas ya. Un chico como él no quería a una chica como ella nunca más.

Era increíble que un chico como él, atractivo, masculino, inteligente, de una familia de buenos recursos, de trato agradable y joven siempre le ocurriera lo mismo. 

Chica tras chica, todas de igual carácter –como a él le gustaban – lo habían engañado con el primer idiota que estuviera al frente de ellas. Tal como lo hiso Erika en este ocasión. 

Su relación con ella no fue mala, pensó que duraría y de verdad la quería, pero para ella parecía ser un trofeo “¡Salí con Carlos Medina!” já, otra tipa idiota.

- ¡Carlos! – grito alguien desde la lejanía. Él movió la cabeza, vacilante y la vio allí <<Su cara lleva mucho maquillaje, como siempre>> susurro entre sus pensamientos.

- Hola – saludo, sin mucho ánimo. Quería ir al grano y mandarla a la mierda en estos instantes.

- ¿No me darás un beso? – sonrió ella, con dientes arreglados y sin signos de maltrato bucal. No, no quería besarla.

- No – respondió secamente. Ella cambio su rostro, totalmente. Disfruto internamente de su reacción <<Ahora, esto va por engañarme>>

- ¿Por qué? – susurro suave, con algún rastro de sentimiento juguetón. Seguro ella pensaba que él la iba a besar, que equivocada estaba.

- ¿Por qué? Me engañaste – y ahí actuó, directo al tema.

- ¡Que idioteces dices! Nunca te he engañado ni lo haría – ella afirmaba tan bien. Su mandíbula tiritaba y ella pensaba por dentro que la descubrieron, era el fin de todo.

- Mientes tan mal Erika – una carcajada salió de su garganta, fuerte he incrédula – de igual manera, esto acabo.

Se largó de allí, tranquilo y liberado. Camino hacia el comedor, estaba hambriento y nada lo haría sentirse mejor que un plato de comida y los chistes de sus amigos.

En cambio ella, perpleja, sentía las lágrimas correr por sus mejillas <<Soy tan estúpida>> se dijo a sí misma. Antes de que alguien notara su pena corrió de los jardines y busco refugio en el baño de chicas, no soporto más y exploto en un mar de lágrimas.

A PRIMERA VISTADonde viven las historias. Descúbrelo ahora