Capitulo 1

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-Hola buenas noches. Veterinaria, ¿en que podemos ayudarle? -pregunto una voz femenina del otro lado.
-si pues verá- respondio el frustrado rascando su nuca y mirando a Raspberry, no se le daban bien los temas como estos-mi gata está extraña-
-¿que le sucede?-pregunto queriendo recaudar más información. Había muchas variantes para "mi gata está extraña"
-Bueno, como que respira raro-intentó acercarse a ella y tocarla pero esta le arañó la mano-¡puta! - exclamó llevando su dedo lastimado hacia el.
-¿disculpe? - respondió la voz femenina algo ofendida
- ¡no! , ¡no! , ¡lo siento! , se lo decía a la gata-se disculpó rápidamente
-okey...-respondio ella aún no muy segura de creerle o no-tendría que verla, puede ser algo urgente¿podría traerla ahora? -
Esto preocupó al famoso youtuber-si, la llevaré enseguida-
Dicho esto terminó la conversación desde su celular y observó a la gata. ¿cómo llevarla sin que lo cagara rasguñando?
Luego de varios intentos logró meter a Raspberry en una caja sobre uno de sus viejos sweeters para que no pase frío.
Llamó un taxi ya que el no tenía auto y le tendió la dirección al chófer, con Raspberry mirándolo enfadada por el movimiento del auto.
Llegaron rápidamente ya que de madrugada no había nadie en la calle, pagó el taxi y bajo con la caja en brazos.

El edificio por fuera era blanco, con unas grandes letras verdes que decían "VETERINARIA" y justo debajo de el unas letras de neón que decía "Guardia 24hs"
Poseía unas grandes vidrieras que estaban cerradas por seguridad y una puerta de vidrio con varias cámaras.
El youtuber se adentró en el edificio y fue recibido por una joven vestida de verde, tenía un largo cabello rubio junto con unos ojos verdes que convinaban con su uniforme. A pesar de la hora, la chica tenía una gran sonrisa en su rostro e inmediatamente que lo vio con la caja se apresuró a llegar a él, saliendo detrás del mostrador de la recepción donde se encontraba.
-tu debes ser el que llamó recien-dijo al verlo, rubius sonrió automáticamente, el humor de la joven era contagioso.
-Si, mi nombre es Rubén, y esta es Raspberry-se presentó apoyando la caja de la gata (quien estaba de muy mal humor).
-Hola pequeña Raspberry-la saludo ella a la gata intentando acariciarla, quien antes de que rubius advirtiera que esta no se llevaba bien con la gente, recibió gustosa la muestra de cariño.
-¿cómo has hecho eso? - pregunto el curioso-Siempre que me acerco me saca del culo-
-pues gajes del oficio-respondio ella-trae la por aqui- y rubius la siguió con la caja en brazos.

¡Por Amor A Los Gatos! - Ruben DoblasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora