Capitulo 3

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-Sabía que en algún momento lo preguntarías, rubius-
-Espera un momento ¿me conoces? - preguntó con una sonrisa coqueta el joven
-¿conocerte? Estamos en medio de madrid, de ti es lo único que hablan chavos, ¿sabes cuántos gatos atiendo por día con el nombre de Hachi, Raspberry y Willson? Haces mi trabajo complicado-dijo riendo mientras ambos entraban en el ascensor.
-pues lamento que mis gatas sean famosas-respondio el acercándose a la caja-¿no es así Raspberry? -murmuró a la gata con voz tonta quien le mostró los dientes-¡ya! Tranquila, mujeres-bufo por lo bajo
-escuché eso-lo fulminó la joven haciendo que los colores subieran a sus mejillas.
-Entonces ¿viste alguno de mis vídeos? -pregunto curioso a la chica
-vi algunos de hecho-dijo ella mientras bajaban en el 3er piso-eres bueno en lo que haces-
-tu igual por lo visto-la elogió el haciendo que la chica se ruborizara
Llegaron a la sala de ultrasonidos en un pequeño silencio incómodo. La joven se colocó una hincha verde de hospital descartable para que su pelo no molestará y colocó a la gata en la máquina.
Ella le dijo que lo mejor sería grabar el momento del parto solamente y así fue, Rubius no se separó en ningún momento de su gata ni de la joven muyaya que la llevaba.
Llamó a mangel para contarle lo que le había pasado. Su amigo con vos de dormido atendió el teléfono y se quedo incrédulo ¡rubius asistiría un parto! Sería la puta ostia.
Le comentó también sobre la joven guapa que atendía en la veterinaria cuando ella no estaba con el y su compañero lo apaño para que pidiera su número de teléfono.
Mientras hablaba por celular la joven entró agitada a la sala de espera donde el se encontraba y al instante el corto la llamada.
-tal vez quieras ir encendiendo tu cámara, chico youtuber-le dijo ella al tiempo que lo animaba a volver a entrar a la sala donde Raspberry estaba. La gata estaba nuevamente sobre la camilla o mesa para animales. Estaba recostada sobre su barriga y parecía bastante tranquila-ah roto bolsa hace unos minutos, no creo que tarden mucho en nacer- luego lo observó seriamente en modo profesional-en caso de complicaciones, tendré que pedirte que te retires de la sala-
-lo haré no te preocupes-dijo tomando su teléfono y preparandolo, al tiempo que Ella acomodada unas toallas junto a la gata.
-muy buenas criaturitas del señor-saludo a la cámara de su teléfono sacando una sonrisa a la joven-verán este vídeo a surgido de la nada, para aquellos que seáis imprecionables (como yo) les suguiero que no lo vean, aunque seguramente sensure algunas partes del mismo-con una risa nerviosa apuntó su teléfono a la veterinaria quien acariciaba la barriga de la gata y puso ascento cubano-aquí estamo' con una bella muyaya... -
Un momento, ¿tantas horas juntos y no le habia preguntado su nombre?

¡Por Amor A Los Gatos! - Ruben DoblasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora