-quizás deberías irte a tu casa-dijo la rubia mientras se quitaba los guantes de látex y los tiraba en el basurero-me quedaré con ella toda la noche-
-¿y dejarte sola con los niños?-dijo el fingiendo que eran un matrimonio-no puedo hacerlo muyaya-
-puedo con unos niños, es por tu propio bien querido-le siguió el juego ella
-No dejaré a la gata-dijo el ahora enserio- ¿estas sola aquí? -
-a menos que el enfermero del 3 piso que por cierto duerme como si no hubiera mañana cuente como alguien...-dijo ella sentándose a su lado, aunque no pareciera ella tambien estaba exausta-si, soy la única aqui-
-¿sabes que te alegraría? -pregunto el sentándose derecho de repente-una pizza-
-¿una pizza? ¿en una veterinaria? ¿a las 5 am? -ella río tomando su estomago-estas demente ruben-
-si tal vez un poco-respondio el de manera automata, se habia quedado embobado mirándola, ella tenía la sonrisa más hermosa de todas, se habia quitado la vincha dejando caer unas hermosas ondas rubias, no llevaba nada de maquillaje, mejor ya que odiaba eso en las muchachas, sus ojos verdes eran enmarcados con unas largas pestañas y su uniforme verde estaba seguro escondía unas hermosas curvas.
Miau... Miau... se escucho desde la habitación de junto, la joven se levantó como si tuviera un resorte en el trasero y Salio corriendo a la habitación de junto, seguida de cerca por el joven.
La gata estaba dando a luz al último gatito. La joven rápidamente se puso la vincha y los guantes. Levantó la cola de la gata y la bolsa del tercer pequeño estaba llegando, lloraba al ser secado con la toalla, era colór negro también como la madre y era el más grande de los tres.
La gata finalmente se calmó, la joven corto el cordón del gatito y lo dejó junto a sus dos hermanitos quienes dormían entre unas frasadas.
-y eso fue todos criaturitas, recuerden buscar nombres cool para mis nuevos gatitos y lamentó decirle que la entrega de limones se retrasará por motivos obvio, ¡los quiero!... wow... este momento se puso muy gay-
Terminó el vídeo al tiempo que la joven pasaba a la gata y sus hijitos a la caja donde Rubén las había traído.
-Bueno, eso es todo, te resetare unas vitaminas para Raspberry y todo estará bien-ambos fueron al mostrador de la entrada, rubius con sus nuevos amigos en la caja, la joven saco un recetario y comenzó a escribir en el-dale esto una vez por día hasta que dejé de amamantar-
-oh bueno, muchas gracias hannah-dijo el algo nervioso, ahora le tocaba la parte en la que no era bueno, y su timidez no ayudaba-¿me darias tu teléfono para contactarte en caso de que les suceda algo?-pregunto al tiempo que ella sonreía y sacaba una tarjeta de los cajones
-este es el número de emergencia de la veterinaria, esta abierta veinticuatro horas todos los dias- dijo ella sonriente, decepcionando al joven mientras este guardaba su tarjeta en el bolsillo, tendría que buscar otra excusa para venir a verla.
-oh bueno-respondio el luego de un silencio incomodo-supongo que adios-
-adiós Rubén, suerte con estos pequeños y tus videos- respondio ella saludandolo con la mano, mientras el joven salía cabizbajo del edificio, ya estaba amaneciendo por lo que paró un taxi con facilidad y se dirigió a su casa.
Dejó a la pequeña gata y sus nuevos cachorros en su armario donde la había encontrado al principio de todo y metió su mano en el pantalón para sacar el resetario que hannah le había dado.
¿Vitaminas post-parto? Te la creiste ajajajaj solo quería dejarte mi numero: xxxxxxxxxxx ya sabes... por si Raspberry lo necesita.
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¡Por Amor A Los Gatos! - Ruben Doblas
Fanfiction-¡puta gata!- gruño cuando Hachi saltó sobre el en pleno directo, asustandolo por completo. Se encontraba hablando con sus amigos. Se despidió de todos ellos y terminó el directo para irse a dormir. Fue a su armario y de allí quizo sacar su pijama...