Capitulo 3 "Un verano, un lazo de Amor" (Parte 1)

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"Como olvidar esas dulces y profundas palabras que me dijiste allí, en la playa. Querido amor mío"

Verano de 2015, Mar Del Plata, Buenos Aires . Esto cuenta como un registro importante, no por ser unas vacaciones mas, sino, porque me acompañan dos personitas muy importantes, si, esos que te aguantan hasta en los días en donde tus polos están invertidos, y créanme, cuando me sucede a mi no es para nada agradable. Como sé que soy un peligro, una bomba a punto de estallar, me encierro en mi búnker, extraño si soy yo la bomba pero en fin, en mi cuarto, con mi oso, auriculares, libros y de esta manera me exilio del mundo, hasta el teléfono se aleja de mi ya que los contactos también corren peligro.

Después de semanas, días tratando de convencer a los padres de Jack y Micaela para que vinieran, accedieron gracias a mis padres que no dejaron de insistir. Eso saque de ellos, supongo, no me rindo fácil ante los desafíos, me corrijo, no me rindo y ya.

Estas vacaciones serán diferentes ya que cada año hacemos lo mismo con mis padres y hermano. Vamos a Mar del Plata en un intento de salir de la rutina, de despejarnos. Yo de la academia de baile, escuela, y escuela de música. Mis padres de su trabajo, y mi hermano.. Bueno, mi hermano "despejarse" y ya. Pero casi siempre es un intento fallido, las charlas son las mismas que estar en casa, nos la pasamos en el hotel, o bien yo paseo por la playa sola o con mi hermano que en definitiva es como estar sola. Hermanos paseando por una playa, se imaginaran obviamente que el se la pasa mirando chicas y yo, un cartel pegado al lado nada mas.

Aunque mis padres traten de negarlo, sabemos muy bien con Leo que cuando nosotros vamos a pasear, ellos discuten como en casa. Y esto, no es mas que una fachada para "salvar la familia o mantenerla unida". Díganme, si ambos están con sus teléfonos las 24 hs pendientes a su trabajo. Es convivir con adultos o con adolescentes adultos?.

Por un rato quisiera olvidarme de todo eso y por primera vez, disfrutar al máximo esta semana de vacaciones con mis amigos y mi familia.

Micaela es mi amiga y vecina. Estamos juntas desde el jardín de infantes, es mi confidente, la otra parte de mi cabellera, de una naranja, como quieran llamarlo pero se entiende.

Hemos sido las protagonistas de numerosas bromas, y líos también. Aunque ella es mas traviesa que yo, eso es claro porque jamás pondría pegamento en la silla de una compañero porque este se negó a llevarla al cine, si así es mi amiga. Necesita tratamiento psicológico urgente. Tratamos de ser el medico una de la otra pero no engañamos a nadie, nos contaminamos cada vez que estamos juntas. Es decir, las 24 hs del día, los 365 días del año. Ella viene a mi casa y hacemos pijamada, "cocinamos" de paso tenemos el número de los bomberos por las dudas o bien yo voy a la suya.

Cuando iniciamos la escuela secundaria fue algo muy divertido, primero, porque todos nos miraban como extraterrestres. Todos temerosos por ser el primer día, y nosotras saltando, gritando, haciendo bochinche por doquier.

Es verdad y no niego, no me gusta relacionarme con las personas es por ello que en las etiquetas de los adolescentes soy "La extraña, solitaria, culta y lesbiana" Me parecen entupidas esas etiquetas, y a todos por seguirla. No soy la chica "más linda" según todos del instituto Lebiston pero me he podido dar el gusto de rechazar a varios imbéciles, lo que confirmaba mi orientación sexual supuestamente.

Primero es que, en primer año. Hace ya unos años, quien estaría interesada en los chicos, o al menos yo no estaba me parecen y parecían perdida de tiempo y por era razón los rechazaba. Además de que con Micaela pasábamos todo el tiempo juntas, eso y otras cosas mas alimentaron el rumor. Y nosotras, como bromistas aprovechamos ese rumor y lo alimentamos aun mas. 

Esta seria nuestra broma maestra, nos burlaríamos de todo el instituto haciéndoles creer junto a Mica que éramos lesbianas, y además de eso, que estábamos enamoradas.

Y así fue, semanas siguientes esparcimos el rumor de que éramos pareja. Hasta lo publicamos en Facebook .

Ella con su cabello rizado y yo con mi cabello lacio, de la misma estatura caminando por las galerías del instituto Lebiston de la mano.

Tuvo mucha controversia. Fuimos el centro de atención por semanas. Todo termino cuando citaron a nuestros padres, la verdad es que el instituto es religioso y bueno, estaban muy enfadados, por sobre todo, el sacerdote Marcos por tal rumor. Lo cierto es que nuestros padres negaron tal "acusación" y evitaron que de esa forma nos expulsaran.

Mi padre, si es que tomaban esta medida, no iba a dejar las cosas como estaban. Los iba a demandar por discriminación, lo amo, es mi héroe. Defiende a todas las personas, y más cuando se trata de este asunto. Sobre los LGBT ya que en su juventud no hizo las cosas bien, incluyendo con su hermano, mi tío. Pero eso, es otra historia.

- Alexandra, puedes ir a secretaria y traerme una tiza blanca, por favor. Su preceptora olvido traérmela y debemos comenzar la clase inmediatamente. Dijo mi profesora de matemáticas con un tono muy amable y dulce como invitándome hacerlo

- Pues claro, enseguida. "No quiere un café de Starbucks también?". Dije bajando la voz refunfuñando. Estaba terminando unos ejercicios, que esperaba? Me enfade.

- Perdón, dijiste algo?. Contesto, al parecer escucho algo que no debió escuchar.

- No, nada profesora, inmediatamente lo traigo. La verdad es que la señora Susana era agradable pero me interrumpió y cuando lo hacen, se ganan mi odio.

Sin más remedio fui a por esa bendita tiza, pero me urgía ir al baño. Así que fui de camino.

Por suerte, lo mantenían limpio e higiénico. No como en los baños públicos que muchas veces no lo están, era agradable estar en este supongo.

Como casi todas las chicas me tarde, mire mi reloj en la muñeca izquierda y noté que me tarde bastante. Acomode mi cabello lo mas rápido posible antes de que Susana iniciara mi búsqueda por helicóptero si era necesario. Cuando salgo corriendo, al abrir la puerta se escucha un estruendo.

Choque, y no con la puerta, choque y me golpee con alguien.

Esto no era para nada bueno, y mucho más que vergonzoso. Mi mente estaba en modo homicida y la persona que estaba frente a mi se había ganado mi actuación en mencionado modo. 

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