El primer día de Natsuki
El sol era radiante, era un día completamente nuevo, me levanté con energía de la cama, la arreglé y la guarde en el armario, abrí el ropero, allí estaba mi uniforme, me lo pusé y fui a bajo al desayunar, mis padres estaban desayunado y vieron mi rostro feliz.
-Natsuki, ¿Por qué estás tan feliz esta mañana?, nunca se había visto así desde hace años.-
-Hoy es mi primer día en el nuevo instuto y creo que será distinto al resto.-
-Seguro que haces buenos y nuevos amigos, y no te darán de lado, no te preocupes por ello, tan solo, sonríe.-
Sonreí alegremente y me levanté y deje mis cuencos en el fregadero y fui arriba a coger mi mochila y salí por la puerta con mi blog de notas en la mano.
Cogí el camino más corto para llegar al instituto Myself Yourself que estaba colina arriba, pase por el parque donde las flores de cerezo estaban floreciendo, eran preciosas, siempre me había gustado pasar por allí, era relajante y tranquilo.
Me senté en uno de los bordillos que había en el parque, ya que, aún tenía tiempo de llegar.
Por allí pasó un chico moreno, alto y con una amplia sonrisa, parecía feliz, con sus amigos hablando parecía mostrar siempre una sonrisa, pasó por mi lado, se detuvo un momento y me observó, y se sonrió, después de eso, le lanzé una gran sonrisa.
Sus amigos le hablaron pero el pareció que se había quedado en algún estado pensativo pero después respondió a la llamada.
Miré el reloj, ya era la hora de ir para entrar y saber que clase me tocaba, estaba muy entusiasmada que no podía contener mis lágrimas de alegría, no era un camino largo, el parque estaba cerca del instuto solo tardaría 2 minutos en llegar.
Cuando llegue, fui a ver la lista: Clase 2D.
Subiendo las escaleras estaba la clase, subí con paso ligero, me encontré con una larga cola de estudiantes, los cuales, iban a la misma clase que yo.
Entré en la clase, y me senté en la primera fila adelante, dejé mis cosas y pasé a saludar a todo el mundo.
-Ohayou.-
Se giraron y me vieron, estuvieron a punto de saludarme pero...salieron corriendo.
-Solo...quería saludar...-
En ese momento pensé que todo volvía a ser como siempre pero cambio cuando alguien por detrás de mi, me saludo, su voz era grave pero muy alegre.
-Ohayou.-
Me puse nerviosa, no sabía que decir, simplemente tartamudeé. Solo pude ponerme roja y algo pálida.
-¡Kouki-Kun!.-
Le llamaron sus amigos, aún así, seguí sin decir palabras.
-¿Has saludo a esa chica?, es demasiado extraña y da un poco de miedo.-
-Si y cuentan que tiene poderes ocultos, negros.-
-¡No digáis tonterias!, es una chica normal, no hay nada malo en saludarla.-
Mi rostro se volvió a llenar de alegría por aquellas atentas palabras de aquel chico que se llamaba Kouki.
En ese momento mi corazón comenzó a latir de una manera muy rápida, no podía controlarlo, no le di importancia, seguramente era por los nervios.