- Tranquilo, no voy a dejar que te pierdas – dije dulce. Sonrió levemente.
Nos alejamos y tome su mano, para llevarlo a buscar un poco de ropa. Comencé a poner en sus manos, cada cosa que veía. Quería que se probara todo. Jeans, playeras, camisas, bermudas, pantalones de vestir. Hasta un esmoquin, oh vamos, ambas sabemos que se vería muy bien con uno puesto.
- Y esto, también – dije colocando unas zapatillas sobre la gran pila de ropa que tenía encima.
- ¿Todo esto? – dijo sin poder creerlo.
- Si, quejón. Todo eso – le dije.
Tome su brazo y lo conduje hacía uno de los cambiadores. Lo empuje allí dentro, y yo me senté en una silla, fuera, frente a él. Mire divertida a mi alrededor, las chicas de la caja me miraban sin dejar de reír.
- ¿Listo? – le pregunte.
- Ya casi – me contestó. Luego de eso salió. Lo mire bien.
- No, eso no – dije negando con la cabeza.
Hizo un gesto de odio con la cara y volvió a entrar. Yo reí divertida. Los minutos fueron pasando. Él salía y entraba. Yo reía y negaba con la cabeza. Eso sí, eso no. Esas eran todas mis palabras. Jackson irritado, volvía a entrar y volvía a salir. Era tan gracioso. Gire mi cabeza y me enamore de un vestido del mostrador. Era hermoso, era el vestido de mis sueños. Como los que usan las actrices de Hollywood en la alfombra roja. Era negro, largo hasta el piso. Su espalda estaba descubierta y los bordes de los breteles estaban bordados con piedras preciosas. Sin pensarlo lo tome y entre en el cambiador de al lado. Ambos salimos al mismo tiempo. Él llevaba puesto el esmoquin que le escogí. Me miro bien, de pies a cabeza.
- Te ves tan... – me dijo y no termino la frase.
- ¿Tan? – dije. Se acerco a mí.
- Tan hermosa, preciosa – dijo. Sonreí levemente.
- Y tú también – le dije.
- No sabes cómo me gustaría entrar allí dentro y sacarte eso, para jugar contigo, perderme en tu cuerpo, en tu aroma, en tu piel – me dijo con voz pesada. Trague sonoramente.
- Jackson, no seas impulsivo – le dije. Se acerco un poco más a mí.
- Juro que estoy intentando no serlo – dijo. Lo mire bien.
- Recuerda que tienes que encontrar algo bueno en ti, y según Dios la lujuria no es buena – dije nerviosa.
- Dime 'que' – dijo. Lo mire extrañada.
- ¿Qué? – le pregunte algo confundida y sin entender.
Se acerco más a mí y choco su frente con la mía. Su respiración era agitada. Su mirada intensa. Juro que podía escuchar los latidos de su corazón. Levanto sus brazos e hizo lo que menos me imaginaba. Me abrazó. Me estrechó más contra su cuerpo.
- Sin la mitad de mis poderes es mucho más complicado controlarme – me dijo un poco agitado. Sin dejar de abrazarlo, suspire levemente.
- Ya lo veraz, que podrás y le demostraras a Dios que hay algo bueno en ti, y que no siempre eres malo y mentiroso – dije divertida y me aleje de él.
- Es lo que más quiero hacer en este momento – me dijo. Le sonreí levemente – Mentira, lo que más quiero hacer en este momento es otra cosa.
- ¡Jackson! – le dije reprendiéndolo.
- Jajajajaja, Lo sé, lo siento. Soy un imbécil – dijo. Asentí divertida.
Entramos de nuevo a los cambiadores, nos cambiamos y salimos de allí con un montón de ropa. El vestido y el esmoquin quedaron en su lugar. Eran demasiado caros. Nos acercamos a la caja, y ninguna de las chicas dejaba de mirar a Jackson.
- Te espero afuera, preciosa – me dijo y como buen desubicado palmeo mi trasero. Lo mire asesinamente. Me guiño un ojo y salió. Revolee los ojos y volví mi vista a la cajera.
- ¿Cuánto es? – le pregunte.
- 1500 dólares – me dijo medio boba.
Le alcance mi tarjeta de crédito, que de paso sea dicho cuando me llegue la cuenta a fin de mes, voy a querer morir. La chica me cobro, mientras que las otras miraban a Jackson. Reí por lo bajo. ¡Dios, es tan provocador!
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SENTIMIENTOS CON EL DIABLO [Jackson Wang y Tu](adaptada)
Fiksi PenggemarPersonajes: Jackson Wang y ____(Tu) Sinópsis. ¿Nunca pensaron en venderle su alma al Diablo por conseguir todo lo que quieren en la vida? Yo sí, lo pensé y lo hice. Pero, ¿Qué pasa cuando te terminas enamorando de él? No solo se lleva tu alma, s...