Campo de Batalla

2

John

-John, baja a comer- Gritaba una dulce y melodiosa voz.

-Voy mamá, espera- John estaba escuchando su canción favorita "One" del grupo Metallica, una canción antigua, casi de hace tres siglos. Bajó el volumen de su computadora y se dirigió al comedor de la casa de sus padres.

-En un momento sirvo tu plato, es que ando un poco ocupada, ya sabes, tu padre requiere mucho cuidado-. María, la madre de John era una mujer de casi 50 años (48 para ser exactos) Pero parecía de 30, su belleza era algo envidiable, sin embargo, el cansancio y la falta de sueño se notaban de lejos.

"Lástima que me parezco más a mi padre" pensó John, que no rozaba ni los 20 y ya parecía un hombre de 30 que aún vivía con sus padres.

-Deja, yo me sirvo, no hay problema descansa un poco- Dijo John mientras tomaba un plato del fregador.

-Por eso te amo mi rayito de Sol- Respondió María, dándole un beso en la mejilla, dejando un poco de labial rojo en ella.

-No es para tanto la verdad, y te dije que no me dijeras rayito de Sol, mañana cumplo 19 años, ya no soy un bebé ¿sabes?-.

-Es cierto, lo siento, es solo que no me hago a la idea de que en una semana te vas de mi vida- Dijo en un tono triste María.

-Descuida mamá, me voy a la Universidad, no a Midris-.

-Eso lo sé, sin embargo toda madre siente un dolor inmenso cuando sus hijos toman nuevos caminos y se empiezan a alejar-.

-No te preocupes, yo estaré siempre para ti, no me iré a ningún lado-.

-¡MARÍA, JOHN, AYUDA¡- La voz provenía del cuarto privado del padre de John.

John y María fueron rápidamente a su cuarto y vieron que Antonio, el padre de John, estaba tirado en el suelo.

-¿Pero qué hiciste Antonio? Sabes que no te debes mover de tu silla de ruedas-. Dijo María - Ven John, ayúdame a levantarlo-.

Ambos pusieron al hombre devuelta en su silla.

-Quería alcanzar esa botella de agua, estoy sediento- Dijo Antonio, un poco deprimido y avergonzado.

-Me hubieras llamado, por eso estoy aquí, para atenderte- María estaba muy enojada.

-¡Quería hacerlo por mí mismo, ¿sabes lo deprimente y frustrante que es el que te hagan absolutamente todo? ya ni me puedo bañar solo¡- Antonio se puso a llorar

-Sí, lo sé amor, créeme que nadie más que yo quisiera que volvieras a ser el de antes, maldigo el día de tu accidente-.

El padre de John era un exitoso empresario, dueño de una fábrica de gomas de mascar, ganaba mucho dinero, lo cual creaba demasiados remordimientos entre la gente que lo rodeaba, un día se dirigía a trabajar cuando una camioneta lo arroyó y perdió la movilidad de la mitad de su cuerpo, al igual que la de sus dos piernas, aún no se sabe quién fue el culpable del accidente, y si fue planeado o no, la empresa cerró al poco tiempo del accidente, dejando en una enorme quiebra a la familia de John.

John no aguantaba ver a sus padres llorando por su pasado, así que salió de su habitación y comió en silencio, encendió la televisión para no oír los sollozos de su padre, vio en las noticias una historia demasiado alarmante, que decía "Lo hemos logrado", el Presidente estaba dando un anuncio

-Compañeros, hoy hemos logrado nuestro primer paso hacia la unificación del mundo entero, se ha bombardeado el Palacio de Justicia de Midris en nombre de nuestra nación-Sonaron varios aplausos.

-¡¡¡¿Qué?¡¡¡, ¿quién se cree este loco, cómo va a celebrar semejante atrocidad?-Dijo John apuntando al televisor con su dedo índice. -¡Mamá¡ ven rápido-.

-¿Qué sucede John?- Dijo María, que al parecer estaba dormida.

-Mira esto-.

El Presidente continuó su discurso -Creyeron que era mentira, creyeron que éramos unos débiles, esto le enseñará compañeros, Mendil triunfará, y pronto seremos todos hermanos, no habrán clases sociales, no habrá escasez, todos seremos un solo pueblo, yo los guiaré a la tierra del mañana-.

-Dios mío John, no lo creo- María había perdido cualquier indicio del sueño.

-Eso quiere decir que...-.

-Sí hijo, habrá guerra-.

John no paraba de pensar en la parte de su canción favorita que decía "¿Qué es la Democracia?... Tiene que ver con jóvenes matándose unos a otros".