Jugando al amor

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 Amy's POV

 Hace un mes exactamente que Shadow me dió ese beso. Pero aún siento lo mismo cada vez que lo recuerdo. Y también recuerdo la cara de sufrimiento que Scarlet puso cuando vió esa escena. Vaya, vaya, parece que estoy en medio de un triángulo amoroso, sin embargo, él, que la conoce mucho más que yo, parece no haberse dado cuenta de nada. ¿Será idiota?

 -Amy, nos vamos ya. ¿Nos acompañas?- Dijo Jade, sacándome completamente de mi dimensión alterna.

-Ah, perdona. Sí, vámonos juntas.- Le contesté. ¿Quieren saber por qué ella mencionó a alguien más?

 Desde aquel día, Zedka se ha transferido a nuestra escuela; anteriormente estudiaba en una academia especial de magos: Gakkou no Mahou no Renkinjutsu (Escuela de Magia y Alquimia), o como ella lo abrevia, MahoRen. Casualmente, esa institución junto con Zedka, es de Oxen, al igual que Jade. Supongo que es por eso que se conocieron y se están llevando muy bien.

-... maldita zorra. - ''¿Qué?'' Fue lo que pude decir, sinceramente eso me sacó, de nuevo, de Amylandia. Aparentemente, Zedka y Jade habían estado conversando todo el camino.

- Que la chica de tercer año, Mirannaje, ha estado engañando a su novio con varios otros, y se ha metido con el de una de mis compañeras.- Me contestó Zedka.- Es una maldita zorra.- Repitió. Obviamente, ella iba unos cursos más abajo que Jade y yo, por lo que no entendía bien el asunto. -¿Estabas escuchando al menos?-

- Déjala, Zedka, ella sabe lo que hace.- Me defendió Jade.

-Sólo digo que debe cuidarse. Mirannaje puede meterse entre ella y Shadow.-

-No lo creo, y en todo caso, ellos no están saliendo aún.-

 Ahora sí... que no entiendo nada. Al parecer, Jade lo notó y me explicó.

-Parece que no estabas escuchando.- Bingo. -Amy, Zedka cree... -Corrigió, cuando la otra le lanzó una mirada de complicidad- Bueno, creemos que una chica, Mirannaje, planea meterse en tu relación. Sí, tal vez no lo haga porque no sabe nada de ello pero... - Siguió, y yo de vuelta viajé a mi mundo. Le expliqué que no había nada de qué preocuparse, y que debía apresurarme pues me vería con Shadow ese día.  La verdad no había ningún peligro, nadie sabe ni puede saber sobre mi relación, que apenas está comenzando a germinar, ya que podría quedar mal moralmente como delegada de la clase. En nuestro colegio, no están permitidas las relaciones amorosas, mucho menos con gente que no tenga que ver con estudiantes del establecimiento, o bien, no está visto de buena manera en la sociedad, el demostrar afecto en público, por lo que esta escuela ha impuesto esta norma. Es una regla tonta, lo sé, pero hasta este momento, nunca me lo había planteado.                 

 Mientras mi cabeza realizaba filosofía existencial acerca de aquella formalidad, llegué a mi casa sin notarlo, y tardé un momento en encontrar las llaves del departamento. Me había mudado de casa hacía unas semanas, ya que este piso me queda más cerca del establecimiento escolar. Independientemente de ello, siempre acostumbraba en ''localizar'' las llaves dentro de mis bolsillos unos metros antes de llegar a la puerta y así ahorrar tiempo y peligro, pero hoy, precisamente se me ha olvidado. Definitivamente, Shadow me tiene embobada.

 Pasaron las horas, el erizo llegó, nos divertimos, comimos, y finalmente, hablamos sobre nosotros: profundizamos acerca de nuestros gustos, hobbies, y demás cosas, sobre todo aclaré algunas de la infinidad de preguntas respecto a Shadow, sin embargo...

-Shadow, ¿Por qué no me cuentas lo que pasó la primera vez que fui a tu cabaña? Dime por qué me llamaste María por un momento, y por qué te pusiste así de melancólico.- Dije en cuanto encontré el momento adecuado. ''Por qué. por qué, por qué...'' Era lo que resonaba en mi cabeza.

 Inmediatamente, su semblante cambió, pero procedió a explicarme todo con lujo de detalle. María era su antigua amiga de la infancia, era la nieta de su creador, Gerald Robotnik. Ella le tenía un profundo aprecio, prácticamente crecieron juntos. Un día atacaron la colonia espacial en la que residían, y la pobre humana, no fue precisamente una de las sobrevivientes. De hecho, sólo quedaba una cápsula de emergencia, y, por desgracia, no cabían ambos en ella. María de un empujón metió a Shadow en ella, y justo cuando estaba a unos metros de la nave, ésta estalló, quemando consigo la existencia de muchas personas, y también la de la niña.

 Nuestro erizo oscuro, sin saberlo entró en un estado de criogenización, y es así cómo ha sobrevivido hasta ahora.

 Entré en estado de shock.  No tenía la más mínima idea de lo que debiera decir. Él también se quedó callado. Lo primero que hice, y lo único que hice en ese momento, fue acercarme a él, tomarlo de las manos, frías como siempre, mirarlo a los ojos, tan imperantes como siempre, acariciar su piel, áspera pero hipnotizante, y lo besé, lentamente.

 Nuestros labios se unieron silenciosamente, y tomaron la misma temperatura, trasmitían todo lo que quisiéramos decirnos en sensaciones de un fuerte y abrumador fuego. Candente y apasionado, nos conectaba perfectamente, haciendo que también nuestras lenguas se unieran y danzaran de forma elegante.

 Ahí, en ese momento, nos dijimos absolutamente todo lo que respectaba al momento, y mis dudas se alejaron por completo, al menos por ese instante, y me dediqué a disfrutar de aquel beso, que encerraba toda la pasión que Shadow se había estado guardando, y yo también. 

 Entre abrazos y caricias, nuestras lenguas jugueteaban en nuestra boca, hasta que el aire se nos iba y nos separábamos.

- Shadow...- Alcancé a decirle una de las tantas veces que nos desuníamos. - Tal vez deberíamos parar...

-He esperado tanto por ello, es imposible parar. Y tú tampoco quieres hacerlo.

Dicho esto, proseguimos, como si hubieran puesto otra canción para besarnos al compás de ella. Podría narrar esto toda la vida, pero de otra forma no puedo continuar con la historia.

 Cuando ya se nos acabó el oxígeno y estábamos sumamente agitados, sin dejar de abrazarnos, él acarició mis hombros, mi nuca, mi espalda. Supe lo que quería y lo que haría a continuación, pero me separé.

- ¿Por qué...? - Articuló.

-Es demasiado pronto. No creo que debamos...

Como volviendo en sí, se pasó una mano por el cabello, y más calmado me pidió disculpas. Las acepté.

-Creo que es hora de irme- Dijo. -Es tarde y mañana debes madrugar.

- Lo... sé. Perdona.

-No te preocupes. Sé que aún no estás lista.- Uy, gracias por comprender.

-Cuídate, y gracias por lo de hoy. 

-No es nada.

Como si me leyera la mente, aclaró:

-Me refería al beso. Yo también te amo. - Y antes de marcharse y dejarme roja como un tomate, me robó otro beso y, finalmente, lo vi alejarse y perderse en la oscura ciudad.

 Cerré la puerta de un azote. No lo podía creer. Estaba enojada con él, por hacerlo de nuevo, conmigo, por decepcionarlo, o mejor dicho, por haberle negado de esa forma, y con él de nuevo, por haber dicho lo que dijo. 

-''Yo también te amo''... ¿Quién se cree?- Me repetí varias veces en voz alta y golpeándome la nuca contra la puerta. Esta sensación... Ese fuego, me está llevando a pensar cosas pecaminosas, algo ardiente sentí debajo de mi muslo, en la entrepierna, pero bajo toda circunstancia estaba negándolo. Tenía que parar de alguna forma. Me di una ducha fría y me acosté de inmediato.

 Pero por más que hice lo que hice, mi mente y mi cuerpo no se calmaron, haciéndome soñar la más hermosa de las veladas. 

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Hola mis nekos!! Perdón por no actualizar, estuve ocupadísima con estudios y con muy poca inspiración, pero ya terminé este cap con el asunto un poco más centrado en la nueva relación de noviazgo de Amy y Shadow, porque me pareció que me estaba saliendo de la trama central. Le puse un poco de picantito y detalle como ofrenda de disculpas por tardarme tanto en acutalizar xD

Espero les guste, gracias por leer!! <3

+Kyan-chan+

ShadAmy, Los lazos del destinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora