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Bien, Jin se comenzó a tomar su Frappé tranquilamente, regañándose mentalmente por no saber controlarse. Supongo que aprendió la lección...

Volviendo a lo de ahora, el Frappé era delicioso. Era relajante, de buen sabor. No sabía cuándo, pero de un momento a otro terminó de beber. Bueno, no podrían culparlo si aquel Frappé era delicioso; el chico no era lindo solamente, sino que también sabía cocinar bien al parecer. Bien, otra vez había comenzado a pensar en el chico, no puede simplemente. Por ahora, tratará de ordenar sus pensamientos.

Y la noción del tiempo se había perdido, ya se había terminado el Frappé en un parpadeo. Bien, ahora la cuenta. Buscó al mesero con la mirada, al cual de inmediato ubicó, pero algo que le sorprendió es que ya le estaba mirando. El pelinegro desvió su mirada hacia otro lado, sonrojándose de forma notoria. Una sonrisa se había colado en los labios de Jin al ver, a su parecer, aquella imagen tan tierna del chico. El pelinegro volvió a mirarle, esta vez Jin hizo el típico gesto de "Me trae la cuenta, por favor" y obviamente, lo entendió. En unos pequeños segundos ya venía el chico con la cuenta hacia la mesa de Jin.

—Aquí está su cuenta, señor. —El pelinegro dejó una pequeña bandeja, con una boleta en la cual decía lo que debía pagar Jin. El castaño vio aquella boleta, y, vaya, era bastante económico venir aquí. De inmediato sacó su billetera, dejando un billete encima de la boleta.

—¿Incluyo la propina, señor?

—Por supuesto que sí, no diría que no a eso.

—Es que quizás pude atenderlo mal y...

—Me atendiste bien, enserio. —Jin quedó mirando los oscuros ojos del pelinegro, conectando ambas miradas. Ambos se quedaron así por un momento.

—Ah... ¡L-lo siento! En seguida traigo el cambio, señor. —Jin asintió, y el cuando el mesero se retiró, suspiró. No se supone que deben pasar estas cosas con apenas mirar a una persona, ni siquiera sabe el nombre de aquél chico. Lo que le está pasando no lo había vivido antes.

—Aquí está. —Y nuevamente sintió que aquella dulce voz lo sacaba de sus pensamientos, sacudiendo su cabeza de manera discreta para luego dedicarle una sonrisa al pelinegro.

—Muchas gracias. —Tomó el cambio y lo echó en unos de sus bolsillos, levantándose de su lugar. —Realmente el Frappé estaba muy bueno.

—¿En serio? Gracias, señor. —Respondió el más bajo, sonriendo. Ahora que se daba cuenta, Jin era más alto de lo que pensaba.

—No hay de qué. Nos veremos en otra ocasión. —Dijo, devolviendo la sonrisa.

—¡Sí! Ah... Uhm, digo... Está bien. —El chico era tan tierno cuando se ponía nervioso. —Bueno... Hasta luego señor, espero verlo pronto. —El menor se inclinó, para luego voltearse para ir a atender otros asuntos, pero algo le impidió avanzar.

—Eh, oye... —Jin le había tomado la muñeca suavemente al menor, pero cuando se percató que había captado su atención, lo soltó lentamente para no incomodarle. —¿Podría... saber tu nombre? Si no quieres decírmelo está bien, yo solo...

—Jeon Jungkook. —Respondió el chico, y a este se le escapó una pequeña risa. "Su risa es hermosa" pensó Jin. —Lo dice aquí. —Y apuntó a una especie de credencial que estaba enganchada a la camisa.

—Oh... No me había dado cuenta, soy un tonto, hahaha... —Bueno, eso le pasaba por distraído.

—No se preocupe, puede pasar. —Y ahora las pequeñas risas de Jungkook se transformaron en una amable sonrisa. —¿Yo podría saber su nombre?

—Kim Seok Jin. —Respondió de inmediato, ofreciéndole la mano a Jungkook. Ya saben, para estrecharla como personas normales cuando se conocen, no es para tocar su mano, claro que no.

—Es un lindo nombre. Un gusto, señor Jin. —Dijo Jungkook con algo de timidez, estrechando la mano de contrario. Luego de eso, ambos se soltaron suavemente al mismo tiempo.

—El gusto es mío, Jungkook. —"Su mano es suave, cálida y pequeña. Tan lindo...". Y ahí iba otra vez. Ya basta, debe irse ya. —Mh... Bueno, adiós, Jungkook. —Se supone que debía darse la vuelta e irse, o eso hubiera querido. Otra vez conectaron sus miradas, pero esta vez fue de otra manera que no se podría decir con palabras. No sé que pasó con Jin, quien debía tener control en sus acciones, se acercó un poco al rostro de Jungkook.

—¿S-señor Jin? —Ahora el pelinegro estaba completamente rojo, y por otro lado, el castaño se acercó más...

  

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ÑADLKDASPDOKAÑOK POR FIN ES VIERNES *Derrumba todo* okya. ¿Qué tal quedó el capítulo? 7uuuu7 Mañana subiré el otro, y como había dicho antes voy a tratar de escribir más para subirlos a diario y no estar casi la pinche semana sin nada por culpa del colegio. Y pues eso, espero que le haya gustado, no olviden dejar su estrellita caguai que me alegra muzho. <3 Byebye.

「   coffee 。」ksj+jjk {cancelada}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora