POV PABLO
Estaba totalmente cansado, hoy mi hermanita se casaba, era como mi hija más que mi hermana, pero sabía que ella era feliz al lado de Jensen y que él haría hasta lo imposible por siempre hacerla feliz.
Sabía que Kira estaría en la iglesia y en la fiesta y a pesar de creer estar listo para verla, cuando salí por el pasillo junto a Sofi y vi lo hermosa que estaba Kira sentí como mi corazón se volvía a llenar de vida, de luz, ella iluminaba todo, estaba más radiante que nunca, había algo distinto en ella, pero algo distinto y bueno, ese vestido acentuaba cada rasgo de su piel de su cuerpo, se notaba que había ganado un par de kilos, y le quedaban hermosos, pero noté como su rostro cambió cuando me vio aparecer, noté como cada parte de ella se tensaba, pero de repente se volteó a observar a Ángel y la mirada de él se dirigió al vientre de Kira, cosa que llamó mi atención, ellos estaban en primera fila así que iba a poderlos observar mejor, lo que no esperaba era verla poner sus manos sobre su estómago de la manera en que lo hizo, y a pesar de que su vestido era suelto cuando coloco sus manos de esa manera note un pequeño bulto en su vientre y en ese momento rogué a todos los santos que fuera mentira lo que creía y que si era verdad más le vale que yo fuera el culpable de ese pequeño bulto en su vientre sino mataría a Ángel por no habérmelo dicho.
La ceremonia terminó sin inconvenientes, no dejé de observar a Kira de reojo en ningún momento, cuando la vi llorar quería absorber cada una de sus lágrimas, quería volver a sentir sus labios, necesitaba de ella, mi vida sin ella había sido y es horrible; la amo y no sé por dónde empezar para hacerle entender todo lo que ella es para mí.
Iba a esperar a llegar al salón donde se realizaría la fiesta, pero justo en lo que íbamos todos saliendo de la iglesia la vi que salía por poco corriendo, así que por miedo a que se escapara y no pudiera verla nuevamente me acerqué a ella lo más rápido que pude y la agarré suavemente de su brazo y la guie a una de las salas de la iglesia. Ella no reaccionó hasta que se dio cuenta que era yo quien la había llevado hasta allí.
- ¿Qué es lo que crees que haces Pablo? - me pregunto
- ¿Qué es lo que creo que hago? ¿Tú me lo preguntas? ¿En serio Kira? Te vas por meses sin decirme donde estás, no me escribes, no me llamas, me dejas a través de una nota y tú me preguntas esto. ¿Qué te pasó por la cabeza?
- ¿Tú te atreves a preguntarme eso? Vi tu rostro ese día con tu ex, primero la quisiste echar y de repente te dijo dos cosas nada más y te convenció, lo vi en tu mirada, tu aún la amas, amas a Alyssa. Y por favor si está ella aquí lo mejor será que hagamos de cuenta que nunca fuimos nada, no quiero arruinar el casamiento de nuestros hermanos.
- Eso no va a pasar Kira
- No me mientas, basta de mentirme, solo me usaste para olvidar a tu ex, y cuando ella apareció lo pude ver.
- Estás loca Kira, como puedes decir eso, deja de pensar cosas que no son.
- Más tarde hablaremos, no ahora, no quiero ser un problema en tu vida y en la de Alyssa, aunque sé que lo seré cuando nos sentemos a hablar.
- Por Dios Kira déjame hablar, estas confundiendo todo.
- No es así, sé de lo que hablo.
- No, no lo sabes.
Justo en ese momento Kira se estaba por marchar, pero la agarré de la cintura y la volteé para besarla y lo hice pero a la vez que lo hice sentí como su vientre chocaba suavemente con el mío.
- ¿Estás embarazada?
- Eso no te importa
- ¿Cómo que no me importa?
Empezó a tartamudear y toda ella se puso nerviosa.
- Ok. Perdón. Si, si estoy embarazada de 5 meses y sí es tuyo y lamento no haberlo dicho antes pero no quiero ser una carga en tu vida y que mi hijo lo sea si tú así no lo quieres. Si no quieres saber nada de mi hijo porque ahora que estás con Alyssa lo comprenderé y me iré y no sabrás nada de nosotros nunca.
Cuando Kira terminó de decir todo, yo estaba anonadado, iba a ser padre, y Kira la madre de mi hijo; estaba a punto de largarme a llorar de felicidad, pero la misma se apagó cuando Kira salió corriendo por la puerta.
Salí atrás de ella, pero ya era tarde, ella se acaba de subir a un taxi. Inmediatamente llamé a Ángel para que se asesorara que estuviera bien y así lo hizo.
Durante la fiesta de casamiento la volví a ver, pero cada vez que veía que me aproximaba a ella se alejaba y al último decidí cederle su espacio, pero no por mucho tiempo.
Ella hoy iba a dejarse de terquedades, va a ser mi mujer, porque sé que me ama tanto como la amo yo.
ESTÁS LEYENDO
Quiero que seas mío
ChickLitNo paraba de retorcerme en la cama, sentía como él rozaba mis caderas con las suaves y grandes manos que poseía; de a poco, muy lentamente iba subiendo, dirigiéndose al valle que formaban mis pechos para luego proceder a acariciarlos, lamerlos, mord...