Capitulo 2.

270 29 5
                                    

La noche era fresca.

En un clima como aquel, lo que más le gustaría a Haruka seria estar acurrucado con Makoto en su cama, viendo una película o simplemente disfrutando de la compañía del otro en una platica silenciosa donde podían expresarse todo lo que sentían con la mirada.

Pero no era así aquella noche.

Mientras Haruka corría con sus piernas acalambradas y su corazón latiendo acelerado, la Luna miraba su recorrido desde el cielo, como si también quisiera saber que pasaría con su amado.

¿Por qué? ¿Por qué tenia que pasar esto? ¿Dios estaba intentando castigarle por algo?

Haruka pronto comenzó a exhalar por la boca y su paso era más lento a cada momento que pasaba. Las lágrimas volvieron a abrirse paso en sus ojos azules.

-Por favor... espera por mi Makoto... - Soltó en un suspiro.

.

.

.

No llores... - Le pidió con ese aire maternal que solo Makoto poseía.

Rin tomo fuertemente de la mano del castaño, al tiempo que más gotas cristalinas caían por su rostro.

-No te vayas Makoto.- Solo entre sollozos.- Si no lo haces por ti, hazlo por Haru... No puedes dejarlo así... No podrá resistirlo.

El labio inferior del castaño tembló ligeramente.

<< Esperaré por ti, Haru>> Pensó Makoto al tiempo que daba un suave apretón a la mano de Rin.

.

.

.

Finalmente sucedió.

Sus piernas le fallaron y cayó al suelo con un sonoro golpe, no había ni un alma a aquella horas que le ayudará a levantarse, alguien que le ofreciera una mano, una palabra de aliento, no había nada.

Sólo estaba él.

Sólo él.

Se apoyó en sus manos y se levantó con sus piernas temblorosas y su pantalón rasgado.

Exhaló profundamente, intentado amortiguar el dolor, no el de sus piernas o el de sus manos con raspones, si no el dolor que inundaba su corazón.

Espero un momento y volvió a retomar su carrera.

Sabía que no era lo suficientemente rápido, jamás lo había sido, el cielo sabia lo mal que se le daba los deportes en Tierra, y en momentos como estos se maldecía a si mismo por no ser un poco más rápido, por no ser más fuerte, por no poder estar en ese momento con Makoto.

<< Yo debí haber ido con él >> Se culpo << Debí haber estado con él, era nuestra boda, yo debí de estar con él >>

Lo lamentaba, en serio lo lamentaba, había sido egoísta pensar que Makoto podía arreglar las cosas solo.

Toda su vida pensó que Makoto siempre estaría a su lado, incluso antes de ser pareja no podía imaginarse separado de Makoto, jamás pudo imaginar que algo así pudiese pasar. Perder a Makoto seria como perder la mitad de su vida.

No, perder a Makoto sería como perder su vida completamente.

¿Qué haría el sin Makoto? Makoto era su motor, el optimismo que dominaba su frialdad, era su alma gemela, Makoto era... Era él que provocaba las mariposas en su interior, Makoto era su razón de ser.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Jul 03, 2016 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Siempre te cuidare.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora