Capítulo 3 - Empezamos de cero

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Al llegar SUPER enfadada a mi habitación deseé no haber entrado en ella. No me lo podía creer: desde mi ventana vi a Michael Mika como quiera que se llame. Ahggg de verdad como lo odio. Gracias a él me había enfadado y, gracias a ésto, aún más. Creo que acababa de entrar en ella y, por suerte, no me había visto. La verdad, haberlo visto no me molestó tanto como lo que pasó a continuación: estaba él tan tranquilo y veo que se sienta en un piano, a tocarlo supongo. Para mi mala suerte, el sonido del piano estaba muy fuerte y su ventana estaba abierta. Después de eso encima se puso a cantar, muy alto también. Así que iba a reventar del enfado que llevaba encima. Pero para no hacer explotar la casa decidí abrir mi ventana e intentar que se callara o bajara el volumen o algo:

- Oye tú, Michael Mika como te llames. ¿Me harías el favor de cerrar tu ventana y bajar el volumen de la música? Porque no sé tú pero hay gente que quiere dormir ¿sabes?

Después de ésto creo que la lié aún más:

-¿Perdón? - dijo dejando el piano y acercándose a la ventana - ¿He oído bien?

- Tú sabrás lo que has oído. Yo no estoy en tus orejas para saber lo que has oído - esto lo dije para joder-.

-Que mala suerte tengo: de todas las niñas repelentes que hay en el mundo y que podrían haber venido aquí, de TODAS, me has tenido que tocar tú - después de eso se cruzó de brazos como satisfecho.

Cerré la ventana de un golpe, salí de mi habitación, de mi casa, y decidir ir a la suya a hablar con él. No me pensaba quedar de bazos cruzados sin hacer nada. No lo iba a permitir.

Estaba a punto de picar a la puerta pero antes de esto la puerta se abrió. Ahora que lo pensaba bien no debí bajar antes de pensar lo que iba a decir, pero por suerte, se me adelantó él:

-Ah ehh hola de nuevo - dijo - yo también quería hablar contigo - Lo dijo de un tono muy tranquilo, como lo estaba él, lo que hizo que me tranquilizara un poco a mi también.

-Vale, de acuerdo. Qué quieres

- Lo que quiero es empezar de cero

-¿Qué?

-Pues eso: quiero empezar de cero. Creo que hemos empezado muy mal y no debería ser así ya que somos vecinos - de verdad, este chico es muy bipolar, pero me gusta. - Y también quiero decirte que lo siento por todas esas cosas que te he dicho, pero es que estoy pasando por un mal momento y estoy borde. Lo siento de verdad.

Lo que ahora no podía hacer era gritarle porque creo que estaba diciendo la verdad y me dio pena.

-De acuerdo - dije después de un largo rato de reflexión.

-Pues... Hola, me llamo Michael, aunque prefiero que me llamen Mika - me reí.

-Hola Mika. Me llamo ______(Tn), aunque prefiero que me llamen ______(Tn) - y nos reimos.

-______(Tn), ¿te gustaría dar una vuelta? Tengo que pasear a Mel, y así nos podemos conocer un poco mejor.

-Emmm no lo siento, pero tengo que hacer aún muchas cosas de la casa. Otro día será, seguro. 

-¿Seguro?

-Sí, seguro. Pero muchas gracias, Mika. 


Llegué a mi casa de nuevo, pero esta vez estaba contenta, feliz. Hice las cosas que tenía que hacer y después de eso fui a mi habitación. Me tumbé en la cama pensando en lo que había pasado: yo también fui algo borde con él, no todo es culpa suya. Pensando en lo que había pasado recordé que mi madre se cayó de las escaleras antes de irme, así que salí de mis pensamientos y fui a su habitación haber como estaba. Llegué y la vi durmiendo, así que la dejé en paz.

Miré el reloj: ¡¡¡¡Las 21:30!!!!! Estuve como 2 horas recogiendo la casa, limpiándola y ordenando todo, no me di cuenta del tiempo. Fui a la cocina y me preparé algo de comer. Me preparé un bocadillo con lo primero que encontré en la nevera. Lavé los platos y me fui a mi habitación. No pude evitar mirar por la ventana para poder verlo de nuevo. Creo que me empezaba a gustar. Miré por la ventana y le vi: él también me estaba mirando. Me fijé en sus ojos: eran preciosos, eran color miel. Nadie se atrevía a apartar la mirada uno del otro, hasta que oí la puerta de mi habitación abrirse. 

-Hola ______(Tn), ya llegué - era mi padre. Quería matarlo.

-Ah hola papá. ¿Que tal te fue el trabajo?

-Bien, pero estoy muy cansado.

-Ah, por cierto papá: mamá se cayó por las escaleras y bueno... está en la cama.

-¿Por que no me avisa...? - le interrupmí

-Ella no quería y debía presentarme a nuestros vecinos - me acordé de él, quería verle- Papá, yo también estoy cansada. Quiero dormir - dije abostezando.

-De acuerdo______(Tn). Que descanses. Buenas noches, te quiero.

-Yo también te quiero. Buenas noches.


Estuve pensando en él hasta que me dormí, y también soñé con él. Era como enfermizo.

Durante los últimos días de vacaciones no lo vi. Bueno, sólo algunas noches desde la ventana. ¿Me estará evitando? En mi mente habían muchas preguntas de las cuales quería saber la respuesta. Ojalá le hubiera pedido su número de teléfono.

Ya sólo quedaba un día de vacaciones y lo disfruté al máximo. Me pasé todo el día pensando en él. Ya harta de éso decidí ir a casa de Paula, mi vecina, a hablar o hacer algo. Lo pasé genial. 

Era de noche y ya me fui a mi habitación a dormir, pensando en Mika, por supuesto. Desperté al día siguiente y me preparé. Había llegado el día. Era el primer día de cole.


El Chico ProhibidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora