El Chico Prohibido

Capítulo 11 - La mejor ducha de mi vida

Llegué a casa e hice lo previsto: comí, hice los deberes y me duche. Las 4:50, salí de casa y me dirigí a casa de Mika.

Piqué y la puerta se abrió, dejando ver a Mika en medio de la sala. Delante de él se encontraba su perra Mel echada en el suelo y sangrado.

-_____(Tn) por favor ayúdame - dijo Mika con cara de preocupación y miedo.

-¿Mi-Mika? ¿Qu-qué ha pa-pasado? - ¿estaba tartamudeando? Bien, en el momento preciso. Soy muy oportuna (ironía).

-Luego te lo explicaré, es complicado. Pero primero ayúdame - se veía que decía la verdad, así que le hice caso.

-Vale, pero ¿qué se supone que puedo hacer? - quería ayudar pero no sabía cómo.

-No sé.... llama a la ambulancia.

-¿No sería mejor llamar al veterinario? - se nota que con los nervios su inteligencia era más baja de lo normal.

-Sí, sí, eso mismo-.

Llamé al veterinario sin pensármelo dos veces y pedí que vinieran a la dirección de la casa de Mika. Me preguntaron que es lo que había pasado pero yo no pude contestar a eso ya que Mika no me dijo nada. Llegaron y vieron la escena: yo asustada, Mel en el suelo estirada sangrando y Mika lleno de sangre y preocupado. Se llevaron rápidamente a Mel y nos quedamos Mika y yo a solas.

-Mika, ¿estás bien? - se le veía preocupado y asustado a la vez-.

-... - no dijo nada-.

-¿Mika? - ahora yo sí que me estaba empezando a preocupar.

-ah - dijo en un susurro y sin ganas.

No reaccionaba a nada de lo que hacía. Algo gordo tenía que haber pasado. Pero no lo podía dejar allí, lleno de sangre.

-Bueno, si no te mueves tú te moveré yo. Tienes que ir a darte una ducha. - Pero no dijo nada.

Lo cogí del brazo y lo llevé hasta la ducha. Al menos contribuyó un poco en caminar para que me fuera más fácil. Llegamos a la ducha pero se quedó quieto, así que no tuve más remedio que desnudarle yo misma. Estaba nerviosa. Comencé quitándole la camiseta. Se la fui subiendo, quité un brazo, luego el otro y finalmente se la quité del todo. Se veía condenadamente... sexy. Pasé mi mano por su musculado torso para apreciarlo más, cuando recordé que ahora me tocaba quitarle los pantalones. Hice un suspiro y me agaché. Le desabroché los pantalones y empecé a bajarlos hasta quitarlos por completo dejándolo solo con ropa interior. Esto era demasiado para mi. Le tenía que quitar los calzoncillos ya que también los tenía llenos de sangre. ¿Cómo podía tener unos putos calzoncillos llenos de sangre? No lo sé, pero luego hablaría seriamente con él. Deposité mis manos a los lados para bajarle los calzoncillos, pero de repente noté una mano por debajo de mi blusa.

-¿Mika? - dije ya algo... excitada.

-¿ _____(Tn)? - dijo imitándome.

No me dio tiempo a decir nada y ya estaba en ropa interior. Se fue acercando a mi hasta acorralarme por completo en la pared de la ducha.

- _____(Tn) - dijo Mika.

-¿Sí?

-Lo siento

Iba hablar pero sus dulces labios chocaron contra los míos. Coloqué mis manos en su nuca acercándolo más a mi. Él me cogió de mi cintura para atraerme más a él. A este paso yo también acabaría llena de sangre. Sus manos fueron subiendo por mi espalda hasta llegar al sujetador y quitármelo. Empezó a besar mi cuerpo mientras yo gemía. Fue haciendo un camino de besos hasta llegar a mis bragas. Metió sus manos en ellas para dejarme completamente desnuda cuando... Mierda. El teléfono. Mierda. Mis padres. PADRES.

-Mika - gemí sin querer.

-¿Que pasa preciosa?

-El teléfono - gracias papá y mamá por arruinar este bonito momento.

Mika me soltó y salí de la ducha en busca del teléfono. Lo cogí.

-¿_____(Tn)? - preguntó mi madre

-Sí soy yo. ¿Que pasa?

-Nada, solo llamaba para decirte que a tu padre y a mi nos a surgido un problemilla y tenemos que volver a nuestra antigua casa...

-¿¡Qué!?

-Sí bueno, y que no volveremos hasta de aquí dos semanas. - espera espera. ¿He oído bien?

-Pero... ¿no pasáis por casa? - dije algo preocupada por ellos.

-No, no podemos. Cuanto más tiempo perdamos más tardaremos en llegar. Además, ya estamos de camino.

-Bff, de acuerdo. Pero tened mucho cuidado por favor.

-Sí tranquila.

-Bueno, buen viaje.

-Gracias cariño. Adiós. - y colgó.

No podía deprimirme mucho ya que me tenia que acostumbrar a ello. Gracias al nuevo trabajo de papá y mamá tienen que viajar mucho. En fin, no se puede hacer nada salvo esperar a su llegada y a que todo vaya bien.

-¿Qué ha pasado? - preguntó Mika.

-Nada importante, que mis padres hoy no... hoy no vendrán a dormir porque... porque dicen que... que se han dejado una cosa ¡eso!, que se han dejado una cosa - lo dije toda convencida. Pero igualmente no se me da para nada bien mentir.

- _____(Tn)

-Qué

-Dime la verdad - dijo Mika. Mierda, sabía que no era buena mintiendo (subconsciente llorando).

-Esa es la verdad

- _____(Tn), que lo he oído todo - Puto vampiro y puto superoído. Esta me la apunto.

-¿Y entonces por qué cojones me lo preguntas?

-Por que quería que de tus dulces labios saliera la voz que tanto me gusta - oh yo es que me lo como - por cierto, estás más roja que un tomate - dijo riendo ante mi sonrojo.

Salió de la ducha y se acercó a mi. Me cogió como un caballero y me llevó hasta la ducha.

-Sr. Penniman, que tengo piernas. - dije burlándome de él.

-Y yo tengo brazos - dijo burlándose al igual que yo.

Todo parecía ir perfecto hasta que Mika se quedó inmóvil, como antes. Como con Mel. Se quedó parado en la ducha mirando al suelo con los ojos bien abiertos. No reaccionaba a nada de lo que decía o hacía. Lo besé, pero nada. Recordé que antes se recuperó solo, así que supuse que sería solo cuestión de tiempo.

Encendí el agua, y mientras se calentaba de quité con cuidado sus calzoncillos. *No entraré en detalle de lo que vi*. Cogí una esponja y lo froté de arriba a bajo hasta quitarle del todo la sangre. Luego hice lo mismo con migo. Me desnudé y me limpié la sangre que tenía. Me puse mi ropa interior y llevé a Mika a su cuarto busqué unos calzoncillos y se los puse. Lo senté en la cama y esperé a que volviera en sí. 

-Tengo que hablar contigo.

Eso fue lo ultimo que escuche decir a Mika antes de que se desmayara.