Capítulo 4

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Estoy deprimido. Estudio porque no tengo ganas de hacer nada más. Presto atención en clase porque no tengo ganas de molestar a los profesores. No me voy con mis amigos a liarla porque no tengo ganas de salir de casa. ¿Tanto daño hace estar enamorado de alguien que te correspondió, pero el amor que sentía por ti se murió?

     Si pudiera cambiarlo... Quiero arreglarlo de una vez. Quiero tantas cosas, y todas tienen que ver con DUADT. Es perfecto. Sólo con palabras me ha transmitido mucho amor, me ha transmitido todos sus sentimientos. Desde cuando estaba tristecito hasta cuando estaba lo más alegre del mundo. También supo transmitirme cuando estaba molesto con algún profesor. Incluso cuando estaba en un modo de no querer hacer nada, sólo querer estar enviando mensajes. Me lo transmitió sin decírmelo. Sin escribirlo.

     Esos pequeñitos recuerdos suyos, de todo este curso, me hacen daño de una cierta manera. Porque me alegran mucho, me hacen eternamente feliz, pero me duele que se hayan quedado ahí. No se van a volver a repetir.

     Me he propuesto quedar con Cloe, hablar con ella y conseguir sacarle información. Además me voy a currar el regalo de cumpleaños y le preguntaré a DUADT que si de regalo me quisiera a mí. Sé que será el regalo, lo tengo todo pensado. Pienso tanto en DUADT que ya no hay nada que no tenga planeado. Cada día planeo las cosas que quiero decirle. Y... y todo lo que hago tiene que ver con ella. Todo. Incluso los exámenes, porque me acuerdo de todo al pensar en ella. Es la persona perfecta.

     —Marcos, hijo mío —me llama mi madre.

     Alzo mi mirada hacia ella y la veo con una sonrisa ladeada. ¿Qué es esa cara?

     —¿Por qué tienes esa sonrisa tonta pegada a la cara? —me pregunta y suelta una pequeña risita.

     —Porque amo a una persona. La amo con todo mi corazón. La amo con todas las letras de la palabra. La A-M-O —le explico y sonrío de lado a lado. Siento algo en la garganta y que el corazón me late rápidamente. Siento que voy a llorar.

     —Ay, Marcos... —susurra mi madre.

     Me mira negando con la cabeza, mientras que yo estoy a punto de llorar. Se ríe y se pone las manos a la boca. No entiendo esa acción, pero yo sigo explicando.

     —Mamá, si pudiera es que... la besaría, la abrazaría, le demostraría mi amor cada segundo. Le compraría todo lo de las tiendas e iría a visitarla cada día con un regalito diferente. La ayudaría a aprobar todo y conseguiría que nos sobrara tiempo para ir a pasear. La llevaría a comer o a cenar, dependiendo del día y de la hora, a restaurantes excelentes. Haría todo lo que fuera para que cada día estuviera más enamorada de mí. ¡Mamá, la quiero, la quiero mucho, la amo, y adoro el día en que me escribió la primera nota! —exclamo con todas mis fuerzas.

     Y lloro. Lloro porque la quiero tanto que no aguanto.

     Mi madre me abraza y aunque no sé por qué, llora conmigo. Le devuelvo el abrazo, apoyo mi cabeza en su hombro y suelto todo lo que siento. Con palabras, con lágrimas, con todo lo que puedo. Porque de momento, contárselo a mi madre es lo único que puedo.


//Holaa~ Cuánto tiempo, ¿eh? ^^'
Quería avisar de que a partir de ahora intentaré publicar 10 capítulos/notas cada dos semanas :3//

Marcos | Notas IIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora