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-Respira, respira... Manten la calma, manten la calma y todo estará bien- me repetía a mi misma, con la respiración agitada de tanto correr.

En este momento estoy tan agitada, mi garganta esta seca, estoy transpirando mucho, mas de lo normal, seco el sudor de mis manos con la percudida tela de mi camisa.

No se cuanto llevo tratando de despistar al misterioso hombre que me está siguiendo, debo ser cuidadosa si quiero salir sin heridas de esta.

-Ven chiquita... Se que estas aquí- Dijo con la voz agitada, de seguro estuvo corriendo detrás de mi, para alcanzarme.

Realmente no se que hacer, me encuentro escondida entre un montón de basura, desprendía un muy fuerte olor y junto con el pánico que siento en éste momento, tenia unas terribles náuseas, mezcladas con el miedo. Me sentía muy débil y vulnerable este momento.

-Bien, a la cuenta de tres empezaré a correr, no me puedo quedar aquí por siempre- dije para mi misma-Uno... Dos...¡tres!-Dije mientras empezaba a correr como loca.

-¡Hey! ¡no te vayas!, me quiero divertir un rato contigo-Dijo corriendo detrás de mi.

Seguía corriendo, ya empezaba a sentir el dolor en mis piernas. De repente siento como tiran de mi cabello fuertemente.

-¡Ayuda!, ¡Ayudenme por favor!-Gritaba a todo lo que mis cuerdas vocales daban, mientras ese hombre tiraba de mi pelo cada vez más y mas fuerte, para llevarme a Dios sabe donde.

-¡Callate perra!, te ira peor si no cierras la boca ahora- Dijo en mi cara, mientras arrancaba un mechón de mi pelo y me tiraba al piso.

-Dejame por favor, te lo pido... no diré nada, lo juro- Suplique con el miedo filtrándose en mi voz.

-Niña, ¿crees que soy tonto?, no te dejare ir sin antes haber jugado contigo- susurro en mi oído.

Sentía el sudor frío cubrir mi frente y la angustia recorrer mis venas. Empecé a retroceder poco a poco arrastrandome por el piso con la poca fuerza que tenia, lo único que logré, fue recibir una patada en la costillas por parte de ese hombre.

-¿Crees que te voy a dejar ir tan fácil?-Dijo mientras se acercaba más a mi.

-¡Hey!,¿que pasa aquí?- Dijo un hombre de al menos 40 años.

El hombre que me seguía me dedico una mirada, amenazando con que no hiciera ninguna locura.

-¡Ayudeme por favor!, me quiere hacer daño- pedí suplicante a el hombre qué se acerco recientemente.

-¡Maldita perra!- Grito el hombre que me seguía mientras se acercaba para golpearme.

Pero se detuvo, gracias a el hombre que llego. Se pusieron a forcejear y sin dudarlo corrí y corrí, hasta perder de vista a ese maldito hombre que no tenía las mejores intenciones.

Una vez ya mi respiración estuvo un poco mas calmada, empecé a buscar el camino a casa, me toca ir caminando, perdí mi bolso mientras intentaba escapar de el hombre que me quería hacer daño, por lo tanto ando sin dinero.

Una vez ya estuve consiente en donde estaba parada, emprendí camino a mi casa. Llegue después de al menos 20 minutos de caminata, sentía a mis piernas suplicar por un descanso. Cuando estuve al frente de mi casa, toque la puerta, pero no recibí respuesta y no esperaba más... La borracha de mi madre debe estar tirada en la cama nadando en alcohol, por lo cual me toco buscar maneras de entrar a mi casa, estaba tan cansada que casi no podía mantenerme de pie.

Camine directo a la ventana mas cercana, tenia el seguro puesto, pero esta casa se esta cayendo a pedazos poco a poco, se que con forcejear un poco sedera y justo como predije abrió sin muchos problemas, pase una pierna detrás de otra y caí tendida al suelo para recuperar algo de vida y poder tener fuerzas para llegar al baño, estar entre la basura no me dejo un olor tan agradable...

Una vez me había bañado y cepillado, deje caer mi cabeza en la almohada con el relleno casi inexistente, no podía conciliar el sueño, este hombre me dejo mal. Después de un rato dando vueltas en la cama pude descansar un poco, solo esperaba que el día de mañana fuera mejor. Ya mañana sería lunes y necesito descansar para poder rendir en el instituto mañana, para después ir a trabajar y tener que llevarle a la boca a mi madre y a mi. De solo pensar en todo lo que tenía que hacer mañana me cansaba, pero debo hacerlo.

>Lunes<

Me levante con la luz, de el sol que se filtraba por la fina y desgastada cortina de mi habitación, me dirigí al baño e hice todo lo que tenia que hacer, una vez lista baje a preparar el desayuno para irme antes de que se levantara mi madre, realmente verla es lo ultimo que quiero hacer.

Solo me llenaba de tristeza abrir el refrigerador y ver que había muy poco para comer tendría que salir a comprar en la tarde con tan solo 57 dólares en el bolsillo, trabaje lo mas rápido en unas tostadas con un pan a punto de vencer y unos huevos revueltos, comí lo mas rápido que pude, prepare mi mochila, cepille mis dientes y justo antes de salir escuche los quejidos de mi madre por la resaca, salí lo más rápido posible no quería intercambiar palabras con ella.

Una vez afuera sentí el calor sofocante abrazar mi cuerpo. Que bueno que me puse ropa liviana, me toco correr para llegar a tiempo al instituto. Me alegre mucho de haber llegado con minutos de e sobra, no se por que pero eso me alegraba.

-¡Katie!- reconocí la voz de mi amiga Selena llamarme a lo lejos, voltee hacia ella, para verla corriendo hacia mi.

-Hola Selena-Dije tratando de no levantar sospechas de el remolino de sentimientos que tenia por dentro.

-Woh,¿Que sucede?- ella me conoce mejor que mi madre, es imposible ocultarle algo.

-Te cuento a la hora de comer, es un larga historia, por ahora vamos que ya van a empezar las clases.-Dije para no empezar la mañana pensado en ese maldito hombre. No me sentía bien hablando de lo ocurrido, pase un muy mal rato.  Así que una vez cambiamos de tema, empezamos a caminar directo a nuestra primera clase.

Cuándo llegamos al salón busque sentarme al fondo junto a Selena y empezamos a hablar sobre Mike, el chico de el cual Selena está totalmente enamorada.

-Buenos días clase- Dijo el profesor entrando al salón con un chico al lado. Era  alto castaño piel pálida y unos ojos cafes, era muy lindo, pero yo ahora con todos mis problemas no puedo tener cabeza para pensar en chicos. Pero la idea de tener un novio, es muy linda. Nunca puede tener una relación seria con alguien ahora solo buscan sexo.

-Hoy tenemos a un nuevo alumno que se unira a la clase-Dijo mientras lo señalaba- Pasa al frente y presentate, por favor.- Pidió el profesor.

-Hola, mi nombre es James y soy de New York- Dijo con una cara que no reflejaba mucha emoción, estaba serio, por así decirlo, no se por que pero ese chico tenia algo que llamaba mi atención. Avanzó entre las atentas miradas de todos y se sentó en una mesa que estaba a un pupitre de separación de mi.

El profesor empezó a explicar algo, pero realmente solo podía ver a ese chico, a James. El levantó la mirada, percatándose de la mía, a lo cual me ruboricé, pero el solo respondió con una mala cara, para regresar su vista al pizarrón.

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Killer's SonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora