Al otro lado de la línea.

121 6 2
                                    

- Disculpa si te molesto tantas veces, esa no es mi intención en ningún momento, por eso te quiero contar como lograste entrar a un pedacito de mi alma que poco muestro a los que me rodean.

- Es algo así como observar un retrato y este muestra una simple imagen que por un momento absorbe toda la atención, sin distinguir un trasfondo o ver más allá de la realidad que enseñan los ojos.

-Apenas lo físico es visible ante ellos y no podemos vislumbrar lo que esconde una sonrisa o una mirada transparente, ni conocer el interior del volcán sin salir quemados en el intento.

-Más allá de todo, se esconde un corazón desconfiado que sólo se fía en sí mismo y no deja espacio a la locura o al azar que gobierna tantas veces a el mundo.

-Sé que en un aspecto importante, contigo he bajado las barreras y de a poco te mostré mi fragilidad, pues  incluso yo misma no logro divisar el fondo o la profundidad de mi propio ser y en veces me asusta imaginar un límite de lo real.

- Y te repito, que cuando te vi por primera vez, nunca esperé compartir contigo algo más que un cordial saludo o quizá una pequeña sonrisa, que iluminase el momento denigrante en el que me encontraba.

- Pero nunca conoces los caminos que la vida nos prepara, un saludo indiferente y un fracaso de café, sólo eso basto para calmar mi humor desmedido y llamar mi atención con respecto a ti.

- No en un sentido romántico, debo admitir que fue así como sucedió.

- Las dudas se pasearon por mi mente como nubes en el cielo, aunque no lo suficiente para tomar la iniciativa a conocerte.

- Tu semblante tranquilo en cierto grado me infundía seguridad, en ese lugar inimaginable para mi un día antes.

- Recuerdo haber sentido una pequeña desilusión, al pensar que éste sería el único recuerdo que tendría de ti en una despedida aparente,
pero en mayor intensidad era mi ilusión de no volver a ese lugar en lo que me restaba de la vida, incluso si ello implicaba conocerte.

- Luego tu saludo insistente y cierto grado de indignación, hicieron cambiar mis planes y por un gesto cordial y sencillo, quizá cruce la línea imaginaria que envolvía mi carcasa de seguridad.

-No he mentido en nada de lo que te he dicho, de hecho aun soy desconfiada  con las personas que conozco y mi negativa con respecto a los "encuentros ocasionales" es más alta de lo que puedas pensar, dadas las circunstancias.

-Pero cualesquiera hayan sido las razones para conocernos, una curiosidad de mi parte o en tu lugar tal vez probar mi carácter, se convirtió en un motivo de sonrisas y de compartir momentos al otro lado de la línea, con los que dejé de lado las máscaras o miradas anónimas que utilizo para socializar.
- No digo que finjo ser otra persona,  pero tampoco me muestro como soy completamente.

- En fin,  te mostré una pequeña parte de mí que  aún es desconocida para muchos y si bien no estaba en mis planes, fue necesario que lo supieras y de alguna manera ajena, pudieras entender mi punto de vista y mi determinación de ser diferente a los demás.

- En un momento fue así, después un modo de depurar mis temores y asimilar decisiones ya tomadas y enfrentar mi propio miedo.

- En veces me encuentro pensando qué pensabas de mí o que impresión he causado en tu vida y porqué seguir con este inusual encuentro telefónico, que dejaba más al descubierto mi carácter y lo que puedo ser.

- Pórque en muchos sentidos, no recuerdo haber protagonizados tantas maneras de auto humillación - aunque sean pequeñas-  y sigo aquí, pórque quiero llegar a conocerte y guardar lo mejor posible el tiempo que compartimos y valorar cada momento que vivimos, pues es lo único que permanece en esta vida.







Memorias Del Alma (A la Venta En Amazon (Poemario 1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora