Erik, hijo de Edén, caballero guardia de honor, se han levantado cargos por traición máxima: la perdida de la princesa Neicrad, legitima heredera de su majestad el rey Galeón a manos de El ejercito soberano. El castigo se paga con la muerte del causante, mañana al salir el sol será sentenciado a su ejecución...
-¡Ella se escapo, no está muerta!-
-¡Silencio, no tiene justificación alguna de dicho acto!-
-Puedo ir a buscarla, la regresaré con vida, lo prometo por mi honor.-
-Tu ya lo has perdido, pones en juego algo que ya no posees, no hay manera de revocar los cargos que te sentencian.-
-Por favor, recuperaré a la princesa...
-Erik, por el poder otorgado de su majestad, lo declaro culpable...-
-Puedo conseguirlo...-
-El jurado llevara acabo su ejecución, se iniciaran los preparativos...-
-Yo...-
-Guardias, llevenselo.-
-¡No!-
Todos los guardias se abalanzan con esposas y cadenas en la mano, no lo puedo permitir, fui acusado indiscriminadamente, mi espada se encuentra decomisada por los altos señores del reino de Ventisca, sólo me queda pelear por la verdad. El primer guardia sujeta mis manos firmemente, antes de que cerrará las esposas me libre agarrando sus manos antes de que escapara, con la hombrera de mi armadura estrello su cabeza, el otro guardia próximo desenfunda su espada realizando un ataque vertical, lo bloqueo con el antebrazo, apreso su mano chocando su cuerpo contra el mio, mi imponente armadura me servirá como arma, los centinelas preparan sus arcos y báculos, debo correr antes de que abran fuego. Los altos señores son resguardados por mi acto de resistencia, los guardias de honor forman un bloqueo impidiendo mi salida, los guardias van tras de mi, el salón del juicio es un lugar estrecho para eludir sus ataques con facilidad, localizo una ventana a lo alto del lugar, los centinelas disparan con una lluvia que me pisa los talones, con máximo esfuerzo cargando todo el peso de la armadura huyo de las flechas y al mismo tiempo consigo vuelo para saltar. El vidrio explota fragmentándose en delicados trozos, varias flechas salen por el agujero chocando con mi armadura, su punta metálica la raya rompiendo la malla por dentro. La caída fue leve, un poco de altura, por lo techos sigo escapando con dirección a la sala del trono, lugar donde resguardan a Ventisca, la espada legendaria que en teoría me pertenece.
-Busquenlo, sigue dentro del castillo.-
-¡Por ahí!-
Seguí corriendo a no mas de 10 metros está la puerta principal, cualquier idiota entraría por otra parte. Más guardias de honor, me es extraño que mis fieles seguidores intenten matarme. Me rodearon, guardias de honor por delante y soldados por detrás.
-¡Rindete!-
-¡Vientos de ventisca!-
-¡Cubranse!-
Un ataque mágico que crea una esfera de vientos helado que pasa a hielo y explota en fragmentos. La puerta queda despejada, los guardias apenas se recuperan. Empujo el portón avistando a los altos señores y al rey sentado en su trono, a lado suyo el trono de la princesa Neicrad.
-¡Entregame mi espada, Galeón, puedo ir a buscar a tu hija.-
-¡Insolente, matenlo!-
Los guardias de honor que formaban el bloqueo se dispersan tomando posiciones, la veo, es Ventisca incrustada en un pedestal de hierro justo al centro del circulo de mando.
-Cobertura del norte.- el escudo del guardia de honor, un escudo de hielo semi penetrable.
Bloqueo un golpe, con el escudo tumbo al guardia, robo su espada, bloqueo otro ataque y acto seguido entierro la espada en su cuerpo logrando penetrar su armadura, lo arrojo contra otro guardia el cual no lo esquiva, hay dos encima mío mato a uno y al otro le aplasto la cabeza, son demasiados.
Cargo la espada de poder hasta el tope, dejé que se acercaran lo suficiente para soltar el golpe final, libero la energía con un ataque circular continuo. Todos los guardias quedaron fuera de combate, recupero fuerzas inhalando profundamente, suelto una carcajada de burla al rey.-Me has entrenado muy bien, inclusive me hiciste olvidar quien era para ti, o no es así, padre.-
-¡...!-
-Ella no está muerta, sigue viva, me lo dijo todo.-
-¿Por qué creer en ti?-
-No puedes dejar a tu mejor caballero irse, puedo traerla con nosotros, no te convendría perder a tu sucesora y a tu hija.-
-No aceptare que sigas viviendo bajo el techo de mi reino. De todas formas ya prepare tu sustituto.- del techo cae un sujeto con una armadura totalmente cerrada, no puedo verle la cara y tiene una complexión deformada. Atacará, lo presiento, empuñe a Ventisca preparandome para la batalla.
-¡Vamos!-
Posee una espada extraña, con aura poderosa.
Ataca primero con un ataque veloz, evado cortando a su costado, su cuerpo se desintegra en humo negro que después se reagrupa.-¿Qué clase de criaturas eres?-
No responde manteniendo un silencio incomodo. Aplico una bomba de hielo que reduce su velocidad, antes de dar un golpe final se clona dejando al otro morir por mi ataque, él me ralentiza aplicando varias estocadas, cargo a Ventisca provocando una onda expansiva. Sus ataques han infligido mucho daño, no puedo creer que me esté ganando. Repite el mismo ataque, detengo su acción mediante un mandoble, refuerza el filo de su espada con un conjuro, yo cierro la armadura totalmente evitando un impacto crítico, con una potente estocada rompe el bloqueo junto con el peto de mi armadura, la fuerza me tumbó al suelo, siguió con un corte la cabeza penetrando el metal del casco de inmediato comenzó a sangrarme la frente, aplasto una de la hombreras sin dificultad alguna y procedió hacerlo con el resto de la armadura al grado que me dejo al descubierto.
-¡Ya no te levantes!- me advirtió Galeón. -El es tu nuevo remplazo, mucho más poderoso y fuerte que tú.-
-Esta criatura... no puede ser de Ventisca.-
-Claro que no lo es, es de nuestra nueva alianza... El ejercito soberano.-
-Eso... ¡eso es traición!-
-Termina con el.-
-¡Galeón!- estoy confundido, no se quien es el traidor, pero no parece ser el mismo, sucede algo dentro de su alma.
El ser carga de energía su espada provocando una onda de corte, me cubrí con los brazos y la poca armadura que tengo, el corte penetro mi defensa partiendo la superficie de mis brazos y pecho marcando definidamente el daño. No fue mas de diez segundos que me mantuve de pie, caí rendido ante el daño, más tarde todo se volvió oscuro y frío, los guardias diagnosticaron que estaba muerto, por lo que me arrojaron por el borde de la ventana, donde la nieve y los vientos me escondieron.
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Por el poder de la ley orgánica, siendo yo un hechicero de nivel 77, convoco al poderoso, fastidioso y despreciable... SPAM!!!!!: Ando escribiendo otras dos historias :v ;D ustedes deciden el resto.
Gracias por leer. Por cierto, descubrí que en los artículos de la ley orgánica puedo introducir imágenes dentro de wattpad a mitad de texto, :D. »No me hagan caso, ando reloko«
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El Mundo de...
AdventureNuestro mundo... quien diría que puede resultar una agonía vivir en aquel lugar tan desastroso, mis compañeros piensan lo mismo, resulta ser que todos tenemos algo en común... la venganza. Pero la venganza sin razón alguna es aburrida, todos nos vim...