capitulo 1.

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ESPERO que no me haya conseguido otra monada con la cabeza vacía, Connoly, de
las que están más interesadas en su laca de uñas que en conseguir el maldito trabajo.

-Señor Grey...

-Anoche ya le dije lo que quería, y se lo dije en serio: Cabello gris, mediana
edad, con nada más que una gran velocidad de mecanografía y faldas por mitad de la
pantorrilla, ¿de acuerdo?

-Por favor, señor Grey...

Anastasia se quedó boquiabierta mientras esperaba en el exterior del despacho,
donde le había dicho que esperara el señor Connoly y él se metía en el santuario y
despacho interior del presidente y director de Grey Engineering.

No había cerrado
del todo la puerta y, por la rendija, se oía perfectamente lo que los dos hombres
estaban diciendo dentro.

- ¿Ha cambiado de agencia? -continuó preguntando la dura voz masculina.

-Sí, señor Grey. Por supuesto. Pero debe comprender que, con tan poco
tiempo, la mayor parte de sus empleadas ya están trabajando.

-Y, ¿qué significa eso?

-Esta señora es extremadamente capaz, se lo aseguro. Y estoy seguro de que
cumplirá todos sus requisitos admirablemente.

La nerviosa voz de Connoly no habría convencido a Anastasia , y estaba segura de que lo mismo le pasaba al señor Grey.

-No será un bombón rubio ¿verdad? Van a pasar unos cuantos meses más antes
de que vuelva la señora Andrea después de esa maldita baja por maternidad, y ya han
pasado por aquí dos mujeres más interesadas en el tamaño de mi cuenta corriente que
en hacer el trabajo para el que se las contrató. Las faldas cortas y el movimiento de
pestañas tienen su momento y su lugar, pero mis oficinas no lo son.

Ya era suficiente. La ira hizo que Anastasia levantara la barbilla y los ojos le echaran
chispas.

¿Quién demonios se creía que era ese tipo? ¿Robert Redford y Richard Gere
en uno? Abrió la puerta y entró en el despacho antes de darse cuenta de lo que estaba
haciendo ni de saber lo que iba a decir.
-Perdonen la interrupción, caballeros -dijo fríamente-. Pero en vista de su
conversación, creo que no tiene sentido que espere más tiempo. Ya conozco la salida.

Los dos hombres estaban silueteados contra la ventana y uno de ellos era
claramente más alto y grande que el otro.

-Que pase un buen día, señor Grey -dijo con una dulzura acida cuando se
volvió para marcharse.

-Quieta donde está.

Ella ni siquiera pensó en desobedecerlo, había algo en su profunda voz que exigía
obediencia, aunque levantó un poco más la barbilla y se volvió de nuevo hacia los dos
hombres.

Cuando se apartaron de la ventana se dio cuenta de que ambos parecían
enfadados.

Estaba clara la razón del enfado del señor Connoly.

¿Y el otro? El otro era
el hombre más atractivo que había visto desde hacía mucho tiempo.

No se había
equivocado mucho al compararlo con Robert Redford y Richard Gere, pensó ella
mientras el hombre en cuestión se detenía justo delante suyo.

El más de metro
noventa de él se impuso sobre su metro sesenta y cinco.

- ¿Sí? -dijo ella, mirándolo a los ojos grises.

Él había sido rudo, increíblemente rudo y, si se creía que ahora ella se iba a
acobardar, pronto descubriría que no era fácil lograrlo.

- ¿Qué demonios ha querido hacer al irrumpir en mi despacho sin haber sido
invitada?

Una Pasión De Fuego . (Adaptada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora