En todo el trascurso del invierno, Amber iba al parque todas las tardes, solo con la esperanza de ver a Robert nuevamente o un chico que se parecía a él. Pero no tuvo suerte alguna, ese chico jamás volvió a ese lugar.
Ya era año nuevo y Amber estaba sentada en uno de los columpios del parque, estaba muy bien abrigada ya que la nieve caía lentamente, Amber miraba el cielo mientras algunos copos de nieve caían sobre su rostro.
- No debería estar aquí afuera con este clima – escucho Amber una voz grave que le dijo desde atrás.
Amber se sorprendió y se puso de pie rápidamente para ver a quien pertenecía esa voz. Tan grande fue su sorpresa cuando diviso unos ojos oscuros que le eran familiares.
- Tu... - solo esas palabras salieron de ella, no sabía si era Robert o alguien más ya que la última vez que lo vio era un niño y quien estaba ahora frente a ella era ya todo un chico muy guapo pero esos ojos eran inconfundible.
- Te me pareces conocida ¿vives por aquí? – le pregunta muy amablemente sin dejar de mirarla tratando de recordarla de algún otro sitio. – Te he visto muy seguido en este parque ¿esperas o buscas a alguien? – se acerca a ella para mirarla más de cerca.
Lleva un grueso abrigo negro y unos guantes que combinan con sus ojos y cabello del mismo color, algunos copos de nieves enredados en su cabello oscuro.
Amber estaba sorprendida pero evito mostrar esa expresión en su rostro, sus ojos se le aguaron casi iba a llorar y tenía un nudo en la garganta el cual le impedía musitar palabra.
- ¿Robert...? ¿Eres Robert? – pregunto ella con un hilo de voz apenas audible ya que estaba nerviosa y con su corazón acelerado por la impresión de volver a verlo.
- ¡Sí! ese es mi nombre ¿Me conoces? – dice completamente sorprendido al saber que aquella chica que veía casi a diario en ese parque sabia de él.
- ¿No me recuerdas? – dice ella como si esperara que así fuera. Pero no pudo aguantar más las lágrimas y las dejo salir.
Robert se sorprendió al ver que comenzó a llorar y se acercó más a ella, levanto su mano y la poso sobre el cabello de Amber acariciándola lentamente.
- Lamento no recordarte, pero si hubiera visto tu hermoso rostro antes es difícil que lo hubiera olvidado – le dijo para intentar calmarla y le sonreía cálidamente.
- Mi nombre es Amber -. Le dijo ella calmándose y levantando la mirada para verlo a los ojos.
Al escuchar ese nombre, el no pudo decir nada, se quedó en shock, recordó aquella niña y aquel beso que le había dado, recordó que ese era el primer beso que había recibido de una chica y se puso nervioso, las miradas de ellos estaban fijas una con la otra, era como si se dijeran todo solo con mirarse.
- ¡Hola! – se escuchó una voz que se acercaba a ellos. Ambos voltearon rápidamente rompiendo sus pensamientos, Amber tenía la cara totalmente roja y se colocó el gorro de su abrigo intentando ocultar su rostro.
Al girarse vieron a una chica acercarse con una gran sonrisa, Amber no la conocía. La chica llego hasta ellos y sujeto a Robert de una de sus manos. Era una chica muy guapa con unos ojos marrones intenso, un cabello rubio amarrados por dos coletas sujetas por lazos azueles, estaba vestida con un gran abrigo negro, y un gorro tejido de lana con colores, unas botas marrones con unos jeans negros que la cubrían muy bien. No era una chica muy alta era como de la edad de Amber.

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Cruel Destino
Teen Fiction¿Qué hizo para merecerlo? ¿Por cuánto tiempo se puede ocultar la verdad? ¿La sonrisa volverá? Ella es como la nieve, muy hermosa y fría. ¿Quién le causo la frialdad? ¿Quién podrá devolverle la calidez a su alma? Una historia llena de mentiras, mal...