Los día pasaron y el invierno se iba alejando, la temperatura volvía a la normalidad poco a poco con la llegada de la primavera, en todo ese tiempo Amber no volvió a ver a Robert.
Un sonido agudo se escucha en la habitación, era la alarma que anunciaba el despertar de un nuevo día. Una mano se estiró con pereza y presionar el botón de apagado, callando el único ruido que se escuchaba en aquella habitación estrecha.
Amber se levantó y un suspiró salió de ella, iba a comenzar su nueva vida escolar y no sabía como sería, es más, no podía imaginársela.
Se puso de pie y se dirigió al baño, se dio una ducha, lavó sus dientes, se colocó su uniforme que consistía en una camisa blanca y una falda a cuadros holgada, un lazo rojo en el cuello, medias blanca subida hasta las rodillas y unos zapatos escolares negros, cepilló su cabello dejándolo suelto. Se miró en el pequeño espejo del lavado y ni siquiera sonrió para sí misma. Pensaba que su rostro era deprimente. Su rostro parecía pálido por el color de su piel que parecía blanca como la nieve. Sus ojos cafés y grandes que encajaban con su personalidad fría. Levantó sus manos y se golpeó levemente sus mejillas para enrojecerla y que no se vieran tan pálidas.
— Es igual...
Se dijo a sí misma y salió del baño, tendió la sábana para dejar arreglada su cama, tomó su bulto donde tenía sus útiles, lo colocó en su hombre y salió del pequeño cuarto.
Bajaba las escaleras y esperaba no encontrarse con nadie, no quería que su día se volviera gris con los insultos de su tía Ester y su prima Laura. A quien si quería ver era a Luke ya que él siempre se ha despedido de ella antes de salir.
Salió de la casa sin ni siquiera tomar algo para desayunar y no vio a nadie. Para su sorpresa se encontró a Luke que la esperaba en su moto para llevarla a la escuela.
Luke le sonríe y le pasó una bolsita de papel la cuál ella tomó y al mirar dentro era el desayuno.
—Gracias... Siempre te me adelantas — le dijo ella pero su sonrisa no se hacía notar, su expresión era totalmente seria. Quizás le molestaba no haber visto a Robert o quizás el hecho de tener que ir a la escuela.
— Simplemente te conozco y me imaginé que no ibas a desayunar — le responde él y sube a la moto la cual enciende y suena ese particular ruido del motor, se coloca el casco y le pasa uno a Amber — Sube, te llevaré a la escuela antes de irme a la universidad — comenta y Amber obedece colocándose el casco.
Al llegar a la entrada de la escuela todos los estudiantes que se encontraban en la entrada se quedaron impresionado por la moto, miran a Amber cuando se desmonta y le pasa el casco a Luke dejando a la vista su largo cabello negro que llegaba hasta sus caderas.
La belleza de Amber era indudable y los estudiantes de su alrededor lo notaron, las chicas la miraban con recelo y más al ver al guapo chico que manejaba la moto. Los chicos se sonrojaban al ver la inminente belleza frente a ellos.
Amber se despidió de Luke y caminó con pasos lentos pero firmes adentrándose a la que sería su escuela a partir de ese momento.
Estaba sentada en el salón de maestro esperando al profesor que la llevaría a su salón y presentaría a sus nuevos compañeros.
El maestro se acercó a ella con una sonrisa, algo lo impresionó al verle el rostro a Amber y se quedó en silencio un momento asimilando lo que su mente imaginaba.
— Hola, mi nombre es Jonh Miles soy profesor de literatura, es un placer conocerte.... — miró su libreta para ver el no nombre — ¡Amber! — exclamó y paso una de sus manos para saludarla.

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Cruel Destino
Teen Fiction¿Qué hizo para merecerlo? ¿Por cuánto tiempo se puede ocultar la verdad? ¿La sonrisa volverá? Ella es como la nieve, muy hermosa y fría. ¿Quién le causo la frialdad? ¿Quién podrá devolverle la calidez a su alma? Una historia llena de mentiras, mal...