Me toca contar

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Ya es de dia, y me duele la cabeza. Me despertó el sonido del buzon de mi correo electrónico, de verdad era muy molesto. Prendí el movil para apagar aquel ruido y noté que mi correo esta repleto de mensajes de mis amigos, al parecer ellos si se quedaron toda la noche y estaban burlandose de como un escéptico se vuelve creyente de la noche a la mañana, seguramente esto los divirtió, mas no a mi. Decidí no coger la computadora ni el celular, a lo mejor, era un buen dia para alejarme de la tecnología por un rato.

La mañana estaba muy calurosa, tanto que no me había dado cuenta que había despertado más temprano de lo normal. Bajé las escaleras con mayor dificultad de lo normal, hasta que llegué al comedor, el calor era insoportable. Cogí un vaso con agua y me lo tire a la cabeza, la verdad, en ese momento me importaba muy poco que el piso se mojara o que mi madre me obligara a trapear lo derramado. Pase unos cuantos segundos con los ojos cerrados, esperando que mi madre se levantara, pero el silencio del amanecer volvio a apoderarse del ambiente y trató de calmar un poco las molestias corporales que tenia, ya mas fresco me senté sobre una silla a relajarme, era evidente que aun nadie despertaba ni tenian intensiones de hacerlo.

La mañana de pronto se hizo mas oscura, tal vez una nube enorme tapaba el sol, limpié lo ensuciado y me prepare un ligero desayuno de leche helada con algun resto de pan que sobrava del dia anterior. Luego de comer subi nuevamente a mi cuarto y me tumbe en la cama, el dia seguia oscuro, la nube aun no soltaba al sol, tal vez lloverá. A duras penas me levanté de la cama para salir al patio a ver si mi prediccion seria cierta y de paso recogia mi ropa seca del tendedero, pero el sol seguia allí, extrañamente sin ninguna nube alrededor. Descolgue mis prendas en un balde y me paré un rato viendo directamente al sol, pero cuando baje la mirada, drásticamente mis ojos comenzaron a cerrarse, una fuerte ventisca rodeo mi cuerpo, extrañamente mis piernas se debilitaron y cai al suelo golpeandome fuertemente la cabeza. Inmediatamente mi conciencia se desvaneció.

Me levante del piso rápido y mis ojos se abrieron, ya no era de día. Me frote la cabeza para aliviar el dolor, mas al momento que intente dar algunos pasos me di cuenta que no era el mismo piso del patio de mi casa, el suelo que mis mejillas tocaron era de madera fría. Inmediatamente me recompuse y de pronto escuche las voces de mis amigos a lo lejos:

-¡ Ya, deja de contar, ya puedes buscarnos!-

Rodié el ambiente con la mirada y me di cuenta que estaba en aquella casa, la misma casa abandonada de la que el dia anterior  habia escapado. Mis brazos comenzaron a temblar, no podia ser posible haber regresado al mismo sitio, y menos durante mi sueño, tal vez,  mis amigos me cargaron y me trajeron de nuevo. 

Trate de caminar lentamente, el dolor de cabeza se habia ido, pero ahora un nudo en mi garganta iba creciendo a medida que mi pecho se iba enfriando poco a poco.

-¡Ya basta de burlas, ¿Ustedes me trajeron aqui de nuevo?, se pasan, esto no es gracioso, ya no juego!-  casi grite pero nadie respondia, todo era silencio.

-¡Ya no quiero jugar... no entendieron, ya vale perdí, los fantasmas existen... vengan! - Menti pero nadie se aparecia aun, entonces comence a correr de un lado a otro gritando los nombres de mis amigos para que ya salieran, pero no habia nadie, nadie respondia.

-¡Vengan todos es importante!-

Grité pero nadie respondía, comence a golpear con las manos y tirar las cosas que me encontraba en el camino pero aun asi nadie se acercaba

-¡En serio chicos ya no juego ya no quiero jugar, tienen que venir urgente algo me esta pasando!

Nadie respondia, solo se escuchaba como si la madera del piso tronara con las pisadas de mis amigos moviendose de escondite en escondite. ¿Que demonios estaba ocurriendo?.

Con mis ojos nuevamente ubique la salida: - ¡Me voy ya no juego más!- Grité y corrí a la salida pero mientras mas corria mas lejana se hacia la distancia hasta la puerta. Me detube y en mi hombro senti como si alguien me tocara, di la vuelta pero nada, no habia nadie, entonces otra vez la mano ahora me empujo por la espalda. Di la vuelta pero nada de pronto alguien me susurro: 

-Ya no puedes parar de jugar, ahora CUENTAS TU- Entonces un calido suspiro de aire rozó mis dos oidos como si tuviera a dos perros agitados a los costados.

-¿QUIEN DEMONIOS ERES?-

-¿No lo sabes?, ¿tanto tiempo jugando aqui y aun no te das cuenta?-

-¿QUIEN DEMONIOS ERES? ¿DONDE ESTAS?-

-Sabes que eso no importa, ya llego el fin del mundo y aun no lo sabes, tu fin del mundo-

-DEJAME SALIR- 

-¿Acaso no sabes que los fantasmas no pueden salir porque ya estan afuera?-

Desorbitado y nervioso escuche un sonido de una campana que trnaba a lo lejos,  comence a correr mas rapido de un lado a otro , a pesar, de que el cansancio poseia mis piernas y pulmones poco a poco. Finalmente cai al suelo arrodillado.

-Que divertido es verte en esa posicion, la misma que usabas para rezarle a ese, a ese, a ese...- 

-Ya dejame salir MALDICION-

-Siempre te lo creiste, pero lo negabas, ahora crees estar cansado y lo aceptas-

-DEJAME SALIR-

-Tu mismo eres el que debe salir y para eso tienes que contar...- Entonces sono como si una serpiente se alejara de mi oido. De inmediato me sacudi los hombros y la camiseta como si algun insecto se hubiera impregnado en mi ropa.

-Cierra los ojos y comienza a contar que el juego no termina- Escuche como si un eco retumbara en toda la sala, la tenue luz de la luna se iba a pagando, entonces antes que una oscuridad completa nuble mis movimientos puse mis manos en el piso y me levanté, mas al momento de alzar las palmas unpequeño papel estaba pegado en mi piel. Entonces de nuevo el susurro como si proviniera de mi mente:

-Escribe, Escribe con lo que sea para que te escuchen los enemigos- Entonces trate de hacer lo que me decia aquella voz y corri de un lado a otro buscando algo con que escribir hasta que finalmente sobre un escritorio encontre una pluma con la tinta aun humeda, no lo pense dos veces y escribi: 

"QUIERO SALIR AQUI".

De pronto la oscuridad lleno toda la habitacion y despues de ver desesperadamente a todos lados con la esperanza de atrapar con mis ojos alguna luz, me senté a esperar con los ojos cerrados. 

Mi mente no podia escapar a la idea de contar asi que comence a contar desde el uno hasta donde llegara y despues de cada numero me repetia a mi mismo que esto pasaria rapido y el sol estaria pronto en salir:-1,2,3,4,5,6,7,8,9,10,11,12,13,14,15,16,17,18,19...- 

 Sentí sueño y finalmente trate de descansar los ojos.

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