Capítulo 15: "Juego"

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Seguí a Alonso hasta las puertas del hotel.

La forma en que me habló al oído me había provocado escalofríos, al mismo tiempo que había acelerado mi corazón tanto que temía que si me acercaba mucho a Alonso, el iba a poder escucharlo.

Y todo eso aumento cuando, al llegar al pasillo, Alonso giró a la izquierda. El salón de fiestas se encontraba del otro lado.

-Alonso- levanté un poco la voz-. Es por este lado.

-No- respondió sin detenerse-. Es por aquí.

Lo alcancé y lo detuve tomándolo del brazo, pero retiré mi mano rápidamente cuando sentí que un calor intenso recorría todo mi brazo. Alonso se detuvo y se dio la vuelta para verme, pero yo examinaba detenidamente mi piel, buscando una razón para lo que acababa de suceder.

-¿Qué pasa?- me preguntó, inclinándose un poco para verme a la cara.

Tardé unos segundos en recordar lo que iba a decirle.

-El salón de fiestas está por este lado- le dije, tartamudeando un poco y apuntando hacia el lado contrario de a donde Alonso se dirigía.

Él negó con la cabeza y sonrió.

-No vamos a la fiesta- dijo, se dio la vuelta y comenzó a caminar de nuevo.

-¿Entonces a dónde vamos?

-A un lugar.

-Que respuesta tan interesante- bufé y rodé los ojos.

Alonso solo se rió, pero no se detuvo. Siguió caminando por el pasillo y yo lo seguí, poniéndome más nerviosa con cada metro que recorríamos. Llegamos frente a los elevadores y Alonso presionó el botón de llamada.

-¿Debería de asustarme?- le pregunté, concentrando todas mis fuerzas en que no se escuchara el nerviosismo en mi voz.

Alonso negó con la cabeza y agachó la mirada. Unos segundos más tarde las puertas del elevador se abrieron. Alonso hizo un gesto con su mano, invitándome a entrar, y yo, después de unos segundos de vacilación, entré en el elevador. Alonso entró detrás de mi y marcó el piso.

Mi mente comenzó a debatirse en un dilema "ético" con ella misma. ¿Por qué estaba siguiendo a Alonso sin exigir respuestas? ¿Por qué tomaba un elevador con él, solos? ¿Por qué estaba con el si ni siquiera lo conocía?.

Tal vez ese era el pasatiempo de Alonso: buscar a una fan, aprovecharse de su amor por él, tratarla como si la conociera de toda la vida para finalmente terminar liándose con ella.

El elevador se detuvo y Alonso salió primero. Yo me quede parada unos segundos, sin saber que hacer.

-Sígueme- dijo al verme que no salía detrás de él. Me planteé el quedarme allí y exigirle una explicación, pero, con las largas que Alonso me había dado antes, estaba casi segura de que no la recibiría. Así que salí del elevador y lo seguí.

El horror de la posibilidad de que pasara lo que había pensado comenzó a invadirme mientras lo seguía. ¿Solo por su fama creía tener el derecho de jugar con las chicas? Apreté los puños y comencé a pensar en todo lo que podía decirle si ese fuera el caso y Alonso quisiera acostarse conmigo. Comencé a buscar y trazar mentalmente las posibles formas de huida por si las cosas se ponían feas.

Alonso dejó de caminar de repente y yo, en mi ensimismamiento, choqué contra su espalda. El solo dio un paso hacia el frente para recuperar el equilibrio, pero yo, al llevar los tacones, salí disparada hacia atrás. Alonso alcanzó a tomarme de un brazo antes de que cayera dolorosamente a el suelo.

-¿Estas bien?- me preguntó mientras me ayudaba a ponerme de pie.

-Sí- respondí, pero cuando apoyé mi pesó sobre el pie izquierdo sentí un dolor agudo-. Mentiras, no. Creo que me lastimé el tobillo.

Él me tomó por los codos y me ayudó a sentarme en el pasillo.

-Espera un momento aquí- dijo mientras sacaba una llave de su bolsillo delantero-. En un momento regreso.

Insertó la llave en el picaporte de la puerta de la habitación, la abrió y entró.

A decir verdad, no sabía como reaccionar. No sabía si molestarme porque Alonso me creyera una ramera que accedería a acostarse con él sin conocerlo, o si halagarme porque fuera deseable para él. Mi cabeza optó por la primera opción, y cuando Alonso salió de la habitación, yo estaba roja de enojo y de vergüenza.

Él volvió a tomarme de los codos y me ayudo a ponerme de pie. Hizo ademán de caminar para entrar a la habitación pero yo no me moví.

-¿Puedes decirme qué es lo que estamos haciendo aquí?- le pregunté, imprimiéndole a mi voz todo el tono de exigencia que pude.

-Cuando entres lo sabrás- me respondió y me dio un leve empujón para que caminara hacia la habitación.

-No entrare hasta que me des una explicación- le dije firmemente y me solté de él.

Alonso se quedó pensando. Trató de hablar, pero no le salían las palabras. De repente cerró los ojos, hizo un sonido de exasperación, y se abalanzó sobre mi. Puso su brazo izquierdo por detrás de mis rodillas y el derecho en mi espalda y me cargó en brazos.

-Bájame Alonso- le ordené, pero él comenzó a caminar y entró a la habitación, llevándome a la fuerza.

Comencé a retorcerme y me agarré a el marco de la puerta.

-Alonso, te digo por ultima vez, bájame- le dije entrecortadamente mientras seguía retorciéndome.

Alfonso me cargó a su hombro como un costal y con su mano derecha tomo las mías e hizo que soltara el marco.

-¡QUE ME DEJES!- le grité mientras lo golpeaba en la espalda con los puños y le daba rodillazos en el pecho.

Llegamos hasta la cama y me aventó en ella. El movimiento brusco había hecho que me mareara, y tardé unos segundos en recuperarme.

-¡Si piensas que voy a acostarme contigo estas muy equivocado!- comencé a gritarle cuando ya me había recuperado-. Si esto es una especie de juego que haces con tus fans te sugiero que busques a alguien más, porque yo no soy tu fan y no pienso caer en esta tontería.

Me paré de la cama y comencé a dar brincos hacia la puerta. Alonso me detuvo tomándome de los hombros. Me levantó del suelo tomándome de la cintura e hizo que me sentara en la cama.

Estaba haciendo ademan de ponerme de pie de nuevo cuando Alonso puso una mano bajo mi mentón, levantó mi cabeza y juntó sus labios con los míos.

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⏰ Última actualización: Jul 01, 2016 ⏰

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