Posesivo Aiden Noszka

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-Vamos pequeña no estamos haciendo nada malo- dice cogiendome otra vez de la cintura

-Aiden, yo no lo he echo con nadie- dije avergonzada

-¿Eres virgen?

-Sí- le dije muy avergonzado

-hey no ahí que tener vergüenza de mí, tu no sabes lo feliz que me haces sentir que nadie te a tocado. Eso me hace sentí que eres solo mía- me presionó contra su erección, haciendo me soltar un gemido

-Aiden, para enserio. No te conozco de nada ¿Vale? No me voy a costar con un desconocido. No soy una cualquiera, no soy ninguna puta. eso que te quede claro.- él de queda callado mirándome a los ojos

-No he pensado que seas una puta ni mucho menos, solo pienso en que debes ser mía de una u otra forma.

-Escuchame bien Aiden, no soy tuya ni de nadie ¿Me entiendes? Soy dueña de mi misma. Por que no voy a soportar a un tío que piense que soy suya, y mucho menos que me acueste con él.- le digo con algo de chulería. Él solo sigue mirándome.
Me coge de la mandíbula con una mano. Me ha cerca a su cara, me besa con pasión, dulzura. Lo contrario al beso anterior.

Besa tan bien, pasa su lengua por mi labio inferior.
Noto como sé acaba el maldito aire.
Él se separa, y me mira a los ojos.

-_____ vas a ser mía, eres mía, como e dicho antes. Quien se acerqué a ti, te mire de la manera de las que quieren comer. Juro que les parto las piernas

-Estas loco. No vas hacer eso.

-Juro como yo vea algo, lo mato.- mira su reloj -Me tengo que ir, Mañana esperó verte en la universidad- me agarra de la cara con las dos manos, me planta un beso no sin antes pasar su bendita lengua.

-Adiós, cuidate- le digo mientras cierro la puerta.