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Revenge.

Zorras caprichosas.

Mientras tenía a la zorra de rodillas enfrente de mi, me fumaba un cigarrillo mirando a la ventana y pensaba en lo que había sido mi vida.

-Eso es -dije suavemente-. Tómalo todo con la boca.

Le tomé el pelo con una mano.

-Lo dientes, Bárbara, los malditos dientes.

Ella se sacó mi polla de la boca y me miró a los ojos.

-Es la primera vez que lo hago, perdón.
-Pues aprendes.

Volví a tomarla del pelo y se la volvió a meter en la boca. Hace tres días salí de la cárcel, Marcos fue el único que me vino a buscar y fuimos directo a mi casa... Pero resulta que Natalia se había casado con un maromo house in bower portugués. Él le había comprado mi casa de la zorra caprichosa y se habían olvidado completamente de mi.

-¿Así? -preguntó ella. La miré desde arriba y le tomé el rostro.

Era guapísima. Me cayó como gata en celo cuando fui a un bar a beber. Me dijo que era virgen y yo estoy encantado de ser un candidato para follármela por primera vez.

-Mírame -le indiqué-. Ahora vas a hacerlo solo con tus manos.

Ella asintió y comenzó a masturbarme. Gruñí expulsando el humo del cigarro por la nariz.

¿Que si fumo? Claro que sí. En la cárcel tenía que hacerlo por el estrés. Y más siendo Justin Bieber. Me alié a uno de los más peligrosos en la cárcel, así que simplemente por ser de ellos, me miraban con respeto y no se atrevían a pasar al lado mío.

Un día mataron al jefe, y me eligieron a mi. Ahora sí era el máximo de la cárcel. Aunque fue duro porque me encerraron en una de las celdas más seguras por mi 'rango de peligro'.

La verdad es que no hay mucho que contar. Dominaba la mayor cárcel de toda Georgia, aunque participaba en follones ahí adentro, nadie me echaba la culpa. Era la hostia. Otra cosa que hizo que me ganara el respeto de todos los reos... Fue que me apuñalaron con una navaja.

Fue un cholo que llevaba ahí quince años y discutimos porque insultó a mis hijos, las palabras llevaron a las manos, y él sacó una navaja. Me dio en el abdomen unas cuatro veces... Sobreviví, ¿Cómo? No lo sé porque tengo todo borroso. Sólo recuerdo que llegaron los polis y a él le dispararon y lo mataron.

En fin, sobreviví y estuve días en el hospital. No llegó a verme nadie porque con la ruina en la que cayeron mis padres y mi familia, se tuvieron que ir a Canadá y según tengo entendido... No pueden pagar un viaje.

Ahora había salido. Barbara me masturbaba el pene mientras yo seguía fumando y ni siquiera la miraba. Algunas mujeres aspiran a que las traten como basura.

-Para -quité sus manos-. Quítate toda la ropa y acuéstate.

Ahora vivía en el apartamento que la zorra caprichosa compró para mi. No era tan grande ni tan moderno, pero me servía. Tendría que encontrar un trabajo y ya veremos como termino con todo esto.

Apagué el cigarrillo y tiré la colilla al cenicero. Me quité la camiseta y la vi. Tenía un cuerpazo la desgraciada, estaba hundida en mi cama con las piernas semi abiertas y el pelo en toda la almohada.

Sus ojazos eran grises. Era preciosa. Sólo que me dijo que es muy mojigata y por eso nunca había follado.

-Justin -musitó tocando mis cicatrices-. ¿Qué te pasó?
-Me apuñalaron en la cárcel -dije sin rodeos.
-Vaya -dijo mordiendo su labio.

Revenge. [Justin & Tu] {Adaptada}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora