Capítulo VII

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Willow's POV

Me encontraba en mi cuarto escuchando la radio; hablaban de lo mucho que prosperaban las armas del Capitolio y que estarían más que preparados para cualquier tipo de ataque.

Cambié de emisora, aburrida.

Basura, volví a cambiar.

Espera que piense si en realidad me importa la economía...Nope.

Cambié de nuevo.

Recordando viejos momentos; eso siempre me deprimía.

Pasé de emisora.

Pff... ¡por supuesto que no!5þ

Pasé.

Empezó a sonar una melodía conocida, mi madre nos la cantaba de pequeños, su nombre era"El árbol del ahorcado." Me quedé escuchandola hasta que terminó y empezaron a hablar de comercio.

Muriendo de aburrimiento...

Apagué la radio y empecé a ordenar mi habitación mientras tarareaba en susurros la canción que minutos antes había sonado en la radio.

- "Vas a venir, al árbol donde vi,
A un hombre ahorcado,
que a tres hizo morir,
Cosas extrañas pasan al anochecer,
en el árbol del ahorcado te veré..."

Realmente era pegadiza.

Escuché como la televisión de la sala de estar emitía pitidos agudos, lo que quería decir que estaban a punto de emitir un mensaje importante desde el Capitolio.

Trotando, bajé las escaleras y me acomodé en en el sofá, coloqué una pierna doblada en mi regazo mientras la otra se mantenía estirada, cogí una de las almohadas y la puse detrás de mi cabeza, esto iba para largo.

Pocos segundos después mis padres llegaron y se sentaron a uno de mis costados y Rye llegó tras ellos.

La transmisión empezó y como siempre lo primero que hacían era agradecer a los distritos por su colaboración y bla, bla, bla, más de lo mismo...

Desconecté mis oídos y me puse a pensar en cosas importantes, ¿Qué sería del chico de la flecha? Normalmente nadie solía salir al otro lado de la valla, sólo gente que supiera cazar o algún que otro idiota buscando un poco de acción. ¿cuál de ellos eras tú, chico misterioso?

Tal vez lo único que intentaba era impresionar a alguien; si es de lo que en realidad trataba todo eso, no lo consiguió, yo también sabía disparar una flecha.

Rye me despertó de mis pensamientos con unos pequeños toques en el brazo izquierdo.

-Willow, déjame tu almohada.

-¿ Por qué no cojes otra, allí mismo hay dos más?-dije señalando al sofá pequeño el cuál contenía dos almohadas libres.

-Porque los otros están demasiado lejos, además tienes mi cojín favorito.- hizo una mueca con la cara, intentando hacer creer que había dicho la cosa más obvia del mundo.

- Todos son exactamente iguales Rye.

- Ese tiene la forma de mi trasero.- dijo sintiéndose orgulloso de aquel echo.

Puaj. A veces, me llegaba a preguntar si realmente Rye era mi hermano.

-Rye, no.- respondí alargando la o y negando con la cabeza.

- Okay, okay..- se levantó torpemente y agarró una de las almohadas, después se volvió a sentar a mi costado.

-¿Ves como no era tan difícil?- susurré cerca de él para que me escuchara.

Después de eso presté más atención a la emisión, estaban a punto de terminar la entradilla o como mi madre solía llamar: "la parte donde intentaban que no hubiera un levantamiento."

Cuando terminaron de dar las gracias al distrito 3 por su gran avance con las nuevas medicinas y felicitar a los distritos por ese "magnífico" trabajo, todos préstamos más atención.

Empezaron a informar de que reformarían las vías del ave en el distrito 5 y que crearían un nuevo bunquer ya que no les quedaba espacio para nuevas armas, y como no, volvieron a felicitar al distrito 2.

-Bueno, al menos estos son agradecidos.- respondió mi padre, intentando reprimir una carcajada; hasta que no pudo más y todos nos echamos a reír.

Axel-el ayudante del alcalde- seguía leyendo una lista demasiado larga para mi gusto

Eran cosas insignificantes que nadie quería saber pero que aún así nos contaban.
El timbre sonó detrás de la puerta entre abierta de la sala de estar.

-¡Voy yo!- exclamé, poniendome en pie rápidamente, antes de que Rye se ofreciera a ir.

Demasiado lento hermanito.

Me esfumé por la puerta, dejando atrás la voz de Axel que cada vez disminuía de intensidad hasta quedarse en un pequeño murmullo casi inexistente.

Festejeé para mis adentros la tardanza de Rye, quizá que fuera mi hermano no era tan malo. Pero no se lo diría, sería un golpe demasiado fuerte para su ego.

Tras pasar el recibidor, me encontraba frente a la puerta. Giré el pomo de esta lentamente con mi mano derecha.

La puerta se abrió y dejó ver a una persona desconocida para mi.

-Creo que tienes algo que me pertenece.- dijo mirándome a los ojos, alzando un carcaj de flechas, todas ellas de madera con las letras "N.H" grabadas en difererentes tamaños, formas y posiciones.
_________
Hola ;P

Se que ha tardado pero por fin está aquí el capítulo 7 *____*
Ya son 447 visitas (miles de gracias o.0) Siguen sin ser demasiadas pero para mi es como si fueran millones.

Alguna preguntas existenciales como:

¿Quien creéis que será aquel chico misterioso?

Nos vemos en el próximo capítulo

Byyy ;3

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