Dame una razón para vivir.

Capitulo seis: mentira

Llegue a casa y Elizabeth, lamentablemente estaba en casa. Entre casi sin hacer ruidos. La madera de la puerta crujió pero ella no se percató. Tenía mucha tarea, avance y subí las escaleras, me dirigí hacia mi cuarto mientras pasaba por el oscuro pasillo con el que llegaba a este.
Pase por enfrente del cuarto de papa, pero un sonido extraño provino de este.
Dicen que la curiosidad mato al gato pero yo no me quería quedar con la duda. Me asome al cuarto y pude divisar a Elizabeth enfrente del baúl de ahorros de mi papa; se acercó y saco monedas de oro y la cadenita de mama.

Que haces Elizabeth?- pregunte con una voz seca y seria

Elizabeth:
Qué rayos haces aquí mocosa?!- largo de mi cuarto: soltando un suspiro

No, tu que rayos estas haciendo? Por que le estas robando a mi papa, por que tomaste la cadenita de mama?!- pregunte molesta

Elizabeth:
Tu padre me dijo que lo suyo es mío, y yo solo estoy tomando algo de MIS cosas- dijo con una mirada retadora

Mentirosa; eso es lo que eres, una mentirosa y ladrona- dije molesta

Se acercó con una cara furiosa hacia mi y me soltó una tremenda bofetada que me mando directo al piso.
Mire a esa bruja llamada Elizabeth con desprecio y rencor.

Elizabeth:
Y no soy ninguna ladrona mocosa malcriada.

Le diré a mi padre que intentaste robarle sus cosas, haber que opina al respecto. - dije con la voz entrecortada y las lagrimas que corrían por mis mejillas

Elizabeth:
Enserio crees que tu padre te creerá?

Y cuando estaba lista para responderle, el sonido de la puerta al cerrarse y el sonido de los zapatos de papa en la escalera me asustaron y me pusieron nerviosa. Me seque las lagrimas y intente quitar mi cara de dolor.

Papa:
Hola-dijo con el ceño fruncido

Hola papa- dije con nerviosismo

Papa:
Que haces aquí Anne?- dijo con cierto tono de molestia en su cara

Yo iba s....- me interrumpió la bruja de Elizabeth

Elizabeth:
Vino aquí a la habitación a hurtar tus cosas amor- dijo con una voz de niña chismosa, mire su cara y se le marcaban las arrugas y ese labial rojo corriente.

Papa:
No estoy jugando Elizabeth, que rayos hace aquí- dijo molesto por aquella mentira

Papa yo vine aquí al cuarto...- nuevamente me interrumpió Elizabeth

Elizabeth:
Entre al cuarto y la pillé tomando las monedas de oro de tu baúl de ahorros y esta cadena de oro.- dijo con cierto nerviosismo en su voz.

Papa:
Es cierto Anne?! Como te atreves a robarme Anne?! Tu madre estaría muy decepcionada de ti- cuando dijo eso mis ojos se nublaron y pude sentir como las lagrimas comenzaban a correr por mis mejillas otra vez.

Papa:
Y ni comiences a lloriquear Anne, si no quisieras que te hablara así no harías eso.  Estoy muy decepcionado de ti. Estas castigada, párate y vete a tu cuarto.

Pero papa... Yo no hice nada- dije con la voz entrecortada y con sollozos.

Papa:
No me interesa Anne, a tu cuarto- dijo moviendo la mano como restándole importancia a la situación

Me pare lentamente y sobándome la mejilla, pues aun me dolía de tremenda cachetadota que la bruja de Elizabeth me dio; tome mi mochila y salí de la habitación.