- Historias Cortas -

Porque te Amo

Ella despertó, se levantó de la cama y lavo su rostro. Arreglo un poco su cabello, bajo las escaleras y desayuno pan con mantequilla y un café caliente, se vistió con una blusa negra con una calavera, un short pequeño negro, unos botines del mismo color, y un suéter beige de mangas más largas que sus brazos.

Tomo su mochila y se miró al espejo, sus ojos color miel resaltaban en la ropa negra y su corto cabello negro azulado que le tapaba el ojo derecho. Abrió la puerta y vio el cielo nublado, comenzó a caminar debajo de los árboles que le hacían sombra. Al llegar al instituto algunas miradas se le quedaron mirando, algunas bocas comenzaron a susurrar cosas a algunos oídos. Pero a ella no le importaba, ese sería el último día en que los escucharía.

Camino hacia dentro del edificio y busco su casillero, al abrirlo se encontró con una cucaracha, una muy grande, en la esquina del pasillo un chico pelirrojo reía, él era el responsable de la cucaracha, tomo a la cucaracha y dejo su mochila en su casillero, agarro su cuaderno y libro de Historia y camino hacia el chico pelirrojo, con la vista reviso su espalda, no traía su mochila, perfecto.

Fue detrás de él y abrió el cuello de la camisa del pelirrojo y hecho la cucaracha en su espalda, comenzó a gritar como niña, ella le dio la espalda se fue sonriendo a lavar sus manos e ir a la clase de Historia. Paso el día y llego la última clase, Literatura, entonces ella recordó a aquel chico que deseo ser su amigo a pesar de que las demás personas le dijeran que no.

Flashback

-¿Puedo ser tu amigo?- ella lo miro extraño, ¿una emo y un chico literario? ¿Amigos?

-No-

-¿Por qué no?-

-Porque soy rara, extraña, y le caigo mal a las personas-

-No me importa- dijo sonriendo, haciendo que sus ojos azules brillaran –sería como ser amigo de un libro misterioso, solo hace falta abrirlo, quitarle el candado que lo cierra, para poder leer sus secretos-

Ella quedo sorprendida por sus palabras, y pensó que podría darle una oportunidad, levanto su vista hacia él, que era más alto que ella, y con una mano revolvió su cabello café claro –Esta bien-.

Fin del Flashback

Pero él se había ido. Se acabaron las clases, el cielo se había despejado y ahora se veía como el sol iluminaba todo, pero no su corazón, llego a su casa y se aventó hacia la cama. Se aseo y se vistió, ahora se veía diferente, cambio esa ropa negra por una blusa de tirantes rosa palo con la palabra Love en negro, unos shorts cortos color crema y unas sandalias negras.

Narra Ella

Salí nuevamente de mi casa y camine por el parque lleno de árboles, y de coloridas flores, y ahí estaba, la fuente de las lágrimas según él decía, cuando estaba triste él y yo veníamos a llorar a esta fuente. El me cambio, me hizo feliz, me hizo sentir querida, levante la vista, se está oscureciendo...

Flashback

-Se está oscureciendo...- dijo el mirando el cielo –es mejor que te lleve a casa-

-Vamos entonces- dije mientras caminaba por la orilla de la fuente, pero pise una parte mojada y resbale, el me sujeto de la cintura pero también cayo, el resultado fue que ambos caímos a la fuente, prácticamente abrazados, por un momento nuestras miradas se conectaron, era... Hermoso.

Fin del Flashback

Llegue al último lugar de mi pequeño viaje, otro parque, uno que tenía un gran árbol de cerezo, hoy se veía hermoso cuando los pétalos caían, era una preciosa escena, la luz de la luna se filtraba por los pétalos de las flores, y yo me encontraba en la banca del primer beso.

Flashback

-De los libros que has leído... ¿Cuál te gusta más?-

-Soñando despierta-

Soltó una pequeña risa, yo agache la cabeza pero él me tomo de la barbilla para que volteara a verlo, nos observamos, pero después nuestros labios se juntaron.

-No, no estas soñando, esta despierta- reímos al unísono y volteamos al lado contrario del otro, pero nos devolvimos para volver a besarnos, esta vez no fue un solo roce de labios.

Fin del Flashback

Apunte el arma que traía conmigo hacia mi cabeza, temblaba porque en ese momento no sabía cómo me sentía, si feliz, triste, enojada, furiosa, era un revoltijo de emociones. Quería morir, pero tampoco quería romper mi promesa de que no le seguiría, si muero romperé mi promesa y yo no quería hacer eso, no me decidía, no estaba segura.

Entonces dispare...

Pero seguía viva y el arma ya no estaba en mi mano estaba en el suelo, y unos brazos pequeños me abrazaban de forma maternal, aquellos brazos me soltaron y yo me voltee para ver quién era la persona que me había salvado de morir, era Lucia, la hermana mayor de él.

-Astrid ¿Qué pensabas hacer? ¡¿Morir?!- agache la cabeza –El no habría querido que...-

-¡Samuel ya no está!- negó con la cabeza mientras se sentaba conmigo en la banca.

-¿Sabes? Yo le cuestione a Samuel... ¿Por qué quería estar con alguien como tú?- debido a sus palabras comencé a llorar más -¿Sabes que me dijo?, que este libro está roto y cerrado, dijo 'quiero reparar aquel libro para poder leer sus misterios'-

Sonreí, era lo que él me había dicho, limpie mis lágrimas y me levante.

-Lo extraño-

-Ambos lo extrañamos, vamos a tu casa, en mi auto tengo unas películas ¿Te parece?-

-Sí, vamos-

-Samuel me pidió que dejara que te recargaras en mí si estabas triste-

-Lo hare-

Flashback

-Esta enfermedad no tiene cura- dijo cabizbajo, era la primera vez que lo veía así, puse una mano en su hombro para tranquilizarlo un poco.

-Prométeme...- dijo mirándome a los ojos –que no me seguirás a donde vaya-

-Lo prometo, ¿Sabes porque?- negó con la cabeza.

-Porque te amo-

FIN