Las olas me golpean en el rostro, son diferentes a las que he visto antes porque ahora ellas están disfrazadas de recuerdos. Grito tu nombre, a lo mejor escuchas mi llamado y venís a mi encuentro...
Ya han pasado 2 semanas y todavía no sentí indicios de tu presencia, de todas formas, era consciente de este sería un posible final. Es triste saber que las cosas se dieran así, tan de pronto, tan potentes.
No puedo continuar, es difícil, hoy elijo abandonar. Es denigrante pero es mi realidad.
Me ahogo imaginando que estás esperándome al otro lado de la costa con tus brazos bien seguros y tu sonrisa bien expuesta. Sé que nada de esto sucederá por eso, prefiero extinguirme con tu recuerdo junto a mí.
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Memorias de un corazón roto
Short StoryPara aprender hay que caer, lastimarse y hasta veces sangrar, en resumidas palabras: sentir dolor... Porque en eso se basa el proceso de aprendizaje. Pero ¿qué haces cuando querer duele? ¿Abandonas o seguís? ¿Te ahogas vos también o luchas hasta el...