Welcome

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'Soy una persona normal en un mundo normal'. Cuantas mentiras en tan solo una frase. ¿Mi nombre? Dominik, no recuerdo mucho de mi infancia pero sé que mis padres se encargaron de volverla feliz, lo que recuerdo bien era como los demás niños se burlaban de mí y mi literal cuerpo de niña ya que al ser un niño tan delgado y delicado con cabello rizado que caía hasta el borde de los hombros, no era nada masculino a decir verdad. Mi hermano mayor por tan solo 5 años, Dimitri prácticamente me defendía del mundo, él era todo lo opuesto a mí, desde muy pequeño comenzó a ser bueno en los deportes y poco a poco desarrollo el cuerpo de todo un hombre imán de chicas. Mi vida era común y rutinaria en mis primeros años de adolescencia hasta que mi hermano enfermo, extraño, a decir verdad él jamás enfermaba era bastante saludable. Empezó con mareos y vomito, incluso recuerdo que había días en los que no salía de su habitación y poco a poco llego a parar a un hospital donde paso tan solo dos meses. Aún era joven para saber que pasaba a mí alrededor y como mi familia se consumía junto con Dimitri, después de la muerte de mi hermano mi padre vendió la casa para poder pagar todos los gastos, comenzaron las discusiones en una pareja que siempre se abrazaba y sonreía al mirarse, todo paso tan rápido que cuando pude reaccionar estaba en un auto junto a mamá rumbo al norte de la ciudad. Llegamos a parar en una calle llena de edificios, mamá compro un departamento que al verlo no parecía tan grande pero era perfecto para solo nosotros dos, nunca llegue a preguntarle nada no sentía la necesidad de recordarle lo malo que pasaba cuando me sonreía tan cálidamente, a pesar de lo que girara en su cabeza ella jamás perdió esa sonrisa. Me costó un poco adaptarme al ambiente, tenía que olvidar y volver a empezar pero ¿cómo hacerlo?


Cambie de colegio, fue complicado adaptarme a las clases a la forma que los maestros enseñaban, incluso era complicado socializar pero no imposible y conforme paso el tiempo me hice de mis amigos esos chicos que se reían de cualquier cosa y simplemente eran unidos, mamá trabajaba prácticamente todo el día pero las veces que llegaba temprano a casa o no asistía al trabajo se aseguraba de pasarla conmigo, mi padre me escribía, a veces me llamaba, en respuesta le mandaba fotos, si, fotos. No tenía un gran talento de dioses pero no eran tan malas, ya que mamá no me dejaba visitarle me dedicaba a capturar en imágenes toda mi vida para él. Claramente sabía que mi padre se había casado nuevamente ya que recuerdo aquella invitación que mamá se dedicó a destruir en mil pedazos, pero nunca tuvo más hijos.

Recién cumplí mi mayoría de edad me gradué con honores y gracias a la terquedad que suelo poseer mi padre pudo venir a verme, me causo un poco de gracia ver como por la mañana mamá se empeñó tanto en lucir perfecta al saber que él vendría, como toda graduación la fiesta formal no falto, bebí junto a mi papá, baile con mamá y comí la asquerosa sopa de repollo, la cena si fue elegante pero el sazón era pésimo, era mi noche y nada en si me causaba molestia, con el hecho de saber que tenía a mis padres juntos nuevamente sentía que mi hermano de alguna manera me estaba viendo y sonreía desde donde estuviera.

Después de la gran celebración logre hacer un acuerdo con mis padres -una vez al año, todos juntos visitar la tumba de Dimitri-. Nadie se negó y así fue.

Al haber concluido el colegio busque en varias universidades una que se adecuara a lo que me gustaba hacer, mamá insistió mucho en que siguiera los pasos de mi padre y tuviera éxito en el mundo de la capital y empresas pero yo no me veía en traje, menos en una oficina. Mi madre era diseñadora de ropa y realmente era buena ya que sus marcas salían en las temporadas de moda por la televisión, al darle varios argumentos tuvo que aceptar mi idea de estudiar arte, claramente la gente no se callaba y escupían sus comentarios absurdos de que iba ser un don nadie pero en mi mente nunca me afecto eso incluso me impulso a entrar a la mejor universidad de arte y teatro de la ciudad.
Mi primer día después de todo el papeleo y estrés que pase para conseguir un cupo en ese dichoso lugar, caminaba por los pasillos claramente nervioso era jodidamente grande, en mis manos tenía el horario de cada clase y el salón correspondiente, no era un niño rico como muchos de por allí así que mi vestimenta se concentraba en jeans y sudadera junto a unos simples tenis, tenía un serio problema en cuidar mi piel y cabello ya que era más vanidoso que mi propia madre, pero bueno al ser criado por una diseñadora había de aprender un poco ¿no? En fin no era rico pero era decente y mi gran talento de combinar y cuidar logro pasarme desapercibido entre los niños ricos y mimados. Llegue después de haberme perdido en los corredores varias veces, claramente no era bueno con las direcciones; al llegar a esta ciudad no salía por miedo a perderme al buscar una tienda de autoservicio, era vergonzoso y después de muchas salidas logre aprender ciertas calles aunque mi des-talento con las ubicaciones no había cambiado en nada. Los salones de clase era más grandes e incluso la pizarra era extensa, sin más llegue a un lugar medio en aquel salón donde tome asiento, todos estaban en su mundo dentro de su móvil.

Por fin la clase se dio paso y con una básica bienvenida el profesor que si bien recuerdo se llamaba Andree empezó a explicar, mi memoria era buena pero solo con las cosas que realmente me importaban, la primera clase me capturo por completo ya que comenzamos un poco con la historia del arte me incline un poco hacia el frente centrándome en cada palabra que decía aquel hombre, de poco a poco pasamos a algunas técnicas y cuando menos espere ya estábamos mirando proyecciones de trabajos que personas exitosas creaban, que puedo decir simplemente quería ser uno de ellos poder tener una galería, quizás tomar fotografías únicas, crear obras que el mundo disfrutara. Mi mente comenzó a divagar y de estar poniendo atención pase a ver al profesor como un impulso, recuerdo que no era un hombre mayor incluso puedo calcular que su edad rondaba muy cercana a la mía, era claramente más alto que yo pero tenía sus dotes, agite un poco mi cabeza y al instante dio la campanilla del almuerzo. Me estire y de esa manera me levante del asiento caminando fuera del salón, llegue hasta el jardín principal, no era bueno haciendo conversaciones interesantes pero esa vez logre conseguir algunos amigos. Abby fue la primera en hablarme, recuerdo que llego de la nada cuando yo estaba sentado en una banca, comenzó a hablar sobre los diseños de mi mamá y lo mucho que la admiraba y simplemente aquella amistad surgió. Kristen fue un poco más extraña a mitad de semana en el descanso mientras estaba recostado en el jardín se me tiro encima y comenzó a parlotear sobre lo mucho que le gustaba mi cabello, obviamente me molesto, incluso me compartió sus mascarillas, mi actitud fue ligeramente diferente y junto con Abby comenzamos nuestro grupo. Alex llego de una manera más normal cuando en la clase de Idiomas olvido su libro se acercó a mí para no perder el hilo y curiosamente el al igual que yo amábamos una banda de rock que hace tiempo se escuchaba, simplemente la conversación se dio por si sola. Para cuando la semana termino mi grupo se conformaba por Abby, Kristen, Alex e Ithan.

Las primeras semanas me ayudaron para acostumbrarme al ambiente, mi sueño el mayor de todos desde pequeño era poder comprar una cámara profesional que muchos niños ricos y mimados de la universidad tenían, para mi poca suerte no contaba con el dinero suficiente y realmente no quería dinero de mis padres ya que la cámara seria mía, pensé en buscar un trabajo de medio tiempo pero la universidad prácticamente no me dejaba mucho tiempo libre, estaba un poco frustrado.

Mis amigos sabían bien mi deseo por esa cámaraya que siempre me quejaba de lo pobre que era a comparación, Kristen no dudabaen facilitarme el dinero pero de alguna manera no me sentía cómodo con ello.Una tarde a la hora del descanso como todos los días nos reunimos a comer en lajardinera principal de la universidad, tenía una vista placentera y el vientocorría de manera continua por lo que de alguna forma me daba tranquilidad; esedía Abby llego más emotiva que otros días, se acercó a mi entregándome un parde hojas -Tengo la solución a tú problema mi querido Dominik.- musito conemoción. Comencé a leer lo que parecía más una convocatoria ¿Subasta? -¿Te vasa subastar?.- rápidamente negó y los demás con curiosidad se fueron acercando amí.-Dentro de dos semanas abra una subasta para hombres con mucho dinero.-explico la chica con cierto énfasis en 'mucho dinero' - la persona compradadeberá pasar todo un día con su comprador.- finalizo cruzándose de brazos comotoda una mente maestra. Realmente su plan sonaba bien, conseguir dinero en unsolo día no suena tan mal, asentí varias veces mirando a los demás los cualesclaramente apoyaban la idea. -Muy bien Abby, enserio que eres la mejor porhacer esto por mi.- ella me miro y rió de una manera suave -Dominik, yo seré túrepresentante, la subasta vas a ser tú.- Enarque una ceja confundido, muyconfundido y volví a leer la convocatoria. -Pero aquí dice que se subastanmujeres.- recalque totalmente perdido, todos sonrieron y se miraron entre sí,fue en ese momento que comprendí su plan.

LiarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora