Lost

Capítulo 1

Esta mañana había vuelto a ir al psiquiatra. Mi madre pensó que ya había pasado demasiado tiempo desde la última vez que estuve ahí. Y ahora me encontraba sentado en la sala de espera, rodeado sólo de cuatro paredes blancas; el televisor frente a mi mostraba una y otra vez el mismo vídeo sobre información acerca de cómo ayudar y detectar si alguien de tu alrededor padece depresión. La imagen era un tanto distorsionada, los doctores cobraban una millonada y no eran capaces de comprar un televisor de este siglo.

Que basura.

Al cabo de media hora, salió una señora y un niño acompañados de la psiquiatra. Que recuerdos de la infancia me traía esa escena. 

—Jared, tanto tiempo sin vernos. —La psiquiatra sonreía como si realmente le interesara que hubiese vuelto. Apuesto que por dentro deseaba que nunca más volviera y dejara de estresarla o darle problemas. —Entra, en unos momentos te acompaño. —¿No se cansaba de fingir? Bueno, tampoco es como que le pagaran muy poco por sentarse a escuchar los problemas de los demás, para al final solo dar un estúpido consejo y fingir empatía. 

Entré a su consultorio como ella lo había pedido, y me senté en un especie de sillón "bola" color azul; siempre me había parecido genial y cómodo. Era lo único bueno de este lugar.

Con la mirada inspeccioné todo el cuarto, o bueno, lo que lograba ver. Al parecer había remodelado: paredes decoradas con dibujos de los niños que eran sus pacientes, una consola de videojuegos y su respectiva TV, una mesa con hojas y colores, y esa ventana con marco color rojo, algo tallada por lo antigua que era. Todo había cambiado, excepto esa venta, y a su lado aún seguía ese dibujo que había hecho la primera vez que estuve aquí, hace 12 años. Cuando todo comenzó. 

Me perdí mirando ese dibujo tan extraño, ¿por qué aún lo conservaba? ¿qué significaba para ella el dibujo de un niño de 5 años que había tenido una pesadilla? Ni siquiera lograba distinguirse bien, un hombre con el uniforme de intendencia siendo decapitado por un niño. 

Ese hombre, solía ser el conserje de la maquiladora donde mi madre trabajaba. Y ese niño era yo.