El Viaje Comienza

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Yo, opté por tomar varias armas, al leer tanto me he dado cuenta que una sola no es suficiente, tomé una AK-47, un par de mini-uzi, y una carabina M4, los demás tomaron pistolas, revólveres, y Diego "El musculoso" del equipo, decidió desmontar una torreta de su base, y dijo que la cargaría durante todo el viaje, Lucía "Mi crush" no tenia la mas mínima idea de como funcionaba un arma, solo tomó una colt 45 y nos marchamos.
Ya estaba oscureciendo el cielo, teníamos que encontrar donde pasar la noche, subimos a la van y nos dirigimos a la casa de Marco, el tercer hombre del equipo, sus padres estaban fuera del pais, llegamos a su casa, rapidamente nos bajamos de la van y entramos, aseguramos todas las puertas y ventanas con tablones de madera, y decidimos tomar turnos para hacer guardia durante la noche, yo tomé el primer turno, la casa de Marco se encontraba en un segundo piso, desde el balcón se podia observar un desesperanzador panorama, las calles infestadas de hombres, mujeres, niños y ancianos deshumanizados, convertidos en monstruos, bestias sin cerebro y con hambre del mismo, a media noche, faltaban 15 minutos para que se acabara mi turno, logré ver a una niña al final de la calle, siendo perseguida, mi corazón se aceleró, mi sangre se llenó de adrenalina, sin despertar a mis compañeros salté del balcón y corrí a ayudarla, me abrí camino entre la multitud de muertos vivientes, disparando y derribando, solo pude tomar el AK-47 y mi bolso sin ningún cartucho extra, para cuando llegué al lugar donde creí ver a la niña ésta había desaparecido -¿habia sido producto de mi imaginación?- mis balas se habían acabado, pensé que ahí se había acabado mi viaje, estaba rodeado por cerca de 500 zombies, recordé el par de cuchillos que había guardado en mi bolso, los tomé y decidí luchar, respiré profundo, y avancé de vuelta a la casa, los atravesaba, apuñalaba, cortaba sus cabezas, pero no se terminaban, ya estaba cansado, varios zombies me tomaron por los brazos y uno se abalanzó hacia mi cuello, este es el fin -pensé- de repente una bala atravesó su cabeza y cayó al piso, levanté la mirada y logré ver a Diego con su torreta disparando indiscriminadamente a la calle...

ApocalipsisDonde viven las historias. Descúbrelo ahora