Mi peor adiós.

Capítulo 5

MADISON
Listo... Ya estaba, ya había llegado a mi destino, Inglaterra. Espero que no se me compliquen las materias por cambio de idiomas, ojalá todo salga bien...
Al llegar al instituto, me acerqué a la dirección para retirar la llave de mi habitación, que obviamente compartiría con alguien más.
Mi habitación era la número 17 del 5to piso, creo que este piso era solo para latinoamericanas, ya que veía a muchas chicas morochas...
Al llegar a mi habitación ya había llegado mi compañera de cuarto. Era una chica Colombiana, muy atractiva por cierto, yo alado de ella quedaría en la nada... Ya que siempre me he considerado horrenda.
-Hola, ¿tú eres Madison?- preguntó levantando una ceja.
-Holi, sí, soy yo- dije un poco rarita-¿y tú eres?...
-Dayanara,¿de que país eres?
-Ecuador-dije con mi sonrisa pendeja.
-Y entonces... ¿de dónde viene el "Morris"?- dijo un poco inteigada...
-Mi abuelo era estadounidense- dije sonriendo-¿ y tu apellido es?- pregunté.
-López- dijo  levantando la mirada.
-Bueno, ¿puedo decirte Daya? Es que me da un poco de ladilla decirte tu nombre completo- dije un poco divertida.
-no hay problema- dijo levantnado una ceja.
Al ver su reacción sólo sonreí. -¿Quieres ir afuera, digo a conocer el lugar?- dije dejando mis maletas sobre mi cama.
-Okay, no tengo ningún problema-dijo saliendo de la habitación- sigueme-sususrró.
Yo la seguí, caminamos por los pasillos del piso 5, el piso de las morochas, decidí llamarlo, veía a muchas chicas de nuestro color, morochas, Daya decía que las morochas eramos ricas, a lo cual, yo no estaba de acuerdo, ya que yo me consideraba detestablemente fea.
Cuando bajamos al tercer piso, vimos a chicos, chicos jodidamente apuestos, pero en especial ví a uno... Un chico tan común, pero a la vez un picaro. Un chico alto, más alto que yo, cabello oscuro y ojos cafés oscuros. Ese color de ojos podría ser muy común pero... Juraría que eran los ojos más bonitos que haya visto en mi vida.
Me apendeje en ese momento. Pero la tontera se me quitó cuando me dí cuenta que era un chico mujerigo. ¿Qué cómo me dí cuenta?, bueno, fue por que lo ví coqueteandole a muchas chicas,  -obviamente el estúpido sabe que está bueno, y se sirve de eso- pensé.
-Vamos- dijo Daya interrumpiendo mis pensamientos-tenemos que ir a retirar los uniformes- dijo un poco amargada.
-Okay- dije apartando mi vista del chico coqueto-vamos- dije y comencé a caminar.
Fuimos a la planta baja, en inspección estaban nuestros uniformes, ya que eramos las dos únicas retrasadas que faltaban de tenerlo.
El uniforme consistía en una falda de cadritos, pinche tipo escocesa, no era larga, pero tampóco tan corta, una blusa mangas largas que iba por debajo de un buso rojo con el logo del instituto.
Luego de retirar los uniformes fuimos a la habitación, ya debíamos dormir, ya era un poco tarde... Mañana tendríamos nuestro primer día de clases...