Capítulo 1.

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POV. LEXA.

Era el primer día de clase de mi último curso, estaba un poco nerviosa, esto implicaba que dentro de 9 meses apróximadamente me graduaría y por fin iba a poder abandonar Portland, también implicaba compañeros nuevos y otros demasiado vistos. Me levanté antes de lo habitual, tenía que ducharme y mirar que iba a ponerme, mi padre acababa de gritar mi nombre desde la planta superior. De la manera más rápida terminé de retocarme el maquillaje y bajé a desayunar. Cuando quise darme cuenta Justin ya estaba en frente de mi casa con su coche.

Justin era mi novio desde hace 3 años, además de mi novio era mi mejor amigo.

— ¿Preparada? — me preguntó mientras me sentaba en el asiento de copiloto.

— Si, creo.

El instituto estaba a 10 minutos de mi casa más o menos. Mientras llegábamos hacia el aparcamiento no cruzamos ni media palabra hay que decir que Justin no era un chico de muchas palabras todo lo contrario a mi. Justin me besó en la mejilla y se fue, mientras yo fui hacia mi taquilla. A primera hora tenía clase de física y química, era un infierno. Al entrar al aula vi que no había mucha gente y pude elegir dónde sentarme. Sonó el timbre y al lado de mi pupitre había otro vacío, miré hacia la puerta y vi a una alumna nueva. Era bajita y con curvas, con el pelo rojo, gafas de pasta negra, tenía un rostro serio, el profesor Mr. Argent la presentó. Se llamaba Mía y se acababa de mudar a la ciudad, se sentó a mi lado. Le animé a que viniese conmigo al almuerzo y luego enseñarle el instituto y después llevarle por Portland aunque tampoco había mucho que ver. Era fría y tímida y a veces le sonreía y se sonrojaba, era muy mona. Me contó la razón por la cual se había mudado, al parecer su padre las abandonó a ella y a su madre cuando tenía 3 años, su madre enfermó de cáncer y cinco meses antes de venir murió. Se había mudado con su tía hasta que entrara a la universidad. Se hizo tarde y se fue, yo llamé a Justin y me llevó hacia mi casa, se quedó a cenar y después estuvimos un rato juntos. Le conté que había conocido a una chica nueva y el estaba demasiado ocupado con el dichoso móvil.

— Oye, si me escuchas te lo agradecería. — repliqué.

— Te estoy escuchando.

— ¿Y se puede saber que estaba diciendo?

— ¿No lo sabes tú?

— Pero ¿se puede saber que te pasa? — le pregunté seria.

— No me pasa nada, simplemente no me interesa lo que me estás contando.

Se levantó de mi cama y se fue, más bien le eché. No sabía que le pasaba y mucho menos porque estaba así conmigo. Le mandé un mensaje "¿Te puedo llamar?"
Al poco rato me llamó él y me pidió disculpas, me explicó que había tenido una fuerte discusión con sus padres y que lo pagó conmigo.

Como todos los días, me preparé y me duché, a penas desayuné y ese día tuve que ir andando, Justin no vino a recogerme lo llamé y no contestó. Tenia esperanzas de encontrarlo en el instituto pero tampoco, le pregunté a Jackson, su mejor amigo pero tampoco tenía idea de lo que le podía haber pasado. Estaba algo inquieta y me encontré con Mía en el pasillo.

— Lexa ¿estás bien?

— Hmm, si claro ¿por qué no iba ha
estarlo?

— Se te ve en la cara. — sonrió.

— La verdad es que no, Justin no contesta a mis llamadas, su mejor amigo no sabe nada de el ni siquiera ha venido al instituto.

— Estará bien tranquila, ya verás.

— Hmmm Mía, gracias.

— ¿Gracias por qué?

— No hay un motivo, simplemente gracias.

— Anda, vamos a clase.

El segundo día de clase fue complejo, no conseguí contactar con Justin hasta por la noche. Al parecer había estado enfermo pero no le creí, algo pasaba. Al día siguiente si que vino ha recogerme y hablamos de hecho me confesó que es lo que le pasaba en realidad. Sus padres le obligaban a irse hasta Inglaterra para estudiar y el quería quedarse en Estados Unidos, quería ir conmigo. Yo le quería, le quería mucho pero a veces sentía que yo no era lo suficiente buena para el, sentía que no había comunicación y a penas confianza entre los dos, yo confiaba en el pero no sabía si el confiaba en mi.

Afortunadamente confundida.Dove le storie prendono vita. Scoprilo ora