CAPÍTULO 2.

29 3 0
                                    

-Qué demonios, Brooke? -dijo Gretchen-. Lo conociste en el funeral de Beth?

Gruñí al teléfono.

-¿Un funeral? -enfatizó.

-¡Lo sé, está bien! -le dije―. Soy una mierda como amiga.

-¿Tú crees?

-No pude evitar que chocara contra mí -argumenté.

-Oh mi Dios -dijo Gretchen-. Esto es exactamente como ese episodio de Sexo en la Ciudad. (Sex and the City , serie de televisión estadounidense)

Aquí vamos de nuevo, pensé. Gretchen tenía una irritante manera de comparar todas las experiencias de mi vida con episodios de Sexo en la Ciudad. Ya sabía qué episodio iba a describir antes de que comenzara porque me hizo mirar cada uno de los episodios con ella. Múltiples veces.

-Y el sombrero de Charlotte vuela sobre la tumba del chico -escuché decir a Gretchen.

-Lo sé. Lo recuerdo.

-Y es totalmente patético y no puedes salir con él -dijo.

-No estoy saliendo con él. Apenas hablamos -respondí-. Nosotros como que solo nos miramos por un minuto. -Hice una mueca ante mis pensamientos.

-¿Se miraron el uno al otro?

-Um, algo así -admití.

-Está bien. Extraño.

-Bueno eso es lo que paso -dije a la defensiva. Me senté en mi cama rodeada de cajas llenas con mis pertenencias. En unas pocas horas, estarían empacadas en el auto y dirigiéndose a la casa de mi papá. Mi nueva residencia.

-Realmente eres una perra -dijo Gretchen.

-¿Qué demonios?

-Me abandonas mi último año y luego tratas de ligar con un chico en el funeral de Beth.

-Espera un momento. No tuve opción sobre dejarte. No puedo evitar si mi mamá está mudándose al otro lado del país. ¿Preferirías que viviera en California?

Gretchen hizo pucheros al otro lado de la línea.

―¿Por qué no puede tu papá solo mudarse a este distrito escolar?

-Ha vivido en esa casa por trece años. Y no tienes idea de lo que está pasando ahora con el mercado de viviendas. ¿Crees que podría vender su casa? -Me avergoncé por el pensamiento del piso de su cocina de linóleo amarillo y papel tapiz floral. La casa necesitaba una renovación total interior.

-Oh, cállate, Brooke. Como si tuvieras idea. Siempre estas tratando de sonar inteligente acerca de las noticias.

-Como sea. Soy inteligente sobre las noticias. En verdad las veo -respondo y entonces agregué mi mejor impresión de voz de chica del Valle-: Soy, como, jodidamente inteligente.

Gretchen rió. Y entonces me reí porque era imposible no reírse cuando Gretchen lo hacía. Me deleité con el sonido hasta que mi corazón se apretó, señalando comportamiento inapropiado tan pronto después de la muerte de Beth.

-Y no digas que estaba intentando ligar con un chico en el funeral de Beth, ¿está bien? Eso está mal -dije en voz baja.

Gretchen estuvo en silencio por un momento.

-Debí haber ido contigo -dice finalmente-. Solo no pude. Soy una gallina. ¿Qué puedo decir? ¿Me odias?

Niego con mi cabeza pero no digo nada, sintiendo el nudo instantáneo en mi garganta. Vino de la nada, palpitando dolorosamente, especialmente cuando trato de tragar.

GOING UNDER.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora