La Fuga (Parte 1)

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                                                     ~5 años después~

-¿Los tienes?-le pregunté a Tiana, ella se acercó y con disimulo me entregó los cigarrillos, los tomé y le agradecí, y me guardé los cigarros en los pechos para que nadie sospechara nada, continúe mi camino hacia el cuarto, cerré con la chapa y Maxine guardó las tijeras debajo de la almohada.

-¿Dónde están?-me preguntó obviamente refiriéndose a los cigarrillos, metí la mano en mi blusa y los saque sacudiéndolos en broma, ella los tomó y me sonrió de forma cómplice-Jesús bendiga tus tetas-dijo sacando los cigarrillos del paquete, pero yo lo detuve

-No seas imbecil Max, no podemos fumar aquí el humo escaparía por la puerta-la reprimí-Tenemos que salir-dije caminando hacia la ventana, la abrí y ambas salimos haciendo el menor ruido posible, pegadas a la pared nos deslizamos a "La grieta" un pasillo que descubrí hace 3 años donde los polis nunca podían vernos, además del tubo que daba a los botes de basura, donde tirábamos las colillas. Max y yo nos sentamos y por fin pusimos el cigarro en nuestras bocas, ella sacó el encendedor que escondíamos detrás de un ladrillo y encendió ambos cigarrillos, yo le di una calada profunda y dejé el aire salir por mi nariz.-Me iba a volver loca si no fumaba hoy-comenté y ella echó la cabeza hacia atrás topándose con el muro de ladrillos y concreto, mirando a la nada.

-Feliz cumpleaños Els-dijo de la nada, la verdad me tomó por sorpresa, no pensé que se fuera a acordar de esa estupidez, hoy exactamente cumplía 21 y hace 2 meses cumplí 5 años atrapada en este agujero negro. Después de un año me acostumbré a este lugar, a su olor, reglas, restricciones, etcétera; pero nunca dejé de pensar en mi familia y amigos; cuando cumplí los 18 me di cuenta de que estúpida había sido al poner mis inocentes esperanzas de escapar en alguien como Jack, nunca me buscó, de seguro se ha de haber acostado con todas las muchachas que se encontraba. Una vez que acepté la realidad de mi situación las cosas dejaron de ser tan malas, aunque realmente Maxine es mi única amiga de verdad, y prefiero que sea así.

Sin embargo siempre me preguntó que habrá sido de todos los demás. Anna probablemente esté en universidad, preparándose para trabajar en unos años. A veces me he preguntado si ella piensa tanto en mí como yo en ella, sí se pregunta que abra sido de mí. Me había contactado con ella a través de cartas desde que llegué, prácticamente, pero en las cartas nunca ponían la dirección del centro, intenté no pensar mucho en eso porque para ese entonces estaba muriéndome por dentro y no me importaba que no supieran donde estaba, solo me importa saber que estaban bien. La primera vez que nos mandamos fotos de ambas ella apenas había cumplido los 16 era su fiesta de cumpleaños, dónde estaban todos sonriendo y amontonándose entre todos para que todos salieran en la foto, recuerdo haber llorado y reído al pensar en ellos en aquel momento. Actualmente todavía guardó la foto en un lugar seguro, y hace una semana le había mandado una carta contándole mis intenciones de escapar con Maxine del centro y ella me contestó que confiaba en mí y añadió su dirección diciendo al final:

"Te esperaré con los brazos abiertos.
Anna"

-Gracias Max-dije sinceramente y ella sonrió
-Bueno vamos, tenemos que ir con Ariel-me recordó levantándose y me tendió la mano para yo poder hacer lo mismo, se la estreché y me levantó de un tirón del suelo, tiramos las colillas y fuimos al cuarto de computadoras donde se encontraba Ariel, Max tocó la puerta y Ariel abrió, miró a ambos lados del pasillo y cuando se aseguró de que no había nadie hizo un ligero gesto con la cabeza para indicarnos que podíamos entrar, mientras abría la puerta un poco más Y así nosotros poder entrar; sin hacer mucho ruido entramos y Ariel cerró la puerta detrás de nosotras.

-Vengan, miren lo que encontré-dijo acercándose al monitor, apretó la tecla de enter y cuando la pantalla se iluminó Maxine y yo nos quedamos anonadadas, nos miramos la una la otra y luego miramos Ariel, ella asintió indicándonos que nuestras reacciones eran correctas, lo que observamos ante nuestros ojos, ya que de una u otra manera Ariel había conseguido las rutas de los camiones de comida que pasaban por el centro para darles a las cocineras los materiales que ellas necesitaban para hacer las tres comidas que todas las muchachas del centro consumían-No fue fácil-aseguró-pero según la dirección que Elsa me dio el camión que puede dejarlas lo más cerca posible el un camión que viene dentro de 2 días las si mis cálculos son correctos las dejaría a 3 km de distancia, pero creen poder preparar todo en dos días?.

Maxine y yo nos miramos, ella sonrió y asintió

-Correcto-dijo e imprimió la ruta de aquel camión-Aquí tienen-dijo entregándoselo a Maxine, yo le agradecí a Ariel mientras Max se guardaba el papel en el bolsillo. Salimos y cerramos la puerta con cautela, salimos hacia el patio y entramos por la ventana que anteriormente habíamos dejado abierta; si no nos equivocábamos con la hora un poli vendría a hacer una revisión como siempre así que tomamos el agua caliente y nos la rociamos en la cara y los brazos nos arropamos y esperamos a que la puerta se abriera

-Niñas... ¿Qué les pasa?-preguntó Jane consternada
-No me siento bien-murmuré y ella se acercó a mí y me tocó la frente, frunció el ceño y fue con Max, después de revisarla suspiró profundamente
-Ambas tienen fiebre, probablemente sea por la época, pero la doctora no podrá venir hasta la próxima semana, lo siento chicas pero no pueden salir hasta que se mejoren.
-Esta bien-dijimos al unísono y ella se fue, esperamos un poco y por fin nos levantamos

-¿Estás lista para conseguir lo demás?-me preguntó y yo asentí
-Tu ve con Valerie para que nos dé el producto para deslavar el tinte y yo iré con Sol para que me dé la ropa y el maquillaje. Nos salimos por la ventana y fuimos por caminos separados, me metí al elevador para ir al segundo piso y una vez ahí fui hasta el fondo y toque en la puerta que tenía dibujado un sol-por muy irónico que suene-ella abrió la puerta y me dejó entrar

-Conseguí lo mejor que pude, y he de decir que dudo que con esto alguien pueda reconocerlas, adentro puse las dos cosmetiqueras con sus nombres para que puedan diferenciarlas
-Muchas gracias Sol
-Es un gusto-dijo cordialmente y le sonreí para esta vez irme por las escaleras, cuando llegué al cuarto Max ya estaba esperándome con los brazos cruzados

-Vaya que tardaste-dijo divertida y yo le enseñé el dedo medio
-Claro que tarde genio, tuve que ir hasta el segundo piso y regresar por las jodidas escaleras
-Buen punto-dijo y se encogió de hombros-Pero dejando eso de lado, hay que empezar con la transformación-me recordó y metió la mano debajo de la almohada, suspiré y me senté en la cama mirando a la pared-Dile adiós a tu largo cabello-bromeó y yo me estremecí cuando sus dedos jugaron con mi pelo y tocaron mi nuca ligeramente.

-Sólo hazlo-le supliqué y casi de inmediato sentí el metal en mi cabello, después continuó el sonido de la tijera cortándolo con sigilo, era como si Max quisiera que no me diera cuenta de lo que estaba haciendo, lo que aconteció fue el sonido de las tijeras cerrándose finalmente y percibí como el cabello que había cortado Max caía por mi espalda haciéndome cosquillas.

-Estás lista-me informó y me levanté, Max me dio un espejo y me sorprendí, las puntas de mi cabello apenas me rozaban el hombro y resaltaba las ahora más notorias ondulaciones de mi cabello, lo acaricié fascinada por lo sedoso que era y no pude evitar suspirar que estaba perfecto; luego fue el turno de Max, tomé un pequeño banquillo y en lo que ella se sentó yo hice correr el agua del lavabo, después le indiqué que reclinara la cabeza para yo poder mojar su cabello y comencé a aplicar el producto para deslavar el tinte, masaje su pelo con las yemas de mis dedos en movimientos circulares, lo enjuagué y vi cómo el agua se volvió de color rosa y morado y continúe el proceso hasta que su cabello volvió a ser castaño y lo exprimí con cuidado para quitarle el exceso de agua, le pedí que se levantara y ella me hizo caso, fui por las tijeras y levanté su cabello (que le quedaba al final de la espalda) y se lo corte por debajo de los senos, le di la vuelta y terminé por cortarlo hasta en la donde terminaba la curva del hombro.

-Perfecta-la elogié y ella se rió y comenzó a jugar con su cabello como una retrasada
-Ay ya lo sé-dijo con voz chillona y tuve que ahogar la risa frunciendo los labios, luego sonrió-Ahora sólo debemos esperar el día para salir de este agujero de gusano
-Amén hermana-la secunde y ella puso su brazo alrededor de mis hombros
-Amén-repitió

Cold PastDonde viven las historias. Descúbrelo ahora