La Fuga (Parte 2)

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Hoy era el día, hoy Max y yo escaparíamos y nada ni nadie podría impedirlo, lo primero que hicimos fue tomar el tiempo y cubrir nuestros rostros con unas gafas de sol porque según como lo habíamos investigado con ayuda de Ariel el camión vendría a las 3 y cerca del lugar donde nos dejaba aquel camión había una plaza así que eso ayudaba a nuestra causa y decidimos meter el maquillaje y la ropa en una bolsa de playa, salimos por la puerta y corrimos por las escaleras, salimos al patio y entramos por la puerta trasera del comedor que tenía un letrero con letras enormes que decían "Solo personal autorizado" empujamos la puerta y nos escondimos detrás de unas cajas de madera que decían "Frágil" en letras rojas, nos mantuvimos en silencio todo el rato hasta que oímos el sonido del motor detenerse, no lo dudamos ni un segundo y ambas corrimos hacia el, Max junto ambas manos para que yo pudiera impulsarme lo suficiente tomé la madera con ambas manos y me subí, luego le di la mano a Max para que se subiera pero la alarma comenzó a sonar.

-¡Se han fugado dos sujetos!-gritaron los polis y yo me apresuré a subirla, pude percibir el miedo en sus ojos y sinceramente yo también moría de miedo, pero habíamos llegado demasiado lejos como para fallar ahora así que la tomé de los brazos y la jalé con todas mis fuerzas hasta que cayó encima de mí, sin embargo sus lentes se habían caído aunque claro ella no se percató porque estaba en estado de shock, respiraba ruidosamente y me abrazó escondiendo su cara en mi estómago, yo no pude hacer nada más que sostenerla fuertemente y le acaricié el cabello

-Tranquila, ya pasó, estamos bien, estamos bien-le susurré al oído y cuando por fin se relajó nos tiramos al piso y nos cubrimos con la manta que estaba ahí, yo hice guardia esperando ver alguna plaza en el camino, pero no había nada, aún así me quedé sentada en posición de flor de loto mientras saltaba debes en cuando debido a los baches que se encontraban a lo largo del camino, de pronto nos detuvimos en un semáforo, me asomé y miré para todos lados hasta que encontré un edificio enorme que decía Forever 21 además de otras marcas famosas que alcancé a distinguir, me acerqué a Max y la sacudí-Hay que bajarnos, ya vi la plaza-ella asintió y salió de su escondite, ella rápidamente saltó junto con la bolsa de playa y se hizo a un lado para yo poder hacer lo mismo; respiré hondo y salté justo cuando el camión reanudaba su marcha, Max y yo corrimos hacia la plaza y en la puerta caminamos como cualquier persona normal, una vez que entramos la gente no paraba de mirarnos, íbamos vestidas con una playera blanca de manga corta y unos pantalones holgados de color gris, no parecíamos haber escapado de un lugar parecido a un tutelar de menores pero tampoco íbamos muy acordes al lugar donde nos encontrábamos, sin embargo seguimos nuestro camino ignorando aquellas miradas penetrantes y acusadoras.

Después de un rato de caminar encontramos a un policía de centro comercial regordete al cual le preguntamos dónde estaba el baño de mujeres, él muy amablemente nos dijo que era al final del pasillo, le agradecimos y él sonrió tiernamente, entramos al baño y no había nada nos metimos en diferentes baños y pusimos el seguro, Max me paso la ropa y los zapatos por abajo y comencé a desvestirme, me quité la blusa y me bajé los pantalones, me los saqué y tomé el vestido, desabroché el botón del cuello y me lo puse cuidadosamente por abajo para no romper las agujetas del pecho; cuando me lo terminé de poner el vestido bajé la tapa del retrete y me senté para ponerme los tacones rosa fosforescente, me levanté y quité el seguro; toqué en la puerta de Max y ella no tardó mucho en abrir.

Su vestido era rosa pastel con una abertura en el medio de sus senos lo que hacía que la parte de arriba terminara en punta como si fueran las orejas de un zorro, el vestido era ceñido y terminaba antes de la rodilla, además de usar unos tacones color crema que se amarraban por el medio. Mientras que el mío era blanco sin mangas sostenido por el cuello, en los pechos había unas agujetas que lo hacían único, se ajustaba a mi cuerpo resaltando cada uno de mis atributos y terminaba a media rodilla

Cold PastDonde viven las historias. Descúbrelo ahora