En sus marcas, listos...

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Después de unos días de paz y un poco de avances en cuanto a la boda, Jack y Valentina intentaban resolver temas a la distancia, los dos se veían a través de la computadora, Jack tenía de fondo su oficina y ella la habitación del hotel.

No era tan divertido tener el trabajo de Jack en estos momentos odiaba investigar lo trapos sucios de la competencia porque estaba seguro de también tener los suyos, sin embargo su novia había insistido en que viera unas imágenes de decoraciones, flores y demás cosas de boda que le estaban enloqueciendo.

—Jack, hay que tener algo azul, ¿por qué no en la decoración?

—Horrible.

—Bueno, tu corbatín.

—Vale, no es que quiera pelear... pero se ve feo.

—Es una tradición.

—Bien, píntate las uñas porque no tendré manteles o flores de ese color, se ve sombrío. —Dijo Jack con el rostro cargado de molestia y Valentina no pudo evitar sentir la necesidad de golpearle.

La joven a miles de kilómetros de su prometido observó como las femeninas manos de la asistente caderuda de su novio le desataban la corbata y luego le acariciaba la mejilla, unos segundos después Jack tomó de su copa de café y miró incómodo a ambas mujeres, sabía que Valentina estallaría o al menos esperaba que no le diese a Fabiola el gusto. Valentina negó con la cabeza, pero evitó una escena, sabía perfectamente cuál era el juego de CA y no iba a caer en él, no sin dar guerra.

—Me tengo que ir, una sesión con Pax, —Jack supo de inmediato que tendrían bastante de qué hablar, la prensa había hablado bastante sobre un amorío entre ellos por la atracción sexual y la química que aquel par de amigos derrochaban. —Apagó el computador y lo último que vio en la pantalla fue el rostro cargado de confusión y molestia.

Seleccionó las flores que le gustaban e hizo una nota para que Tony y Jack pudiesen entender por qué lo eligió y luego se fue a alistar para mi sesión.

Modelar realmente le gustaba, pero siempre pensó que tenía muchas opciones por explorar como ser maestra, doctora, enfermera y por qué no asesora política, sin importar qué su familia le hubiese apoyado; más que con el desnudo que tenía programado, puesto que su papá, mamá, y Jack le intentarían ahorcar pero era un sueño por cumplir.

Cuando aterrizó en Mainvillage pensé que se iría sola en auto, taxi o alguna de sus amigas, pero en su lugar miró a Jack, quien le esperaba con un lindo ramo de rosas, se acercó con una enorme sonrisa en el rostro y le dio varios besos en las mejillas.

—Gracias por venir. —Dijo mientras le abrazaba, y el complacido confesó.

—Te extrañaba. —Negué con la cabeza y le di un suave beso sobre los labios.

Después de que Jack me llevara a su departamento y tomar una larga ducha me acosté sobre la cama y él se quedó a velar mi sueño.

—Sabes, como tú y tu asistente son tan amigos, creo que debería ser parte del cortejo.

—¿Qué? No le conoces...

—Analía tampoco pero es importante para ti ¿cierto?

—Creo que deberíamos dejarlo entre familia.

—Jack, Mía es tu mejor amiga, Analía la pareja de Nathaniel...—Me interrumpió molesto.

—¿¡Con quién iría ella?!

—Fácil, Westborn.

—¿Westborn? No, definitivamente no.

—¿Por qué?

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