-Tengo sueño.
-Cuando lleguemos duermes todo lo que quieras.
-Tengo hambre.
-Tu siempre tienes hambre.
-Oyee...
Lo golpeo en el brazo.
-No morirás de hambre por esperar un poco.
-No me siento bien, cariño.
Jayson pone su mano en mi frente, luego me mira fijamente y se ríe.
-No tienes nada, deja de estar buscando excusas para irte.
-No son excusas. Aun no puedo creer que me hayas convencido de hacer esto.
-Princesa, a pesar de todo es tu hermano.
Jayson me convenció de que ayudara a Eliel. El muy imbécil lo agarraron con drogas, tuve que pagar su fianza. Ahora estamos esperando a que lo liberen, yo me quiero ir, no quiero verlo, pero Jayson quiere que lo vea que al menos lo salude.
-Lo se.
Me siento en su regazo y me abraza.
-Lo siento, por desconfiar de ti, por gritarte.
-No pasa nada, cariño. Te quiero.
-Yo mas, princesa.
Le sonrío y me besa.
-Estas un poco pesada.
-¿Me estas diciendo gorda?
Pregunto indignada y me levanto de su regazo.