Me gusta venir al parque a comer helados. Sentarme bajo un árbol y ver a las personas disfrutar del día. Debería venir todos los días.
-Oye...
Habla alguien de repente a mi lado, doy un brinco del susto. Cuando miro es Eliel.
-Joder Eliel, me asustaste.
Comienza a reírse y lo golpeo en el brazo.
-Lo siento. ¿Que haces aquí sola?
-Esperándote.
Lo miro y le sonrio.
-¿Como sabias que vendría?
-No tengo claro como.
Me sonríe, se acerca a mi y me abraza fuerte.
-No hagas que me decepcione de ti.
Dice de repente y lo miro confundida.
-¿Porque dices eso?
-Pensé que eras mas fuerte Eli.
-Yo soy fuerte.
-En estos momentos estas siendo débil.
Lo sigo mirando sin entender, él solo observa a las personas que disfrutan su día.
-Eliel... no estoy entendiendo nada. Estoy bien, ¿Porque tendría que sentirme débil?
-Ahora no lo entiendes hermanita. Pero cuando despiertes, entenderás.
-¿Cuando despierte? ¿Estas borracho o drogado?
Se ríe negando con la cabeza y me mira.