Capítulo 1.

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(Narrado por Celia)

Sonó mi alarma de las 7 y cuarto como cada mañana. Me levanté torpemente y fui al servicio a asearme. Mientras me vestía no podía parar de pensar en lo mucho que había deseado que llegara este día: quedaban dos días para las vacaciones de verano. Cuando ya estuve lista bajé, besé la mejilla de mi madre despidiéndome y me fui para clase. En la acera de enfrente estaba mi mejor amiga: Sonia. Es alta y rubia, con los ojos azules. En cambio yo soy todo lo contrario. No supero el metro sesenta, soy morena con ojos verdes.

-¡Cruza!-gritó mientras agitaba su brazo energéticamente para llamar mi atención.

Al cruzar me abrazó, se notaba que estaba igual de contenta que yo por haber (casi) terminado bien el curso.

-Estoy tan feliz, Jose me ha prometido venir conmigo a la playa toda la semana que viene.

-¿Toda? Eso es mucho tiempo- dije poniendo pucheros.

-Serán nuestras primeras vacaciones juntos después de un año saliendo, va a ser tan ge...

Vi pasar a Hugo, un chico de mi clase. Era tan guapo... este último mes he quedado con él varias veces para explicarle matemáticas, es un negado total. Aún no me explico porque se metió en ciencias siendo tan malo en números... Me encantaba todo de él: desde sus ojos grises hasta sus carnosos labios. Pero él solo me veía como una simple amiga.
Me empecé a poner nerviosa porque vi que se acercaba a nosotras.

-... y comeremos en el chiringuito de mi tío y...

-Callate, que viene- la interrumpí.

-¿Quien?

-Hola, Celia-me sonrió-¿puedo acompañaros lo que queda de camino?

-¡Claro!-respondió Sonia mientras yo me limitaba a sonreír-oh, ahí está Jose, nos vemos luego nena.

Salió corriendo hacia su novio y me dejó allí sola con él.

-Nunca había visto un abrazo tan efusivo.

-Sonia en sí es efusiva-me reí y le contagié la risa.

-Oye, que gracias por ayudarme tanto con las matemáticas.

-¿Has aprobado la recuperación?

-Casi pero no. ¿Querrías ayudarme durante el verano? Si no te importa.
-Uf, eres un caso perdido y sería mucho trabajo...-medio sonreí.

-Bueno... entonces no te invito a ver al cine la peli que tanto tiempo llevas esperando a que salga...

-¿Cómo lo sabes?-contesté asombrada.

-Un pajarito llamado Sonia.

-Bueno, vale, te ayudaré...

Ambos empezamos a reírnos y sin darnos cuenta llegamos a clase.

-Al terminar las clases esperame, no te vayas sin mí-me susurró al oído y se sentó en su sitio.

Me tiré las 6 horas pensando en lo que había pasado por la mañana.

Hasta que la magia acabe con nosotros.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora