Capítulo 2.

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(18 años antes)

Era una noche oscura y no había nadie en la calle. Las farolas se sostenían en el aire sin necesidad de un soporte. No habían coches aparcados en las calles. Tom miraba cada detalle asombrado mientras corría junto a su pareja. De repente se acordó de que no tenía tiempo de asombrarse: estaban siendo perseguidos.

-¡Vamos! ¡Por aquí! ¡Rápido!-dijo la mujer sin dejar de mirar hacia atrás.

Doblaron la esquina y quedaron atrapados en un callejón sin salida.

Una bola de luz apareció y la mujer se lanzó encima de él para evitar el impacto.

-Por los pelos...-respondió Tom-¡cuidado!

Esquivó de nuevo otra bola y ella creó un campo protector.

-Escuchame, tenemos que huir a tu mundo, es la única manera de sobrevivir y mantener a salvo a nuestro bebé-dijo posando su mano en su barriga.

-Está bien pero, ¿cómo?

-Visualiza tu casa y yo conjuraré un teletransporte. Es muy importante que no tengas ningún otro pensamiento más.

Se oían pasos cada vez más cerca. En su cara se notaba el miedo y la preocupación. ¿Qué pasará si les cogen?

-Tú puedes, yo confío en ti...-le animó la joven.

Él le apretó la mano en señal de que ya estaba listo, hizo el conjuro y desaparecieron del lugar justo cuando sus persecutores aparecieron por la esquina.

-¡Mierda!-respondió el general.

Iba vestido con una túnica oscura y larga. Era alto y la capucha no dejaba ver su rostro.

-General, me acaba de informar el comandante Jeff que la otra pareja también ha huido.

-Informa a todos los altos cargos que estamos en peligro. No podemos dejar que ambos mundos se unan. Organiza una reunión urgente.

(Actualidad, narrado por Hugo)

No me podía creer que hubiera tenido el valor de decirle a Celia que quería invitarla al cine. Cuando tocó el timbre cogí mi mochila y esperé a que ella saliera.

-No entiendo porque nos obligan a venir mañana si no hacemos nada.-se quejó.

Me reí ante la cara de niña pequeña que ponía al enfadarse.

-Mira la parte buena.

-¿Cuál?-me miró esperando a que mi respuesta fuera buena.

-¡Hola, Hugo!-me abrazó Ana.

Ana era mi exnovia. Es pelirroja con ojos marrones. Sus mejillas y nariz estaban salpicadas de pequitas.

-Hola, Ana.-dije suspirando.

-¿Quien es esta?-dijo mirando mal a Celia.

-Como si no me conocieras...-respondió.

-Vamos Cel, que no quiero llegar tarde al cine.

Le agarré de la mano y nos fuimos de allí. Al mirar de reojo vi como Ana estaba que echaba chispas. Celia me soltó la mano rápidamente cuando estuvimos lo suficientemente lejos de la vista de la pelirroja.

-Perdón. No quería hacerte sentir incómoda.

-No, no. Tranquilo. No pasa nada.

-Por cierto, ¿te viene bien quedar esta tarde a las 6? Para lo del cine digo.-noté como me empezaban a arder las mejillas.

-Claro-sonrió.

El resto del camino hacia casa lo pasamos hablando de tonterías.




Hasta que la magia acabe con nosotros.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora