Capítulo 5: Varados

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Justo desde el principio, fuiste un ladrón,
robaste mi corazón,
y yo (fui) tu víctima queriendo,
te dejé ver las partes de mí
que no eran tan hermosas,
y con cada caricia, las arreglaste.

Ahora, has estado hablando en sueños,
oh, oh, cosas que nunca me dices,
oh, oh, me dices que ya has tenido suficiente
de nuestro amor, nuestro amor.

Solo dame una razón,
solo un poco es suficiente,
solo un segundo, no estamos rotos,
solo retorcidos ( / doblado pero no roto),
y podemos aprender a amar de nuevo,
está en las estrellas,
ha sido escrito en las cicatrices de nuestros corazones,
no estamos rotos, solo retorcidos,
y podemos aprender a amar de nuevo.

(Just Give Me A Reason - Pink ft Nate Ruess)

Kai daba vueltas por toda la isla, sintiéndose completamente fuera de sí. ¿Cómo es que, en una isla abandonada, sentía que estaba tan lejos y cerca de la persona que amaba? Pero él mismo provocó ese alejamiento, que Kyungsoo ya no quisiera volver a verlo.

¡Tenía miedo!

Siempre fue un miedoso para los compromisos, desde la vez que su padre le regañó por no saber cuidar a su tortuga, supo que él no nació para cuidar a otro ser.

"Jongin, no eres nada responsable con el pobre animalito, por eso te ha dejado"

No comprendió mucho en ese instante cuando era niño, pensó que salió huyendo o algo así. Ahora se daba cuenta que simplemente su mascota había muerto por olvidarse de darle de comer. Igualmente mató a el amor de su novio por ser tan irresponsable.

Rascó su cuello, estaba haciendo demasiado calor y la ropa que usaba le daba picazón por tan sucia estar ya. Se mantenía alejado de Kyungsoo porque a pesar de todo lo que hizo, el que le usara de esa forma no le gustó, se sentía como un pañuelo desecho. Recordaba lo bien que se la pasaba con él, días atrás, cuando paseaban por las playas.

***

—Jongin, mira — señalaba una pequeña conchita de mar que rápidamente tomó de la arena — Tiene un color muy bonito — dijo, era cierto, el color purpura era bastante natural y precioso.

Pero para él, lo más hermoso era ver a su novio, con esa cara tan inocente que tenía. No parecía que era un gran abogado ya, que tenía suficiente dinero y no necesitaba de nadie. Se comenzaba a preguntar si era él acaso indispensable para la vida de Kyungsoo, claro que sabía lo mucho que le quería y eso... ¿Y si merecía algo mejor?

—Oye, Jongin — llamó su atención, el enfocó su vista de nuevo hacia él, mirando como las luces del atardecer iban haciendo un hermoso efecto en su rostro, luciéndolo más perfecto — Hay algo que he querido preguntarte desde hace tiempo y como regresamos mañana a casa, siento que es el momento — lucía nervioso, ansioso y movía sus manos hacia el bolsillo de su bermuda — Nos han pasado muchas cosas en todos estos años, algunas más complicadas que otras, pero — miró hacia las olas que llegaban a ellos — estar contigo ha sido maravilloso y me gustaría mucho que siguiéramos así...— terminó por sacar la pequeña caja negra y se arrodilló enfrente de él — Por lo que te pregunto...¿Te gustaría casarte conmigo, Kim Jong In?

En su garganta se arremolino un 'sí', estuvo a punto de decirlo, de abrazarlo y besarlo con fuerzas, pero...tuvo miedo. Las dudas le asaltaron, ¿no era muy joven? ¿No era muy poca cosa para Kyungsoo? ¿Y si él le fallaba de nuevo? ¿Y si terminaba matándolo como a su tortuga?

—No...no quiero casarme contigo — entonces los ojos del chico arrodillado se contrajeron

—¿No me amas? — abrió la boca para contestar a esa pregunta, ¿cómo le explicaba todo su sentir? — Entiendo, no digas más — se levantó de la arena — Comprendo todo, a la perfección, Jongin, todo este tiempo yo he sido tu maldito juguete que puedes tirar cuando quieras, está bien. ¡Vete a la mierda!

Varados ♒ KaiSooDonde viven las historias. Descúbrelo ahora