Parte 1

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Los ojos del angel

Sabíamos que serían tiempos difíciles y aún peores para mí. Sin la compañía de mi amor, de mi pilar, de quien siempre supo que hacer, en cualquier circunstancia. Me falta su calma, su aplomo, su lealtad.

Por suerte tengo a Tristán conmigo, también a Ely, hoy, hace casi un mes que llegamos a esta comunidad en Cabo Polonio, salir de aquí su pone complicado y algunas veces imposible.

Todo está muy planeado y estructurado. Pero debe ser por esa razón que son tan fuertes, su líder es una vampiro de muchísimos siglos, su nombre es Ramala, es autoritaria y no escucha a nadie, se hace su voluntad respetando su experiencia e antigüedad. Con el único que tiene problemas por supuesto es con mi amigo.

Tristán no es asiduo a las órdenes y menos aún permite que le digan que hacer, pero se está portando bien, no nos queda mas remedio. Los necesitamos, estamos solos.

Me acabo de enterar que soy la beneficiaria del testamento de este antiguo y loco Gul, detesto que lo haya hecho, porque, sinceramente, no podría vivir sin él, y el pensar en perderlo me atormenta demasiado.

Dice que así estará más tranquilo, por Joa y su hija, también Yahi ¿por qué no? Lo malo es que la fortuna de Tristán no haga meya contra el poder de la orden. Ni siquiera así podemos con ellos.

La enrollada relación que tiene con mi hermana y su, no sé qué...de luz, es complicada. Ambas lo aman, y pelean continuamente por su atención, creo que él se siente dividido, pujado por ambas. Entiendo los celos de Joa y lo imposible que se pone algunas veces, pero creo que lo lleva demasiado lejos. Entonces en ese momento Yahira avanza en la pelea, estoy tratando de no interferir, pero claro mi hermana me duele. Siempre tengo ahí una preferencia.

Sé que mi amigo es un alma libre, y si lo continúan presionando, ambas lo perderán. Ya se lo he dicho a Joa, pero ella cree que porque tienen a Jade la conexión entre ellos jamás se perderá y en parte es así, pero...Tristán no es humano, y ella no lo entiende.

Ely es tan parecido a Jaley, en muchas cosas, su aspecto, su bondad sobre todo y la inocencia, esa que jaley traía consigo al comienzo. La pureza de este guerrero de pelo cobrizo es inmensa. Y a veces eso no es bueno en un mundo tan corrompido.

El barrio es lindo, pero también agreste, las casitas son pequeñas y excepto la de Ramala, eso es un palacio, construido hace siglos por ella misma. En la cima del casco de la pequeña ciudad ella controla todo, sobre todo quien llega.

Estoy tranquila por ahora, camino a diario por las calles de piedra y arena, ya nos reconocen como vecinos y nos saludan, Gian es un imán de personas, siempre lo están alagando, ellos saben quién es su padre, en parte creo que es por eso.

El problema en realidad es saber cuánto durara esta paz, esta tranquilidad, y sobre todo cuando somos nosotros mismos los que viajamos a la ciudad en busca de alguien que nos de noticias de mi ángel.

LOS OJOS DEL ÁNGEL                                    El lado oscuro del cieloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora