Parte 11

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Capítulo 11

Un temblore recorre su cuerpo, lo miro a la cara y tiene los ojos apretados de dolor. Con una mano baja el cuello de su camiseta, ahí los vemos como se van dibujando, como una enredarera fértil he invasiva crece en torno a su pecho y sus brazos. No solo han restaurado su memoria, también sus marcas y sicatrices.

Los tatuajes hechos con el fuego azul reaparecen, vuelven a reclamar el lugar en su cuerpo, sin tregua uno a uno se van desplazando por todo su torso. Se arrastran sobre él como sombras, como serpientes.

Llamo a los gritos por ayuda, todos corren hacia nosotros.

__ Son las marcas, ¿ ¡que hacemos!?__ pregunto desesperada. Tristán niega.

__ Nada...tendrás que aprender otra vez a lidiar con ellas. ¿Dónde dejaste el anillo? __pregunta a Jaley

__Esta escondido, camino a la ciudad.

__ Bien vamos por él, de alguna manera le quitaremos el rastreador. Yo tengo un pedazo justo aquí__ dice y le muestra su anillo de ónix.__ Debajo de la piedra negra, hay una esquirla azul y es mas que suficiente para no andar retorciéndome como víbora, así como lo estás haciendo tú.

De nuevo el recuerdo del día en que se las hicieron invade el semblante de mi amigo, la palidez crece en su rostro. Sus ojos chispean un tono rojizo que él logra controlar perfectamente.

__ Vamos....__ dice Jaley temblando de dolor.

Salimos de nuevo sin la autorización de Ramala, espero que no se moleste y no eche de allí. Sobre todo por los niños.

Durante el camino el dolor es tan intenso que casi se vuelve invalidante. Tristan dice que se acostumbrara, pero es demasiado. Había olvidado como se sentía verle el rostro compungido del dolor. No esta gritando, pero creo que solo es por mi, para que no me preocupe mas.

Llegamos al lugar y bajamos con cierto temor de que algo raro nos espere, jaley recoge el anillo y no tarda en colocárselo.

__Debemos llevarlo cuanto antes con alguien que desactive esa cosa, estamos lejos de casa pero ya saben donde con eso, asi que ya mis mo vamos por eso.__ aclara Tristan.

__ ¿Pero a dónde?__ pregunta Yahi preocupada.

__ Tranquila, tengo contactos...necesitamos alguien que sepa desarmar rastreadores sin hacer sonar la alarma de que le ha ocurrido algo malo. Pero lo oscuro e ilegal es lo mio, tu tranquila.__ aclara Tristan.

Llegamos a un edificio que en sus buenas épocas debió haber sido precioso. Hay unos chicos sentados en la puerta, fuman, mientras observan todo a su alrededor.

Cuando Tristán baja a saludándolos ellos le extienden la mano, las chocan con entusiasmo de verlo. Entonces le hace una señal a Jaley para que se una a ellos

LOS OJOS DEL ÁNGEL                                    El lado oscuro del cieloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora